Saltar al contenido

Sapo dorado (Incilius – Bufo periglenes) Animales extintos

Sapo dorado (Incilius - Bufo periglenes)
Costa Rica
Filo Chordata
Clase Amphibia
Orden Anura
Familia Bufonidae
Status UICN ver 3.1 Extinto
Status CITES Apéndice I

U.I.CN. - Extinto

 

Nombre científico: Incilius periglenes, Bufo periglenes (Savage, 1967)

Descripción general y características

Los machos son de color anaranjado uniforme brillante, las hembras son de color negro a verde olivo con manchas grandes de color rojo brillante. Es probable que sean los anuros que presentan el dimorfismo de color más llamativo.

Con una glándula parótida posterior al ojo, o apenas anterior al nivel de la axila, de tamaño moderado a pequeño, menos de la mitad del área del párpado superior. Carece de tímpano. Poseen tubos de Eustaquio y ostia pharingea. La longitud estándar de adultos machos es de 41 a 48 mm., hembras de 47 a 54 mm.

Comportamiento

Son diurnos. La mayor parte del año lleva una vida sigilosa fuera la vista, ocultándose bajo las hojas y el musgo (aparentemente son fosoriales). Pero al principio de la estación lluviosa emergen para llevar a cabo una orgía breve de apareamiento y desove. Este es el momento en que se puede observar.

Hábitat

Viven en en el bosque nuboso.

Distribución geográfica

En la Reserva Biológica Bosque Nuboso Monteverde, de 1971 a 1987 se observaron cientos a miles de “sapos dorados”. Durante estos años, utilizaron la mayor parte del tiempo escondidos, emergiendo para reproducirse cada año de marzo a junio.

Causas de disminución

Esta especie se considera en la actualidad como extinta, a pesar de que su hábitat se localiza en un sitio pristino dentro de la Reserva Biológica Bosque Nuboso de Monteverde.

Hay varias hipótesis sobre la desaparición del “sapo dorado” a continuación se citan algunas aseveraciones al respecto:

– Algunos científicos argumentan que si el “sapo dorado” se extinguió, se debió a que era una especie candidata a la extinción natural (como pasó con el sapo (Ollotis holdridge) en las faldas del Volcán Barva (Parque Nacional Braulio Carrillo) que se extinguió a finales de la década de los ochenta).

– Otros científicos argumentan la hipótesis de que las condiciones calientes y secas presentes en 1987, fueron el factor clave para que se diera la extinción.

– En 1987 se observaron 1500 individuos, pero el reclutamiento fue cerca de 0 (29 renacuajos en metamorfósis). De 1988 a 1990 se observaron sólo 11 sapos adultos. Parece ser que la drástica disminución se debió a que este sapo esté estivando bajo el suelo y que ellos emergerán cuando las condiciones sean favorables.

Algunas especies de la misma familia pueden vivir hasta 30 años y muchas especies del mismo género pueden vivir más de 10 años. Así que la población del “sapo dorado” es probable que sea capaz de persistir durante algunos años con un pobre reclutamiento. Este descenso del “sapo dorado” puede ser producto de una fluctuación natural en número.

Años en donde se ha llevado a cabo un gran reclutamiento, es seguido por años de una reproducción pobre durante los cuales la población declina. Con 1 o 2 años de reproducción exitosa por individuos viejos la población podría recuperarse.

– Algunos investigadores resumen la desaparición de la siguiente manera:

1 – Los sapos no emergen en su número normal debido a que las condiciones de reproducción no son las apropiadas.

2 – La ausencia de estos sapos refleja una mortalidad catastrófica, causada por la degradación ambiental, cambio climático u otros factores (radiación de rayos ultravioletas, lluvia ácida, etc.).

3 – La declinación de esta especie se debió a una serie de extinciones inducidas por el clima, combinado con un bajo potencial de recolonización. Así mismo, por otro lado la deforestación u otras actividades humanas pueden incrementar el impacto de estos trastornos.

4 – La desaparición del “sapo dorado” y del “sapo pintado” (Atelopus varius) en Monteverde, se ha ligado al fenómeno El Niño (1986-87). A esto se asocian también químicos tóxicos en la atmósfera, los cuales pudieron tener algún efecto sobre la Reserva y en grandes concentraciones, quizás jugaron un papel importante en la declinación de anuros en 1987.

Medidas de conservación

Está protegida y regulada por la Ley de Conservación de Vida Silvestre No. 7317, además de la Ley Orgánica del Ambiente No. 7554 y el decreto No. 26435-MINAE.