Gráficos, estadísticas, información completa sobre muestras y unas muy
claras "recomendaciones" dirigidas a quienes toman decisiones
políticas, se encuentran en la "Síntesis de los principales resultados
del proyecto de evaluación del recurso sábalo en la baja cuenca del
Paraná", el estudio que tantas veces ha sido citado en la polémica
sobre el sábalo (Prochilodus lineatus).
La investigación que la Secretaría de Medio Ambiente de Santa Fe
entregó a El Litoral fue desarrollada por la Subsecretaría de Pesca y
Acuicultura de la Nación (SAGPyA), las provincias de Entre Ríos y Santa
Fe, el Instituto Nacional de Limnología (INALI- UNL-Conicet) y el
Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP).
El trabajo contó con el presupuesto necesario para disponer de un
trabajo de campo, que valida las técnicas de muestreo realizadas.
Luego de recorrer cifras sobre el exponencial aumento de las
exportaciones, y la situación de riesgo a la que está expuesta la
especie (por ser sometida a prácticas depredatorias), el informe da
unas recomendaciones muy precisas.
El Estado, según los investigadores, debe: "Evitar el uso de trasmallos
(redes de tres telas); limitar el esfuerzo de pesca; establecer un
sistema de áreas protegidas; estudiar el uso de artes específicos para
la captura de otras especies; permitir mallas no menores de 140 mm en
la pesquería del sábalo; y establecer un tamaño mínimo de captura no
inferior a 34 cm de “longitud estándar” (de la cabeza a la base de la
aleta); implementar un sistema de obtención de datos de captura y
esfuerzo pesquero; y mantener un programa de monitoreo permanente del
recurso pesquero y otros aspectos de la pesquería".
Hecho y por hacer
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Marcelo Terenzio, interpreta
que parte de estas recomendaciones ya se llevan a cabo y otras deben
profundizarse. Advierte que existe un tercer grupo de recomendaciones
-con exigencias menores a las establecidas por la ley de pesca
provincial-, que "no van a hacer que cambiemos las reglamentaciones
actuales".
En otras palabras, Terenzio adelantó que aunque el estudio recomiende
una abertura mínima en las redes de 14 centímetros, los controles
seguirán haciéndose sobre la exigencia normativa vigente de 16 cm, que
dispone la Ley de Pesca 12.212.
Del mismo modo, el funcionario advirtió que la talla "estándar" de la
que habla el estudio (de 34 cm como mínimo) es igual a los 42 cm de
largo total que exige la ley santafesina. Y reiteró que insistirá ante
la provincia de Entre Ríos para que se adopten iguales requerimientos.
Terenzio puso especial énfasis en la definición respecto de "limitar"
el esfuerzo de pesca. Y recordó que en su gestión se incrementaron los
controles (tras establecerse multas en la legislación) se produjeron
clausuras y aumentaron las exigencias en la fiscalización. Destacó que
"en parte" esto significa "tomar acciones como las que se estudian: el
establecimiento de vedas periódicas, la suspensión de exportaciones, o
el cupo que pusimos desde nuestra gestión a las exportaciones. Y que
pondremos para 2007, basándonos en las cifras de la fiscalización por
parte de las municipalidades, que se integran al control".
"Es un principio precautorio que respaldamos y tiene como fin asegurar
la continuidad de la actividad y el recurso, frente a prácticas
depredatorias", subraya.
"No hay extinción ni un colapso"
El Litoral preguntó a Terenzio si las conclusiones y las cifras de la
investigación habían confirmado, aumentado o aliviado su preocupación
por la situación del sábalo.
"El estudio -respondió- nos permite decir que el sistema no está en
colapso: que las pesquerías no están en una situación de colapso: y que
no es cierto que el sábalo se extinga. No hay hoy, sin dudas, una
situación de extinción. Lo que sí nos queda muy claro es que ha
existido una práctica no sustentable del recurso, a la que combatimos y
combatiremos. Creo que lo que en síntesis dice el estudio es que
estamos en una situación de riesgo, y por eso se hacen recomendaciones,
algunas como las que se han tomado y otras como las que debemos seguir
tomando".
"Urgente"
Para el estudio integral sobre el sábalo "es urgente evitar que la
expectativa de rendimientos altos, no sustentables, lleve a un
dimensionamiento excesivo de la capacidad de captura y procesamiento,
muy difícil de revertir, que podría forzar una situación de sobrepesca
y eventual colapso".
Textuales
El estudio integral sobre el sábalo -en su versión sintetizada- tiene
una presentación de una decena de páginas tamaño oficio. A
continuación, -aunque desprovistos de su contexto investigativo- se
exponen párrafos, que alarman por lo contundente de sus aseveraciones.
Entre paréntesis se agregan conceptos al original, para facilitar su
comprensión.
Tamaño: "Todas las distribuciones (los lugares en los que se hicieron
las capturas muestrales, en la cuenca baja del Paraná) muestran una
frecuencia muy baja de ejemplares por encima de los 40 centímetros".
Generación ausente: "en la distribución de frecuencias de tallas de las
cohortes (las generaciones de sábalos) presentes durante el período de
muestreo (...) nótese la ausencia de individuos correspondientes a la
cohorte que debió originarse en el período reproductivo 2003-2004".
Incertidumbre: "teniendo en cuenta el nivel de incertidumbre asociado a
estas estimaciones (estadísticas basadas en técnicas de muestreo) y la
tendencia de la pesquería al incremento del esfuerzo (la creciente
actividad pesquera y frigorífica) y la reducción de los tamaños de
mallas; la situación debe ser considerada como riesgosa".
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El
secretario Medio Ambiente, Marcelo Terenzio, expuso sus opiniones sobre
el extenso informe presentado en Buenos Aires por la Subsecretaría de
Pesca y Acuicultura de la Nación y el INIDEP. El estudio desató
encendidas polémicas desde su inicio. El sábalo es el principal pescado
de río exportado en grandes volúmenes precisamente desde esta región
del río Paraná.
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