Los investigadores, con sudor escurriendo de sus cejas, miden la altura
y anchura de las llamas y después precisan hasta dónde se internó el
fuego en el bosque.
Un mes después, el equipo cuenta los árboles restantes para determinar cuántos murieron.
La mayor sorpresa en los primeros incendios, a decir del investigador
en jefe, Daniel Nepstad, del Centro de Investigación Woods Hole en
Falmouth, es "que muchos de los grandes árboles logran sobrevivir. Eso
es una buena noticia: este es un bosque resistente".
La mala noticia es que las sequías, que promueven incendios, se han
vuelto cada vez más comunes aquí, cobrando un terrible precio sobre el
bosque tropical, y, con el tiempo - creen Nepstad y muchos científicos
más -, sobre el clima del resto del mundo.
Cada vez que un árbol muere y decae, su carbono es absorbido por
microbios y otros organismos en el suelo para, con el tiempo, ser
liberado como bióxido de carbono, el gas de invernadero. A lo largo de
la más severa temporada de sequía en el Amazonas en 40 años, la sequía
e incendios accidentales acabaron el año pasado con medio millón de
toneladas métricas de árboles en Brasil, en un cálculo conservador;
árboles que absorben el equivalente de carbono a las emisiones anuales
de California y el estado de Nueva York combinados.
Brasil es uno de los 10 mayores contaminantes por carbono. En Estados
Unidos, China y otros países, los combustibles fósiles son la mayor
fuente de emisiones, pero 70 por ciento de los gases de invernadero en
Brasil se producen a causa de la tala de bosques e incendios
forestales, con base en datos del Instituto del Amazonas para
Investigación Ambiental.
Nepstad es uno de varios investigadores afirmando que un ciclo vicioso
de sequía y los incendios que ésta desata podrían acelerar la
transformación de un tercio del Amazonas en vegetación de matorrales en
décadas venideras.
''La gente tiende a enfocarse en los glaciares y los polos como señales
de advertencia temprana del calentamiento mundial, pero los bosques
tropicales también están mostrando las señales. El proceso está en
marcha, y es alarmante'', dijo. "La pérdida de árboles en áreas remotas
del Amazonas afecta a la población de Nueva Inglaterra, debido a que
tiene el potencial de acelerar el calentamiento global en todo el
mundo''.
Previamente en este mes, en negociaciones sobre el cambio climático
efectuadas en Nairobi, Kenia, funcionarios brasileños propusieron la
creación de un fondo para compensar a las naciones del bosque tropical
por mantener intactos los mismos bosques. Bajo el Protocolo de Kyoto
con miras a la reducción de emisiones de gases de invernadero, los
países pueden ganar ''créditos de carbono'' por plantar nuevos bosques,
que necesitarán de varios años para absorber cantidades significativas
de carbono. Sin embargo, no hay recompensa por proteger el viejo bosque
antes de que sea quemado o talado por completo.
En el ínterin, Nepstad está tratando, con urgencia creciente, de
precisar si el bosque tiene un ''punto de quiebre'' tras el cual una
sequía excesiva e incendios tendrían consecuencias irreversibles. El
registro histórico sugiere que los grandes incendios barrieron el
Amazonas cada varios siglos en el pasado; actualmente ocurren cada dos
décadas.
En una plantación de soya y caucho del estado brasileño de Mato Grosso,
en el extremo sureste del Amazonas, el quipo de Nepstad ha pasado dos
años incendiando el bosque para estudiar su capacidad para sobrevivir y
restablecerse por sí mismo. Sus experimentos en un proyecto similar
sobre la sequía mostraron que el tercer año consecutivo de sequía
dispara una pérdida significativa de grandes árboles.
El Amazonas es un ''gigantesco aire acondicionado'', en las palabras de
Nepstad, que evapora agua y enfría a la región. Pero, a medida que los
árboles mueren, va desapareciendo esa función enfriadora.
Renato Ramos da Silva, meteorólogo , dice que cuando se remueve la capa
forestal, cambian las formaciones de nubes, lo cual ocasiona un
descenso en la precipitación pluvial y da origen a patrones climáticos
más severos, con granizo e incendios incandescentes. Además, el humo de
los incendios inhibe la caída ulterior de lluvia.
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¡¡¡Hola!!! Escrito por Invitado el 2011-06-08 17:46:37 Me encantó su nota y me sirvió para hacer la tarea. ¡¡¡Muuuchas gracias!!! |