En
Argentina suceden hechos tan absurdos que superan la ficción. En ningún
lugar del mundo, en realidad en ningún país serio, se propondría
colocar un vertedero de basura en un área especialmente protegida por
la UNESCO y por el Estado para preservar el medio ambiente. Sin embargo
en esta Nación todo es posible: Jorge Paredi, Intendente de la
Municipalidad del Partido de Mar Chiquita, pretende colocar un predio
de disposición final de residuos dentro de la Reserva Mundial y
Provincial Parque Atlántico Mar Chiquito. Los vecinos se encuentran
preocupados por el peligro de contaminación de este sistema biológico
que contiene la única albufera del país y una de las tres que hay en
todo el mundo.
La Laguna Mar Chiquita es de un valor incalculable no sólo en lo
ambiental y ecológico, sino también en lo social y económico, por lo
que en 1996 la UNESCO la declaró Reserva Mundial de la Biosfera. No
sólo este organismo internacional fijó la atención en el cuidado de tan
importante ecosistema, la provincia de Buenos Aires lo incluyó en el
régimen de Parques y Reservas Naturales (ley10.907), mediante la ley
12.270 que la categorizó como Reserva Natural de Uso Múltiple y Refugio
de Vida Silvestre.
Bajo la vieja premisa de que lo que no se ve no existe, Paredi buscó un
lugar lejos de la vista del público, pero dentro del área ecológica
protegida, para realizar el basural. El predio elegido es la parcela
22bt, una fracción de campo que se encuentra en el Paraje el Espinillo.
Para llegar a las 7 hectáreas donde ya se realizaron las cavas para
enterrar los residuos, hay que tomar el camino vecinal que nace en la
Escuela Rural 12 y transitar unos 4 kilómetros. La zona elegida por el
intendente es perfecta para sus objetivos, no se puede ver desde la
Ruta 11 y aparentemente está lejos de todo. Sin embargo la parcela
elegida no reúne ninguna de las características necesarias para la
instalación de un predio de disposición final de residuos. A nadie en
su sano juicio se le puede ocurrir que una reserva ecológica es el
lugar apropiado para tirar basura.
Un grupo de vecinos preocupados por la situación, con el apoyo de la
Sociedad Rural de Mar Chiquita, la Federación Universitaria Argentina,
Federación Universitaria Marplatense, el Centro de Estudiantes de la
Facultad de Derecho, organizaciones ambientalistas y otros sectores
interesados, solicitaron al reconocido abogado en derecho ambiental
José Esain la realización de un dictamen técnico sobre la viabilidad de
la instalación del basural dentro de la reserva. El documento será
entregado el lunes 9 por la mañana al Poder Ejecutivo, al Concejo
Deliberante y al Comité de gestión de la Reserva de la Biosfera.
No sólo las leyes de la lógica indican que el lugar menos indicado para
realizar actividades contaminantes sean estos reservorios de flora,
fauna, aire y paisaje. Las leyes que regulan la materia contiene
prohibiciones expresas. El informe realizado por Esain revela que "el
predio que ha sido seleccionado por la administración local es
inadecuado porque sobre él penden varias prohibiciones que proviene de
diferentes normas:
1. La ley 25916 en su artículo 20 claramente prohíbe la instalación de
centros de disposición final en áreas protegidas como las áreas
regladas por la ley 10907.
2. La ley 10907 además prohíbe claramente la construcción de cualquier
tipo de obras, instalaciones, viviendas, a excepción de las necesarias
para el funcionamiento como áreas naturales de conservación (art. 20
inc. j). Esto incluye un relleno sanitario que implicará una serie de
actividades incompatibles con lo reglado por ésta norma.
3. La resolución 1143/02 que claramente prohíbe en el punto 1.1.5 la instalación de rellenos sanitarios en éstas zonas".
"Cuando decimos que el predio es a priori inviable como centro de
disposición final lo decimos porque de nada servirá el procedimiento de
evaluación de impacto ambiental, el que ni siquiera se debería iniciar
pues estamos ante una actividad prohibida en dicha zona por ser área
natural. En las áreas naturales las actividades prohibidas no están
sujetas al procedimiento de EIA sino que sólo lo deben completar las
actividades permitidas", continúa el dictamen y agrega que "la
prohibición es clara, no reglamentable, no sujeta a interpretación e
insalvable y depende de una norma nacional sólo modificable por otra
norma de la nación de igual rango y contenido material".
