La destrucción de este ozono, el cual calienta la atmósfera superior,
podría tener impactos profundos sobre el clima global. Y lo peor es que
algunos modelos climáticos sugieren que el calentamiento global
incrementará el porcentaje de la fuerza de los vientos polares. Los
científicos han creído por mucho tiempo que los gases nitrógeno-oxígeno
altamente reactivos, a los que se refieren colectivamente como NOx,
eran atraídos hacia abajo sólo cuando se formaban grandes cantidades
durante tormentas solares intensas.
Pero el invierno pasado, cuando la actividad solar fue baja, los
fuertes vientos circunpolares sobre el Ártico produjeron un importante
flujo de gases hacia abajo. Vientos fuertes más frecuentes harían bajar
más gases y disminuirían más la capa de ozono, lo que a su vez
afectaría el cambio climático.
Sin embargo, la autora del estudio, Cora Randall, una científica
atmosférica de la Universidad de Colorado, indica que otros modelos
climáticos muestran que el calentamiento global hará que los vientos
polares disminuyan. “Quedan todavía muchas interrogantes”, dice ella.
El ozono desempeña dos papeles importantes en la parte media de la
atmósfera, conocida como estratosfera. A elevaciones más bajas, las
moléculas bloquean la luz ultravioleta (UV), reduciendo así la cantidad
de rayos que causan cáncer de piel que llegan a tierra.
La mayoría de las preocupaciones sobre la reducción del ozono envuelven
porciones más bajas de la estratosfera -alrededor de 7 millas sobre la
superficie de la Tierra- donde los contaminantes que proceden de abajo
pueden destruir el ozono.
Pero más arriba en la estratosfera, la luz UV interactúa con el ozono
para calentar el tenue aire a 30 millas sobre la Tierra, cerca del
límite donde la estratosfera se encuentra con la siguiente capa: la
mesosfera.
Los gases NOx se crean en la mesosfera cuando es bombardeada por
partículas energéticas del espacio exterior que son atraídas a los
Polos por el campo magnético de la Tierra. Normalmente, el NOx
permanece en lo alto de la mesosfera, de donde es rápidamente
desintegrado por la luz solar. Pero los vientos fuertes y a gran
altitud pueden crear un vórtice que atrae los gases hacia abajo, hacia
la estratosfera superior.
“Siempre que se alcancen estos vientos, el NOx va a bajar, y va a
destruir el ozono”, dice Randall, cuyo estudio fue publicado en la
revista Geophysical Research Letters.
Antes del evento del año pasado, la única vez de la que hay constancia
en que más NOx descendió de la mesosfera fue en el invierno de 2003-04.
Las tormentas solares aquella temporada crearon tanto NOx arriba en el
Ártico que los gases provocaron una reducción del 60% en las moléculas
de ozono de la región.
Los cambios en la cantidad de ozono alteran la cantidad de
calentamiento en la atmósfera superior, afectando potencialmente el
clima global, dice Randall.
En particular, menos ozono significa una atmósfera más fría en los
Polos. Esto crea una diferencia de temperatura más grande entre los
Polos en el Ecuador, lo que a su vez podría conducir a cambios en los
patrones del viento, dice Randall.
Aunque los vientos del año pasado fueron probablemente un efecto
natural, el calentamiento global podría afectar los vientos en el
futuro. Pero los científicos están tratando todavía de comprender de
qué manera las muchas capas de la atmósfera se afectan entre sí e
impactan el clima.
“Nosotros sólo tenemos una atmósfera”, dice Randall. “Quisiera poder
decirle a la gente cómo esto va a afectar a las personas en tierra,
pero todavía hay que establecer muchas conexiones”.
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El planeta nos necesita... Escrito por Invitado el 2009-12-13 11:57:34 Qué interesante noticia sobre los vientos de invierno.A la vez estoy triste por lo que nosotros estamos convirtiendo a nuestro planeta. ¡Probablemente tengamos un feo futuro! |