Página 1 de 2 Brasil
destruyó en un año un total de 18,9 millones de hectáreas de selva
amazónica, un área del tamaño de Israel, pero el gobierno celebró este
lunes el resultado como el más importante triunfo de su política
ambiental.
La cifra de 2005, medida entre agosto de 2004 y julio pasado,
representa una caída del 31 por ciento respecto a los 27.000 kilómetros
cuadrados desforestados entre agosto de 2003 y julio de 2004 cuando
hubo un salto en el indicador anual, explicó la ministra del Ambiente,
Marina Silva.
El ritmo más acelerado de destrucción durante los dos primeros años del
gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva desató entonces una lluvia de
críticas de ecologistas de todo el mundo.
"Por primera vez en la historia de estas mediciones, este año se
produjo una reducción significativa en el índice de desforestación",
afirmó la ministra en una rueda de prensa en el palacio de gobierno de
Planalto.
La cifra de este año, 18,9 millones de hectáreas, equivale a unos 17 millones de campos de fútbol.
Eso significa que cada dos segundos fue destruida un área equivalente a
una manzana residencial de cualquier ciudad bien planificada.
"Nuestro gran desafío es hacer esa reducción sustentable y no una
montaña rusa, para mantener constante la reducción", dijo Silva
respecto a la necesidad de conjugar esa caída con proyectos sociales y
agrícolas ecológicamente correctos.
"La selva en pie tiene más valor que la selva derrumbada para el
cultivo de soja o la ganadería", aseguró Silva en referencia a los dos
principales productos de exportación de Brasil.
"Queremos que siga siendo selva y que siga siendo pública, evitando la ocupación ilegal de la tierra", agregó.
En los estados amazónicos ya hay 160.000 hectáreas que fueron
desforestadas en el pasado y luego abandonadas, por lo que es posible
aumentar la producción de granos y carne en la región "sin desforestar
más", según el gobierno.
El ministerio del Ambiente calcula que por cada real invertido (cerca
de 45 centavos de dólar) en la protección de la selva, se salvan 6,40
reales (2,90 dólares) en recursos forestales y madereros que pueden ser
usados de manera sustentable.
Según el Instituto Brasileño del Medio Ambiente, la fiscalización evitó
la destrucción de 8.300 kilómetros cuadrados de bosques y fueron
salvados al menos 207.000 metros cúbicos de madera.
Las "acciones concretas" de fiscalización involucraron a agentes del Ibama, el ejército y la policía.
También hay en marcha una estrategia de regularización de la propiedad de la tierra en los estados amazónicos, dijo Silva.
Hasta 2002 y 2003, señaló la ministra, las cifras de deforestación eran
conocidas con un año de retraso, "cuando eran un hecho consumado".
Ahora se obtiene información en tiempo real, gracias al uso de modernas
tecnologías, a la planificación y acción coordinada de varias
dependencias.
Grupos ecologistas afirman que las cifras son subestimadas, que las
acciones de fiscalización son insuficientes para un área de cinco
millones de kilómetros cuadrados.
También alegan que la destrucción de la selva se debe principalmente a
empresas madereras y carboneras con conexiones nacionales e
internacionales que se aprovechan de un denso esquema de corrupción
para mantener sus crímenes ecológicos.
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No puedo soportarlo... Escrito por Invitado el 2005-12-13 22:57:33 Me indigna penosamente esta situación, en la queme siento verdaderamente impotente hasta para quejarme, por el hecho de que sólo soy una voz más, y que nuestras palabras no son escuchadas. No puedo creer como seguimos destruyendo el mundo, incluso sabiendo que lo hacemos... lo peor de todo es que nadie, nadie toma conciencia por ejemplo de este caso en particular. ¿Porqué no nos quejamos? | |