Las compañías petroleras afirman que millones de metros cúbicos de petróleo o gas de esquisto pueden recuperarse desde debajo de partes del subsuelo a través del proceso conocido como “fracking”.
La fractura hidráulica, o fracking, es una técnica diseñada para recuperar gas y petróleo de las rocas de esquisto.
¿Qué es el fracking?
El fracking es el proceso de perforación en la tierra antes de que una mezcla de agua a alta presión se dirija a la roca para liberar el gas o el petróleo de su interior.
Se inyecta agua, arena y productos químicos en la roca a alta presión, lo que permite que el gas fluya hacia la cabeza del pozo.
El proceso puede llevarse a cabo verticalmente o, más comúnmente, perforando horizontalmente la capa de roca, lo que puede crear nuevas vías para liberar hidrocarburos o usarse para extender los canales existentes.
El término fracking se refiere a cómo la roca se fractura por la mezcla de alta presión.
Esta técnica se utilizó por primera vez en la costa este de Estados Unidos, en 1860. Originalmente se hacía uso de nitroglicerina. En 1930 se reemplazaron los explosivos por ácidos. En 1947 comenzaron las pruebas para la utilización de agua. Este método empezó a aplicarse por la empresa Standard Oil en 1949, pero la compañía de George P. Mitchell, considerado como el padre del fracking, logró la primera fracturación hidráulica comercial recién en 1998.
¿Cuáles son las ventajas del fracking?
El fracking permite a las empresas de perforación acceder a recursos de petróleo y gas difíciles de alcanzar.
En los Estados Unidos, ha aumentado significativamente la producción nacional de petróleo y ha reducido los precios del gas. Se estima que ha provisto de seguridad en la disponibilidad de gas a los EE.UU. y Canadá durante aproximadamente 100 años y ha presentado una oportunidad para generar electricidad a la mitad de las emisiones de CO2 del carbón.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha señalado que Estados Unidos se ha convertido en 2018 en el primer productor mundial de petróleo merced al enorme crecimiento del crudo no convencional.
Pero…
Estas son las desventajas
En el proceso del fracking, se inyecta una enorme cantidad de agua y arena a una presión altísima, calculada entre 345 y 690 atmósferas, lo que equivale a la presión a profundidades entre 3.450/6.900 metros bajo el mar. La mezcla incluye una considerable cantidad de productos químicos, algunos muy tóxicos, que se vierten en cada pozo. Una parte retorna a la superficie junto a los hidrocarburos, y un manejo incorrecto de los mismos puede contaminar el suelo.
En un informe de 2011 de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo, se informa que mediante la fractura hidráulica se produce una “emisión de contaminantes a la atmósfera, afectando las aguas subterráneas debido a caudales de fluidos o gases provocados por escapes o vertidos, fugas de líquidos de fracturación y descargas no controladas de aguas residuales, así como la utilización de más de 600 productos químicos para liberar el gas natural”.
También en 2011 el Departamento de Salud Pública de la Universidad de Colorado y la Universidad de Duke también informaron sobre contaminación por metano proveniente de los procesos de fracking.
“La contaminación de los acuíferos por metano tiene efectos adversos sobre la calidad del agua”. El metano emitido a la atmósfera tiene una alta incidencia en el calentamiento global, aunque las cantidades emitidas sean pequeñas, debido a que su contribución al efecto invernadero es 21 veces mayor que el del CO2.
Incidencia en el cambio climático
La utilización de técnicas que favorecen la extracción de combustibles fósiles va en contra del Acuerdo de París.
De generalizarse el fracking se verán frustradas las esperanzas de alcanzar para finales de siglo la meta de incrementar la temperatura mundial en menos de 2° C en relación al nivel preindustrial.
El gas de esquisto (shale gas) se compone en más de un 90% de metano, poderoso gas de efecto invernadero. Si bien su presencia en la atmósfera es 220 veces menor que el dióxido de carbono, como ya dijimos, su contribución al efecto invernadero es muy superior.
Según acuerdos climáticos en reuniones y cumbres climáticas, la utilización de los GEI debe reducirse a cero para finales de siglo.
La explotación de yacimientos no convencionales y la práctica de nuevas técnicas para extraer hidrocarburos dejan entrever serias dificultades para alcanzarlo. No lograrlo, podría ser fatídico.
¿Qué países lo utilizan?
Solo cuatro países en el mundo producen shale gas o shale oil comercialmente. Ellos son: Estados Unidos, Canadá, China y Argentina.
Estados Unidos es el país que más rápido ha avanzado en la producción de petróleo no convencional, utilizando distintas técnicas de perforación profunda y fractura hidráulica de rocas.
¿Existen regulaciones?
Según diversas fuentes, en los Estados Unidos el esta técnica extractiva goza de numerosas exenciones medioambientales: la industria del petróleo y el gas, está exenta del cumplimiento de las principales leyes federales sobre medio ambiente desde que se aprobara la “Energy Policy Act”, en el año 2005.
Estas leyes incluyen importantes regulaciones como “la protección del derecho a un aire y agua limpios, la prevención de sustancias tóxicas y la emisión de productos químicos en el medio ambiente.
Entre las leyes en las que el fracking está exento, se encuentran la «Clean Air Act» (ley por un aire limpio), «Clean Water Act» (ley por un agua limpia), «Safe Drinking Water Act» (ley por el derecho al agua potable), «National Environmental Policy Act» (ley de política medioambiental nacional) o la «Resource Conservation and Recovery Act» (ley por la recuperación y conservación de los recursos).
¿En qué países está prohibido?
El fracking está prohibido en Francia desde 2011, en Bulgaria desde 2012. También en 2012 el gobierno alemán decidió detener temporalmente este tipo de extracción.
En España, en 2012 y 2013, las comunidades autónomas de Cantabria y La Rioja, respectivamente, lo prohibieron en su territorio y Valle de Mena (Burgos) se declaró municipio libre de fracking.
Suiza ha prohibido el uso de la tecnología. En Italia dos proyectos de fueron paralizados. En Irlanda del Norte, en 2011, el parlamento votó una moratoria de dos años. El senado lo avaló en junio de 2017. En Irlanda, en 2013, el gobierno estableció una moratoria de dos años sobre la explotación del shale gas.
Algunos estados y ciudades de USA han prohibido el uso de la técnica o han declarado moratorias o bien dictado normas para establecer este tipo de extracción. Entre otros podemos citar a Vermont, Nueva Jersey y Nueva York.
En Inglaterra, en 2016 la primera ministra decidió quebrar la moratoria y dar un impulso al fracking, y de paso a la energía nuclear, suprimiendo el Departamento de Energía y Cambio Climático. Una de las primeras licencias fue concedida a la compañía Cuadrilla en Lancashire, luego escenario de la batalla contra el fracking protagonizada por grupos ecologistas.