La ecorregión de las Tierras Altas de Guayana en el norte de Sudamérica alberga un archipiélago de mesetas de arenisca aisladas y cumbres dramáticas sobre escarpes casi verticales. Más de 50 de las montañas más altas de la mesa son los restos de la antigua meseta de piedra arenisca que recubre el aún más antiguo Escudo granítico de Guayana.
Se extienden de 1.000 a 3.000 m de elevación. Y se llaman tepuyes (singular: tepui), una palabra de los amerindios pemón. Muchos tepuyes están decorados con espectaculares cascadas, la más alta de las cuales (de hecho, la más alta del mundo) es la caída de Angel Falls de 979 metros.
Ubicación y descripción general
Estas características dramáticas en el paisaje perforan una amplia matriz de sabanas de tierras altas y bosques tropicales en todo el sur de Venezuela, con algunos valores atípicos en el oeste de Guayana, Surinam y el norte de Brasil. Cientos de montañas de arenisca más pequeñas también existen en la ecorregión.
Los tepuyes son característicamente empinados de cima plana, escarpes casi verticales interrumpidos por taludes en terrazas. Algunas montañas presentan contornos de cumbre irregulares más ondulantes. Cada montaña muestra sus propias características espectaculares de forma, biodiversidad o elevación.
Los picos más altos son Pico da Neblina en Brasil a 3.014 m, el Pico Phelps adyacente (2.992 m) en Venezuela, seguido de Roraima-tepui (2.810 m) y Cerro Marahuaka (2.800 m), ambos en Venezuela. Cerro Ichún, cerca de la frontera entre Brasil y Venezuela, tiene la mayor superficie de todas las montañas de piedra arenisca con una superficie total de 3.260 km2 a una altura de 1.400 m.
En las cumbres más altas, la temperatura puede caer a un extremo de 0 ° C, pero en general las temperaturas en las cumbres varían de 8 ° a 20 ° C en promedio durante el año, dependiendo de la elevación. Los tepuyes están constantemente húmedos y reciben de 2.000 a 4.000 mm de lluvia al año con una estación seca sutil. Los suelos son generalmente oligotróficos (bajos en nutrientes).
El Escudo de Guayana, en el que descansan los tepuyes, consiste en un sótano de roca con una variedad de tipos de rocas ígneas y metamórficas formadas durante diferentes períodos geológicos que comienzan hace 1.800 millones de años.
La mayor parte de este sótano granítico estaba cubierto con muchas capas de arena que posteriormente fueron comprimidas y cementadas juntas hasta un espesor de varios miles de metros para formar rocas de cuarcita y arenisca.
Después del levantamiento de esta capa que una vez fue continua, la erosión posterior resultó en la separación y aislamiento de las montañas de Tepui, hace aproximadamente 180 millones de años. Estos restos de roca madre antigua altamente erosionada son algunas de las formaciones geológicas más antiguas de toda América del Sur.
Flora
La vegetación en las montañas de Tepui es distinta de la vegetación de los bosques húmedos amazónicos circundantes y forma un complejo biogeográfico. Se llama la provincia florística de Pantepui, aunque tiene una distribución discontinua, ya que solo abarca los ecosistemas por encima de los 1.500 m.
Las asociaciones florísticas varían de una montaña a otra. La ecorregión se caracteriza principalmente por una diversidad de matorrales montañosos, prados, comunidades de rocas abiertas y bosques.
Hay un grado extraordinario de riqueza de especies en estas cimas de montañas aisladas, y albergan algunos de los más altos endemismos de plantas en el norte de América del Sur. De las 2,322 especies de plantas vasculares en 630 géneros en la provincia florística, 766 (33) son endémicas de la provincia y 65 están restringidas al Escudo de Guayana.
Un tepui representativo alberga cuatro zonas de vegetación distintas que comienzan en la base, continúan hasta la pendiente del astrágalo, hasta la base de la escarpa (acantilado) y finalmente la cumbre de la montaña. La base de la montaña surge de la sabana de las tierras altas o del bosque lluvioso de hoja perenne en elevaciones por debajo de los 500 m de altitud.
La estera ininterrumpida de la selva tropical entre montañas, con un dosel de entre 25 y 45 m de altura, está dominada por elementos de tierras bajas de la Amazonía o Guayana (estas ecorregiones también tienen floras distintas). Las familias amazónicas incluidas son Lauraceae, Magnoliaceae, Elaeocarpaceae, Rubiaceae y Myrtaceae.
