Saltar al contenido

Iguana marina (Amblyrhynchus cristatus) Animales en peligro

Iguana marina (Amblyrhynchus cristatus)
Filo Chordata
Clase Reptilia
Orden Squamata
Familia Igunidae
Status UICN ver 3.1 Vulnerable
Status CITES Apéndice 2

U.I.CN. - Vulnerable

Nombre científico: Amblyrhynchus cristatus (Bell, 1825)

Descripción general y características

Su color es negro a gris, lo que le ayuda a camuflarse en las rocas y a calentarse rápido por las mañanas, ya que es un animal de sangre fría. En cambio los machos adultos varían su coloración con la temporada, ya que en la temporada de cría en las islas del sur los machos son más coloridos y adquieren un color rojizo o azul verdoso, mientras que en Santa Cruz son de color arcilla entre rojo y negro. Los juveniles presentan una banda dorsal de color más claro.

Sus escamas dorsales son grandes y en forma de pirámide. El hocico es corto y romo, mientras que la cola presenta una suave compresión lateral. Tienen unas garras fuertes que les permite aferrarse a las rocas o al fondo del mar cuando se alimenta.

Los machos adultos miden aproximadamente 1,3 m de largo, y las hembras mucho menos, 0,6 metros. Los machos pueden llegar a pesar 1,5 kg.

Comportamiento

Deben pasar largos periodos de tiempo soleándose al sol debido a la gran pérdida de calor corporal que sufren en el agua.

En algunos puntos de las islas Galápagos, se reúnen por centenares, si bien son muy territoriales y defienden a dentelladas sus parcelas, sobre todo durante la época reproductiva que dura unos tres meses.

Los machos alcanzan la madurez sexual a los 12 años, y las hembras a los 5.

La época de reproducción se da entre Diciembre y Mayo, y las puestas entre Enero y Abril. Las hembras depositan entre 1 y 6 huevos en agujeros de entre 30 y 80 centímetros de profundidad, que excavan ellas mismas en zonas arenosas más o menos despejadas. Se quedarán varios días a vigilar la puesta, pero después la abandonan para que los huevos acaben la incubación, que dura casi 100 días.

Es rara la hibridación con iguanas terrestres, pero posible.

Iguanas marinas son herbívoros que se alimentan principalmente de algas marinas. Estas las consiguen en el mar y en las rocas sumergidas. Realmente son los machos adultos los que nadan para conseguir las algas ya que son más grande y les es más fácil.

Las hembras y las crías se alimentan cuando baja la marea y las algas quedan al descubierto. Las inmersiones suelen ser superficiales, de 1,5 a 5 m, pero los machos adultos pueden bucear hasta profundidades de 20 metros, por unos minutos tan solo. Hay algunos registros de que algunas iguanas se han sumergido más de media hora, pero en todo caso, eso serían casos aislados.

Ya que son lagartos, la cantidad de energía que consiguen al calentarse con el sol no les permite ser animales muy activos, porque si no perderían enseguida el calor. Así pues, tienen que tener adaptaciones especiales para mantener el calor en su cuerpo, y más siendo marinas.

Las iguanas antes de entrar en el agua deben elevar su temperatura a 36° C por el hecho de ser ectotermas ya que pueden perder hasta 10 ° C cuando están en el océano.

La pérdida de tanta temperatura es debido a que no pueden termorregular la temperatura del cuerpo fisiológicamente como hacemos los mamíferos y por lo tanto antes y después de sumergirse deben estar expuestos al sol para calentarse. A bajas temperaturas la capacidad de estos animales para moverse se ve reducida y se convierten en vulnerables a la depredación, pero las iguanas compensan sus lentos movimientos de manera eficaz, ya que a bajas temperaturas se vuelven muy agresivos, y muerden para escapar.

Presentan otras adaptaciones al buceo para perder más lentamente el calor como son alejar la sangre de la superficie de la piel para conservar el calor durante el buceo, y ralentizar drásticamente el ritmo cardíaco.

Mientras los cocodrilos pueden ´llorar´ lágrimas para deshacerse del exceso de sal, las iguanas ´estornudan´ partículas de sal que se acumulan por una glándula nasal.

Las iguanas tienen una zona en la piel de la parte superior de la cabeza que les sirve para detectar si hay oscuridad o luz. Comunmente se le llama ´tercer ojo´.

Hábitat y distribución geográfica

Viven en las Islas Galápagos de Baltra, Dafne, Darwin, Marchena, Pinzón, Rábida, Santa Fe, Seymour, Sin Nombre and Wolf.

Es la única especie marina de lagartos. Los adultos y los jóvenes viven entre las zonas rocosas y las costas intermareales. Las hembras pueden adentrarse hasta 2 km hacia el interior para nidificar; los machos adultos pueden encontrarse en aguas marinas hasta en 20 metros de profundidad.

Causas de disminución

Entre 1982 y 1983 El Niño causó una alta precipitación y el aumento del nivel del mar y las temperaturas de la superficie disminuyeron la productividad biológica. Al depender las iguanas de la flora marina y disminuir esta, llegaron a morir el 85 % de las iguanas, pero se recuperaron en aquel entonces.

La contaminación también es un gran problema; un ejemplo es el derrame de petróleo del 2001 de ´Jesica´ que tuvo un efecto inmediato severo sobre la subpoblación de Santa Fe, comparable a la alta mortalidad del 85 % de los ejemplares que puede provocar un evento de El Niño.

El otro problema es el de la introducción de depredadores que tienen efectos negativos en la isla Baltra. Por ejemplo, en Santa Fe los depredadores son halcones, búhos, serpientes y cangrejos.

Con estos pocos depredadores naturales, las iguanas son muy vulnerables a depredadores introducidos como ratas, perros y gatos. Estos últimos pueden afectar tanto a la supervivencia de huevos como de adultos. Las hembras están en especial peligro cuando van a las zonas del interior a criar.

Medidas de conservación

Está incluido en una ´Ley Especial´en las Galápagos y está en tres áreas protegidas: Parque Nacional Galápagos y Reserva marina Nacional Galápagos, Reserva de la Biosfera (UNESCO) y Patrimonio de la Humanidad.

Las acciones de conservación recomiendan para esta especie incluir más estudios de las islas, de a taxonomía y de su genética, y hacer un seguimiento de las poblaciones.

Las siete subespecies descritas se han diferenciado a partir de su morfología y la situación taxonómica de los diez subgrupos no está del todo claro, por lo que se recomienda la investigación genética y por tanto taxonómica para cada una de las subpoblaciones para comprobar si algún grupo debe ser reclasificado.

Además hay que tener en cuenta que en cada isla hay amenazas diferentes, lo que hace que todas las subpoblaciones sean igual de importantes, ya que si desaparece una subpoblación podría estar desapareciendo una subespecie o no, aquí habrá que profundizar.

También es necesario proteger a las islas de especies invasoras y de la explotación humana.