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Serpiente de cascabel de Aruba (Crotalus unicolor) Animales en peligro

Serpiente de cascabel de Aruba (Crotalus unicolor)
Colombia
Filo Chordata
Clase Reptilia
Orden Squamata
Familia Viperidae
Status UICN ver 3.1 En peligro crítico
Status CITES Apéndice III

U.I.C.N. - En peligro crítico

Nombre científico: Crotalus unicolor (van Lidth de Jeude, 1887).

Otros nombres vulgares: víbora de cascabel de Aruba, Cascabel de Aruba.

Descripción general y características

Es una serpiente no muy grande, de unos 90 cm. en la edad adulta, de color marrón claro o en ocasiones rosado, lo que le ayuda a confundirse con el color del suelo de su hábitat natural. Incluso los colores pueden variar desde el blanco al albaricoque, o marrón pizarra. Tienen marcas de color marrón oscuro, aunque en algunos ejemplares casi no se ven, o se les ve tan sólo una estrecha franja en la mitad de la espalda. Sus escamas son de forma triangular y como característica distintiva de las víboras, las de Aruba tienen la cabeza en forma de V. Tienen muy buen olfato, lo que en parte compensa su pobre visión. Los machos son más grandes y pesados. En general ambos sexos son de cuerpos pesados. Pesan entre 0,90 y 1,40 kg., Viven entre 15 y 20 años.

Comportamiento

Al vivir en una isla con escasa variación de temperatura durante todo el año, son siempre activas. La única diferencia durante el año es que es una víbora nocturna principalmente en los meses cálidos, y es más activa por la mañana y tarde el resto del año. No suelen interactuar entre ellas, salvo en la época de reproducción.

Se alimentan de roedores, pájaros y lagartos. Las serpientes comen muy poco, y de hecho, en la naturaleza las serpientes de Aruba pueden vivir comiendo dos veces al año.

Los machos alcanzan la madurez sexual en cuatro años, y las hembras en cinco. Cuando una hembra es receptiva para la reproducción, emite una feromona atrayente para los machos que es una señal de este estado. Los machos competirán por la atención de las hembras, enroscándose dos serpientes y empujando sus cuerpos para demostrar quien puede más. En estas peleas nunca usan el veneno.

La época de apareamiento va de Septiembre a Enero. Tras la gestación, que dura unos 4 meses, las hembras dan a luz entre 5 y 15 crías vivas con el aspecto de pequeñas serpientes. Las crías al nacer miden unos 20 cm y ya nacen siendo venenosas.

Hábitat

Existen solamente en hábitat matorral espinoso y el desierto en la parte sureste de la isla de Aruba.

Distribución geográfica

Endémica de la isla de Aruba, frente a las costas de Venezuela.

Causas de disminución

Dentro de la isla queda muy poco hábitat inalterado; esto es debido a que en siglos pasados la mayor parte de los árboles fueron talados para obtener carbón y leña, y hay cultivos de aloe vera, lo que supuso y supone la disminución de serpientes y de sus presas.

Otra amenaza más reciente es el turismo. También han intervenido las especies introducidas, como las cabras, que han causado estragos en la vegetación. Además estas serpientes también han sido capturadas y exportadas ilegalmente para el comercio con animales.

Medidas de conservación

Se encuentra en el Apéndice III del CITES. La creación de áreas protegidas en el Parque Nacional Arikok, el control de las especies foráneas, las campañas de información y el fomento de la cría en cautividad, son las principales medidas que permiten abrigar esperanzas en cuanto a la recuperación de esta especie.

Otros datos de interés

Las víboras no son predadores de persecución sino de acecho. Sigilosamente localizan a su presa debido al calor que irradia. Tienen dos fosetas que se encuentran entre los ojos y la nariz, que detectan el calor de las presas. Estas son muy precisas, ya que permiten detectar variaciones de hasta 0,2 ºC. Con esta sensibilidad, un mamífero a 37 ºC es como una bombilla comparado con el entorno. Por lo tanto se puede decir que cazan por termolocalización.

Aunque a nosotros nos cueste hacernos a la idea, estas serpientes al tener estos receptores de infrarrojos obtienen información de la distancia, tamaño y forma de todo lo vivo que le rodea. Funciona mejor con animales endotérmicos que con animales de sangre fría, debido a que la temperatura de los primeros es mayor y más constante.

Cuado la víbora se encuentra a la distancia apropiada, lanza una dentellada con la cual inocula la toxina a su víctima, la cual escapa para no llegar muy lejos. Una vez que la presa ha huido, lo único que tiene que hacer la serpiente es rastrear su rastro calorífico en el suelo hasta que encuentra su cadáver y lo engulle.

En el veneno que le ha inoculado una parte mata y la otra la empieza a digerir desde el exterior, ya que como tragan las presas enteras, cualquier ayuda para digerirlas es buena. Para poder tragarlas, desencajan la mandíbula para que entre la presa. Por lo tanto, está claro que han desarrollado una forma perfecta de matar con el mínimo gasto de energía.