El delfín oscuro o Dusky, asiduo visitante de la Patagonia Argentina, es el más vistoso a la hora de saltar. Al sacar el cuerpo varios metros fuera del agua ejecuta maniobras increíbles girando sobre si mismo o dando varias vueltas en el aire para volver a caer estrepitosamente sobre la superficie del agua. Es por eso incomprensible que, tanto estos delfines como cualquier otro, no puedan escapar al quedar encerrados en redes de pesca flotantes. Se cree que los delfines asocian estos saltos con un juego y son una muestra de buen humor y que por esa razón no lo pueden relacionar con una forma escape.
Normalmente se ve a estos hermosos animales en grupos de 5 a 25 individuos, en ocasiones se los puede divisar en grupos más grandes de hasta 100 individuos. En la provincia de Chubut hay registros de manadas de 300 individuos navegando juntos. Cuando uno de ellos realiza un salto fuera del agua parece contagiar a los demás que comienzan a saltar también.
A principios de 1999 el barco de pesca “Mar Salvaje”, con bandera argentina y puerto base en la Ciudad de Mar del Plata se encontraba pescando ilegalmente en la zona de exclusión de la merluza y capturó, en lo que ellos definieron como “pesca accidental” a cincuenta delfines dusky que murieron en la cubierta del barco sin que los tripulantes, de origen ruso, intentaran volverlos al mar cuando aún vivían.
“No se puede defender lo que no se ama y no se puede amar lo que no se conoce”