La biodiversidad de este paraíso natural es inmensa. El número de
especies de aves registradas en este humedal llega a 168, destacándose
los patos, benteveos, churrinches, chorlos, gaviotas, gaviotines,
horneros y canasteros. Además es visitado por 38 especies de aves
migratorias provenientes de América del Norte, Sudamérica y la
Patagonia. Se destaca también por albergar a la lagartija de los
médanos y otras especies dunícolas endémicas, además del zorro gris,
carpinchos y una gran variedad de artrópodos. La riqueza íctica está
representada por 53 especies de peces continentales y marinos. Este
sitio, privilegiado por la naturaleza, requiere de nuestro mayor
esfuerzo para conservarlo. Es necesario un compromiso de los
municipios, usuarios, habitantes del lugar y la sociedad en general con
el objetivo de mantenerlo de un modo adecuado para las generaciones
presentes y futuras.
Si se analizan someramente lo que acarrearía la instalación del basural
en la reserva llegaremos a consecuencias terribles como la
contaminación de la laguna y la muerte de aves que se alimenten en el
vertedero de residuos. Ante la existencia de un paraíso, en el que se
pueden realizar, entre otras actividades, pesca deportiva, observación
de aves, investigación biológica, caza fotográfica, turismo rural y
campamentos, la propuesta ambiental y turística es instalar un
basurero.
Mientras muchos especialistas recomiendan la designación de la reserva
como Sitio Ramsar para aumentar su protección, lo que generaría además
la entrada de recursos internacionales para un manejo sostenible, el
Intendente se empeña en agredirla.
"Mar Chiquita es un humedal de extraordinaria importancia para el
país y a nivel mundial. Resulta entonces esencial fortalecer las
iniciativas de conservación de la biodiversidad, uso racional y rescate
del patrimonio cultural", sostiene Alejandra Cornejo del Centro en
Defensa de la Pesca Nacional (CeDePesca) en una nota publicada en la
página ambiental Proteger.
El partido de Mar Chiquita es de un tamaño muy importante, 3196
kilómetros cuadrados, por lo que la reserva, que ocupa cerca de 26.500
hectáreas, representa un porcentaje menor al 10 por ciento del total
del territorio. Es decir, que al Intendente le queda más del 90 por
ciento de la superficie para realizar el relleno sanitario. No se puede
entender por qué se empeña en hacerlo dentro de un área ecológica
protegida.
Otras particularidades que marcan la irracionalidad del lugar elegido,
es que un importante porcentaje del predio es inundable, frente al
predio hay una laguna, en estos tiempos muy mermada por la terrible
sequía que se vive en la zona. Llama la atención además, la presencia
de un canal que funciona como desagüe de los excesos de lluvia. Este
conducto atraviesa varios campos de la zona, incluida la parcela
elegida como basural, y termina su recorrido en el Arroyo Dulce, uno de
los principales afluentes de la albufera. Inexorablemente los líquidos
que se producen por el proceso de putrefacción de la basura y los
agentes contaminantes van a ir por este canal a la Laguna Mar Chiquita.
La contaminación no sólo llegara a la laguna y a los campos vecinos por
el mencionado conducto de desagüe, sino también mediante las napas
freáticas que se encuentran muy cerca de la superficie. Los recursos de
agua subterránea se hallan a poca profundidad y al estar íntimamente
vinculados con las aguas superficiales que las alimentan, en épocas de
lluvia se encuentran a profundidades inferiores, por lo que son
fácilmente contaminables.
El Concejo Deliberante del Partido de Mar Chiquita, por expreso pedido
del Poder Ejecutivo, tratará el tema en estos días. Analizará el
dictamen técnico presentado por los vecinos y se planteará la
aprobación de la ordenanza que permite el arrendamiento de la parcela
22bt y avanzar otro paso hacia la realización del basural en la
reserva. Los dirigentes políticos deben reflexionar y tomar conciencia
que en algunos años las autoridades del municipio cambiarán, pero el
vertedero de residuos con sus nefastas consecuencias seguirán por
cientos y cientos de años. Sin dudas, la ordenanza que deberían
sancionar tendría que ser la que establezca una prohibición municipal
de realizar relleno sanitarIo en la zona de la Reserva de Uso Múltiple
y Refugio de Vida Silvestre creada por ley 12.270.
Los interesados en participar en esta lucha, sin importar afinidad
política o ideológica (la pelea no es en contra de nadie sino a favor
de la reserva), pueden contactarse con los vecinos vía e-mail
(noalbasuralenreservamarchiquita@yahoo.com.ar).
Vecinos de Mar Chiquita y Santa Clara, Sociedad Rural de Mar Chiquita,
Federación Universitaria Argentina, Federación Universitaria
Marplatense y Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho.
Teléfonos: Prensa: Juan Castagnari (155-300306), Concejal: Alfredo
Rabino (156-801051), Dictaminador Técnico: Dr. José Esain (492-0827 o
474-0826 mail: jaesain@yahoo.com.aar), Sociedad Rural: Ingeniero Pedro
Bolo (154-004707 o 155-213489). Vecino: Aníbal Ballesteros:156-859866.
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