La energía eólica ofrece una opción sostenible en la búsqueda de energía renovable.
El viento es el movimiento del aire desde un área de alta presión a un área de baja presión. De hecho, el viento existe porque el sol calienta de manera desigual la superficie de la Tierra. A medida que sube el aire caliente, se mueve aire más frío para llenar el vacío. Mientras brille el sol, soplará el viento. Y el viento ha servido durante mucho tiempo como fuente de energía para los humanos.
Los antiguos marineros usaban velas para capturar el viento. Los agricultores alguna vez usaron molinos de viento para moler sus granos y bombear agua. Hoy, más y más aerogeneradores extraen electricidad de la brisa. Durante la última década, el uso de turbinas eólicas ha aumentado más del 25 por ciento por año. Aún así, solo proporciona una pequeña fracción de la energía del mundo.
Cómo funciona
La mayor parte de la energía eólica proviene de turbinas que pueden ser tan altas como un edificio de 20 pisos y tener tres palas de 60 metros de largo. El viento hace girar las palas, que hacen girar un eje conectado a un generador que produce electricidad.
Las turbinas eólicas más grandes generan suficiente electricidad en un año (aproximadamente 12 megavatios-hora) para abastecer a unos 600 hogares tipo.
Los parques eólicos tienen decenas y, a veces, cientos de estas turbinas alineadas juntas en lugares particularmente ventosos. Las turbinas más pequeñas instaladas en un patio trasero pueden producir suficiente electricidad para una sola casa o pequeña empresa.
La floreciente industria de la energía eólica
El viento es una fuente limpia de energía renovable que no produce contaminación del aire o del agua. Y dado que el viento es libre, los costos operativos son casi cero una vez que se erige una turbina.
La producción en masa y los avances tecnológicos están haciendo que las turbinas sean más baratas, y muchos gobiernos ofrecen incentivos fiscales para estimular el desarrollo de la energía eólica.
Los inconvenientes incluyen quejas de los locales de que las turbinas eólicas son feas y ruidosas. Las cuchillas que giran lentamente también pueden matar pájaros y murciélagos, pero no tanto como los automóviles, las líneas eléctricas y los edificios de gran altura. El viento también es variable: si no sopla, no se genera electricidad.
Sin embargo, la industria de la energía eólica está en auge. Gracias a los esfuerzos mundiales para combatir el cambio climático, como el Acuerdo de París, la energía renovable está experimentando un auge en el crecimiento, con la energía eólica a la cabeza.
De 2000 a 2015, la capacidad eólica acumulada en todo el mundo aumentó de 17,000 megavatios a más de 430,000 megavatios. En 2015, China también superó a la UE en el número de turbinas eólicas instaladas y continúa liderando los esfuerzos de instalación.
Los expertos de la industria predicen que si este ritmo de crecimiento continúa, para 2050 un tercio de las necesidades de electricidad del mundo serán satisfechas por la energía eólica.