La conclusión surge espontáneamente después de ver el documental Una
verdad incómoda, que anteayer se proyectó en el preestreno organizado
por la Fundación Vida Silvestre.
A partir de una presentación del ex vicepresidente norteamericano Al
Gore, la película -que el mes próximo debería estrenarse en el país-
pasa revista de las evidencias científicas que demuestran que el cambio
climático se debe a las emisiones de gases de efecto invernadero
posteriores a la revolución industrial; entre ellos, y muy
especialmente, el dióxido de carbono. Y, créanme, es muy convincente...
Según un documento de la Fundación, las emisiones mundiales de gases de
efecto invernadero vienen creciendo aceleradamente desde 1945, y el
mayor aumento absoluto se registró en 2004. El 77% corresponde al
dióxido de carbono y el 24,6% se debe a la producción de energía. Basta
con sumar dos más dos para comprender que un ahorro energético en el
nivel global ayudaría a mitigar la acumulación de este gas en la
atmósfera y a atenuar el calentamiento. Pero... ¿cómo?
A corto y mediano plazo, asegura Giulio Volpi, especialista en clima y
energía, la clave para reducir emisiones es la eficiencia. Uno de los
ejemplos más palmarios de lo que se puede lograr en este terreno es el
de las heladeras: en estos electrodomésticos, el consumo promedio se
redujo a menos de un tercio en treinta años por la aplicación de
mejoras tecnológicas.
En los escenarios prospectivos, más de la mitad de la reducción posible
en el uso de la energía surge de la eficiencia en el uso. Y, sacando
los motores industriales, los rubros con mayor potencial de ahorro son
la iluminación hogareña y el standby , que es el consumo que se produce
cuando un aparato está apagado o "en espera" para responder a señales
de controles remotos o llamados entrantes. Para identificarlos puede
servir fijarse en cuáles tienen una lucecita encendida día y noche, o
displays digitales.
Uno piensa que el consumo de uno de estos aparatos es despreciable. Y
tiene razón. Pero si suma el gasto de todos los equipos, descubre que
puede llegar a oscilar entre los 50 y los 70W por familia. Vayamos
multiplicando...
El standby residencial tiene un potencial de ahorro de entre el 47 y el
54%. De modo que si queremos hacer algo para evitar el cambio
climático... podemos empezar por casa.
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Ambientalista autodidacta Escrito por Invitado el 2006-10-31 18:49:51 Es verdad que mucho podemos reducir con esta metodología y me parece excelente el estudio realizado como el paliativo temporal para el problema como una especie de medida de para que aumente mas lento el problema, pero sólo es eso lograr que aumente mas lentamente cuando el verdadero problema es que las industrias que nos envenenan día a día no toman ninguna medida y los funcionarios que tienen que obligarlos miran para otro lado. |