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Guayacón (Gambusia yucatana) Animales en peligro

Guayacón (Gambusia yucatana)
México
Filo Chordata
Clase Actinopterygii
Orden Ciprinodontiformes
Familia Pecílidos
Status UICN ver 3.1 Sin determinar
Status CITES Sin determinar

U.I.C.N. - Sin datos

Nombre científico: Gambusia yucatana (Regan, 1914)

Descripción general y características

El color de su cuerpo es claro, con un tono amarillo verdoso. La cabeza es de color verde oliva. Tiene una línea negra que recorre todo su cuerpo, desde el borde superior del ojo hasta la base de la cola.

Esta línea es más tenue del centro hasta el final. Las aletas de uno y otro sexo tienen dos o más filas de pequeñas manchas negras; en el cuerpo están por encima de la línea negra que lo recorre. El borde de la pequeña aleta dorsal es igualmente negro.

Comportamiento

Es una especia vivípara y tiene una marcada diferenciación sexual.

La mayoría de las diferencias las presenta el macho, que realiza la fecundación mediante un órgano que introduce en la hembra, llamado gonopodio, modificación evolutiva de la aleta anal.

Aunque macho y hembra presentan el mismo tipo de aletas, en el macho sobresale la modificación de la aleta anal convertida en gonopodio.

La diferencia sexual externa es muy notable en esta especie.

Además de la ya mencionada, la hembra tiene el vientre mucho más abultado. Los machos son más pequeños que las hembras, y la coloración de ambos varía según el lugar en que se encuentren. Los que viven en las ciénagas son poco menos claros que los que habitan en los cenotes.

El guayacón es un pez capaz de soportar fuertes cambios en la salinidad de las aguas en que habita. El lugar donde se encontró esta especie por primera vez fue en la ciénaga de Progreso, en 1914.

Hábitat

Manglares, manantiales de los retenes, aguadas y cenotes abiertos.

Distribución geográfica

México, Guatemala y Belice.

Causas de disminución

Degradación/contaminación del hábitat.

La importancia de los peces de agua dulce

La importancia de los peces de agua dulce radica que se alimentan principalmente de larvas de insectos que ponen sus huevecillos en el agua, como lo hacen los mosquitos, y que contribuyen a la diseminación de enfermedades epidémicas.

El guayacón tiene un papel importante en la complicada red ecológica de los ecosistemas acuáticos de Yucatán al actuar como control natural de las poblaciones de insectos nocivos para la especie humana.

La paulatina disminución del número de especies de peces de los cenotes, ciénagas y aguadas de Yucatán podría llegar a ocasionar, aunque a muy largo plazo, un aumento considerable en las poblaciones de mosquitos, entre los cuales pueden encontrarse algunos tan peligrosos como el anófeles, transmisor del paludismo.

Los hábitats acuáticos de Yucatán sufren rápidas y constantes perturbaciones que, en pocas décadas, han ocasionado cambios irreversibles en no pocos cenotes y en la mayor parte de las ciénagas costeras.

Por las características del suelo peninsular, cuya consistencia calcárea lo hace altamente permeable, los cuerpos de agua subterráneos de donde afloran los pozos, cenotes y manantiales, así como las ciénagas y las aguadas que se forman de las lluvias, suelen estar íntimamente relacionados con el sistema de aguas subterráneas que abastece a las poblaciones humanas.

Por ello, el manto freático, corriente subterránea que se encuentra a no más de ocho metros de profundidad, es muy fácil de contaminar, y es lo que han estado haciendo quienes vierten sus desechos en los cenotes y quienes no tienen adecuados sistemas de disposición de aguas residuales.

Así pues, la preocupación por la existencia de un pequeño pez habitante de los cenotes de Yucatán no se limita a la posible desaparición de una sola especie, sino a las consecuencias mayores que este hecho representaría para la vida de las comunidades humanas.