"Aunque la sustitución de los combustibles fósiles por biocombustibles
--elaborados a partir de biomasa vegetal-- puede parecer un paso en la
dirección correcta para evitar el agravamiento del cambio climático,
los planes previstos para su producción y uso no sólo no solucionan ese
grave problema sino que agravan muchos otros", señalan desde WRM.
Según la organización, "centenas de millones de hectáreas de tierras
fértiles se concentrarán bajo el poder de grandes transnacionales y
pasarán, de producir alimentos, a producir combustibles, en un mundo
donde el hambre y la desnutrición son ya problemas gravísimos".
WRM se muestra convencido de que los países del Norte "no se plantean
seriamente reducir su consumo desmedido de combustibles" y, como en la
mayoría de los casos, "no disponen de tierras agrícolas suficientes
para autoabastecerse de materia prima, sus gobiernos y empresas planean
promover cultivos de biodiesel y etanol fundamentalmente en los países
del Sur".
Esta decisión generará "nuevos impactos a los ya existentes en los
bosques" ya que la producción de biocombustibles en gran escala y
dirigida a la exportación requiere extensos monocultivos de árboles, de
caña de azúcar, de maíz, de palma aceitera y de soja, entre otros.
Estos monocultivos "ya son la primera causa de despoblamiento rural y
deforestación en todo el mundo".
Deforestación
En este sentido, la organización recuerda que la soja --que se utiliza
en la producción de biodiésel-- es "la principal causa de deforestación
en la Amazonía brasileña y en Paraguay, aún antes de que se haya
comenzado a producir con fines energéticos". En idéntica situación se
encuentra la palma aceitera, "principal causa de deforestación en
Indonesia, que también está impactando en bosques de muchos otros
países de África, Asia y América Latina".
Además, el desarrollo de tecnologías para convertir la madera en etanol
"impulsará una expansión aún mayor de los monocultivos de árboles de
rápido crecimiento, tanto en áreas boscosas --aumentando así la
deforestación-- como sobre suelos de pradera".
La organización recuerda que la deforestación y el cambio en el uso de
los suelos "implican la liberación del carbono allí almacenado, a lo
que hay que agregar las emisiones resultantes del cultivo,
procesamiento y transporte de los propios biocombustibles".
"Es decir, que el balance neto de carbono en las áreas destinadas a la
producción de biocombustibles puede ser hasta negativo, aumentando así
la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, que es
precisamente lo que se pretendía evitar con este cambio", alertan.
"En el mismo proceso se expulsarán a millones de productores rurales y
pequeños campesinos, que en su mayoría deberán emigrar a los cinturones
de miseria de las grandes ciudades" por lo que resulta "evidente",
según WRM, "que ésta no es una buena solución ni para la gente ni para
el Medio Ambiente".
Oportuinidad de negocio
"Sin embargo, es una excelente oportunidad de negocios para grandes
empresas. Es por ello que tantos gobiernos, organismos de asistencia,
agencias bilaterales, organismos multilaterales y expertos
internacionales están involucrados en la promoción de esta absurda
solución para servir los intereses de esos poderosos grupos económicos,
que son quienes dictan las políticas globales en su propio beneficio",
denuncia la organización.
Por todas estas razones, WRM se muestra convencido de que "el problema
central es el modelo en el que se los pretende implementar,
caracterizado por la gran escala, el monocultivo, el uso masivo de
insumos externos, la utilización de transgénicos, la mecanización y su
exportación para alimentar el consumo desmedido de energía que se
realiza en el Norte".
Al llamamiento de WRM se han unido varias ONG, así como organizaciones
de pueblos indígenas y movimientos de agricultores que demandaron a la
ONU, en la conferencia celebrada en Nairobi sobre el Cambio Climático
entre los pasados 6 y 17 de noviembre, a suspender "inmediatamente"
todos los subsidios y otras formas de apoyo a la importación y
exportación de biocombustibles.
Las citadas organizaciones emitieron un comunicado conjunto en el que
explican que "no hay nada verde ni sostenible en el biocombustible".
"En lugar de destruir las tierras y el sustento de las comunidades
locales y pueblos indígenas del Sur, exhortamos a los países del Norte
a reconocer su responsabilidad en la destrucción del sistema climático
del planeta, reducir su consumo de energía hasta alcanzar niveles
sostenibles, pagar la deuda climática que han ocasionado y aumentar
sustancialmente la inversión en energía solar y en energía eólica
sostenible".
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Biocombustibles Escrito por Invitado el 2011-06-01 08:15:44 Me parece un artículo muy esclarecedor. Yo creía que el biodiesel era bueno, pero ahora me doy cuenta que es sólo otro fantasma que viene a rondar este país del nunca jamás. Gracias por la información la utilizaré para un trabajo de investigación. ¡Gracias por abrirme los ojos! |