Los bosques montanos húmedos se asientan en las laderas del astrágalo por encima de los 500 m de altitud con árboles de alta estatura (hasta 60 m). Finalmente, los géneros de tierras bajas abandonan las laderas superiores dando paso a los miembros de los géneros montanos Clusia, Monorobea, Miconia, Graffenrieda, Magnolia, Myrcia, Drimys y Viburnam.
Las especies de las Ericaceae típicamente tropicales de las tierras altas o templadas se vuelven comunes en estos bosques nubosos junto con los helechos. En estos bosques más fríos y húmedos de las laderas del astrágalo superior, han evolucionado especies de ascendencia andina.
Moviéndose hacia la base de los acantilados, la mayoría de las plantas son individuos resistentes atascados en las grietas o que viven en los estratos de arenisca desnuda. Estas plantas pertenecen a especies que han evolucionado en estrecha asociación con este tipo de hábitat. Los miembros de la Bromeliaceae (familia de la piña) son particularmente exitosos aquí, especialmente en los géneros Cottendorfia, Navia y Brocchinia.
La vegetación de la cumbre es de particular interés, y es aquí donde se encuentra el alto endemismo característico de la provincia florística de Tepui. En las cumbres se encuentran cinco tipos de vegetación: 1. bosques de árboles altos o enanos, incluidos los bosques ribereños; 2. epífitas en asociaciones forestales; 3. grietas sombreadas de rocas, acantilados y repisas; 4. sabana abierta húmeda o seca sin afloramientos rocosos; y 5. afloramientos rocosos expuestos, áreas arenosas o rocosas abiertas.
Algunas cumbres endémicas ocurren en la mayoría o en todas las montañas, como las especies insectívoras Drosera roraimae y Urticularia humboldtii. Otros están altamente localizados, ocurriendo solo en una sola cumbre; 18 de estos taxones endémicos han sido identificados en los tepuyes. Los bosques en las cumbres, cuando están presentes, son bajos (8-15 m), pobres en especies y restringidos a arroyos y grandes depresiones.
Algunas asociaciones de vegetación en estos bosques bajos son Bonnetia neblinae y Neotatea neblinae; Podocarpus roraimae, Schefflera umbellata, Daphnopsis steyermarkii, Psychotria jauaensis, Befaria sprucei y Weinmannia velutina; y la asociación endémica en el Cerro Yapacana de Bonnetia tristyla, Tepuianthus yapacanensis, Symplocos yapacanensis y Gongylolepis yapacana.
La ecorregión de Tepui en su conjunto comprende cuatro distritos fitogeográficos basados en criterios florísticos y geográficos, cada uno agrupado en bloques de montaña, y cada uno con su propio conjunto de taxones característicos y endémicos. El Distrito del Este está delimitado por la distribución del árbol endémico Bonnetia roraimae.
Algunos géneros endémicos de este distrito incluyen Quelchia, un género arbustivo de la familia del girasol; Connellia, en las Bromeliaceae; y Tepuia, en la Ericaceae (familia de los arándanos). El Distrito Sur, a lo largo de la frontera oriental de Venezuela-Brasil, alberga extensos matorrales, praderas y frecuentes bosques bajos.
Esta región tiene el mayor número de taxones de plantas con flores endémicas con una familia endémica (Saccifoliaceae) y doce géneros endémicos. El Distrito Oeste es la más extensa de arenisca y montañas graníticas que albergan la característica Kunhardtia rhodantha de flores rojas, los melastomas arbustivos Graffenrieda y Meriania, y una serie de especies endémicas de Phyllanthus.
El último distrito fitogeográfico, el Distrito Jaua-Duida, comprende cumbres generalizadas que comparten géneros como Tyleria, Neotatea y Tepuianthus, así como las especies dominantes de praderas Stegolepis grandis.
Características de la biodiversidad
La vegetación en los tepuyes muestra un endemismo muy alto (33%). Un total de 20 especies del género de bambú Myriocladus son endémicas de los tepuyes. Los géneros de plantas endémicos de la ecorregión de Tepuis incluyen Brewcaria, Tepuia, Celiantha, Neblinantha, Pyrrorhiza, Comoliopsis, Mallophyton, Adenanthe, Aracamunia, Marahuacaea, Coccochondra, Rutaneblina, Saccifolium, Achlyphila y muchos otros. Muchas orquídeas y plantas insectívoras también están presentes.
