La habilidad de los elefantes para comunicarse entre sí, a través de las vibraciones que producen en el suelo, ha inspirado a un equipo de zoólogos en Namibia a imitar estas señales para llamar a los animales perdidos y guiar su regreso a la reserva natural. Los expertos reprodujeron los leves temblores que produce una hembra en celo y lograron que los machos se dirigieran al lugar de donde provenía la vibración.
Según explicó la doctora Caitlin O'Connell-Rodwell de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, esta herramienta permitiría evitar que los elefantes del Parque Nacional Etosha se vean involucrados en violentos conflictos con los campesinos del lugar. "Los elefantes en celo respondieron muy bien. Hemos demostrado que podemos 'obligar' a los elefantes a seguir un camino específico", aseguró O'Connell Rodewell durante una conferencia en Chicago. "La respuesta fue muy intensa y directa. No esperábamos semejante intensidad. Creemos que es una herramienta muy útil para los guardaparques, para ayudar a los elefantes a no meterse en problemas", agregó la experta. Elefantes en problemas Es sabido que los elefantes tienen la habilidad de detectar las vibraciones en la tierra a través de grandes distancias. Entre estas vibraciones se incluyen las que producen las hembras cuando están en celo, algo que ocurre sólo cada cinco años. O'Connell Rodewell pensó que si se reproducía este temblor, se podría para atraer a los elefantes que se escapan de la reserva de Etosha y causan como resultado daños en las cosechas o rompen las instalaciones de agua de los campesinos, que en muchos casos acaban disparándoles. "Es muy difícil hacerlos regresar. He estado estudiando el comportamiento de los elefantes durante 15 años y siempre me preguntaba si era posible, basándonos en sus hábitos, hallar una solución a este problema", dijo O'Connell Rodewell y agregó: "Nadie había pensado en usar su forma de comunicarse de esta manera". Bajo tierra Para someter la idea a prueba, la zoóloga enterró un parlante bajo la tierra y transmitió este sonido apenas audible para los seres humanos, dado que se encuentra en el límite más bajo de nuestra frecuencia auditiva. El sonido viaja a través de las patas de los elefantes y llega a través de los huesos hasta el hueso del oído medio. Si bien pueden escuchar los llamados para aparejarse desde una distancia de hasta 10 kilómetros, se estima que pueden sentir las vibraciones desde distancias aún más lejanas. "En este experimento sólo emitimos los llamados a una distancia de 500 metros, pero creemos que funciona con distancias mucho mayores", concluyó O'Connell Rodewell. El último comentario se muestra en esta página, los anteriores podrás leerlos en las páginas subsiguientes. Todos los comentarios requieren de la aprobación del administrador. No se publicarán consultas, las que sugerimos realizar a través del formulario de contacto.Sólo los usuarios registrados pueden escribir comentarios. Por favor valídate o regístrate. Powered by AkoComment 2.0! |