Fauna
La ecorregión de Tepuis alberga 186 especies de mamíferos, ubicadas principalmente en las laderas más bajas de las montañas. Este número incluye 9 primates que viven aquí, incluyendo monos aulladores (Alouatta seniculus), monos nocturnos (Aotus trivirgatus), monos titi (Callicebus torquatus), uakari negro (Cacajao melanocephalus), capuchinos llorones (Cebus olivaceus) y sakis de cara blanca ( Pithecia pithecia). Aquí viven cinco gatos, incluidos los jaguares (Panthera onca) y los pumas (Puma concolor). Algunos mamíferos están restringidos a esta región de la Amazonía;
Estos incluyen una zarigüeya endémica (Marmosa tyleriana) y una zarigüeya de orejas blancas (Didelphis albiventris), comadrejas de cola larga, perezosos de garganta pálida y una gran variedad de murciélagos (Diclidurus isabellus, Pteronotus personatus, Phyllostomus latifolius, Anoura gelossroihatris geofroyhatris geouroisis , un roedor endémico (Podoxymys roraimae), tres ratas trepadoras del género Rhipidomys y dos cobayas (Cavia).
Se encuentra una gran cantidad de aves en la ecorregión de Tepuis (628 especies) con 41 endémicas, incluyendo tepui tinamous (Crypturellus ptaritepui), periquito de hombros de fuego (Pyrrhura egregia), loros tepui (Nannopsittaca panychlora), roraiman nightjarit (Caprimulgus) Swifts (Cypseloides phelpsi), sabrewings de pecho rufo (Campylopterus hyperythrus), sabrewings de pecho pulido (C. duidae), coquettes de pavo real (Lophornis pavoninus), tepui goldenthroats (Polytmus milleri), brillantes de terciopelo blanco (Helio), espigadoras de follaje (Automolus roraimae), tepui antpittas (Myrmothera simplex), fruiteaters de bandas rojas (Pipreola whitelyi), tres manakins (Pipra cornutai, P. pipra y Chloropipo uniformis), entre muchos otros.
Los reptiles y los anfibios abundan en las cumbres y laderas de los tepuyes. Las serpientes más feroces que ocurren aquí incluyen fer-de-lance (Bothrops asper), serpientes de coral (Micrurus spp.), Boa constrictor (Boa constrictor) y bushmasters (Lachesis muta). Las iguanas (Iguana iguana) son ubicuas y las lagartijas tegus (Tupinambis spp.) Son comunes.
Estado actual
Debido a la inaccesibilidad de las empinadas laderas y las altas cumbres de las montañas de Tepui, gran parte del hábitat natural está intacto. Sin embargo, ha habido muchos cambios antropogénicos.
Los incendios provocados por el hombre en la base de las montañas han destruido la vegetación en áreas extensas. Las montañas de más de 800 m están designadas como áreas protegidas de conservación como monumentos naturales, parques nacionales o reservas de biosfera.
Sin embargo, debido a la lejanía de las montañas, la aplicación de las normas de conservación por parte del personal de reserva es difícil. Las actividades ilegales como la minería y la quema de oro proceden sin control. La vegetación en las cumbres de algunos tepuyes accesibles a pie, en particular Roraima-tepui y Auyán-tepui, han sufrido contaminación ambiental y daños en las manos (y pies) de los excursionistas visitantes.
Tipos y gravedad de las amenazas
Las visitas a las cumbres de Tepui por excursionistas y campistas dan como resultado la vegetación pisoteada, el despojo de especies leñosas para leña, incendios y escapes; todo lo cual amenaza especies y hábitat. Las operaciones ilegales de extracción de oro y diamantes en las laderas más bajas del Tepui destruyen no solo la vegetación, sino también la estructura misma de la montaña.
Los incendios provocados por humanos en la sabana abierta en la base de los tepuyes pueden alcanzar los bosques y afloramientos rocosos en las laderas o incluso en la cumbre. Se ha detectado evidencia de fuego en diez cumbres.
La recuperación de la vegetación de los tepuyes es muy lenta probablemente debido a los suelos pobres. La caza excesiva representa una amenaza para algunos mamíferos y aves. El calentamiento global podría tener un impacto dramático en la biodiversidad de estas montañas.