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Ríos, provincia de la República Argentina, cuenta con ocho Areas de
Importancia para la Conservación de las Aves. Se trata de redes de
hábitat esenciales para diferentes especies que se encuentran en real
peligro de extinción.
En la provincia hay 400 tipos diferentes de pájaros, 16 de los cuales
están en riesgo. “Algunas de las actividades nocivas son el desmonte y
el desarrollo creciente de la agricultura”, se indicó.
En la Argentina existen mil especies de aves silvestres, con el
privilegio de que muchas de ellas son exclusivas de esta zona del
mundo. El problema que empaña esta cuestión es que, debido a diferentes
causas —como la cacería y el tráfico ilegal de fauna—, cerca del 10 %
de esas aves está en peligro de extinción.
En este contexto, juega un papel clave el programa de las Areas
Importantes para la Conservación de las Aves (AICAs), que se basa en
identificar, documentar y conservar una red de lugares que son
fundamentales para la supervivencia de las diferentes especies.
Este programa —que trabaja con herramientas aplicables en lo cotidiano,
como educación ambiental, instrumentos legales y monitoreo constante—
tiene una vital importancia: las investigaciones científicas han
demostrado que los sitios que son valiosos para la conservación de las
aves, también lo son para cuidar plantas y otros animales. Así, se
deduce que respetar las AICAs es proteger a la naturaleza en su
totalidad.
En la Argentina se han identificado 273 AICAs, repartidas en todas las
provincias. Sumadas todas esas zonas, cubren el 12 % de la superficie
del país. En nuestra provincia hay ocho.
La región
Entre Ríos es un territorio rico en variedad de aves. Para comprobarlo,
basta saber que se han registrado aproximadamente 400 especies
diferentes, cifra que representa el 40 % de la totalidad a nivel país.
No obstante esta riqueza natural, existen factores que atentan contra
la vida de los pájaros. Tal es así que, de las 400 especies
registradas, 16 se encuentran amenazadas de extinción, lo que implica
que hay que monitorear sus poblaciones en el terreno.
“Algunas de las actividades nocivas para las aves son el desmonte y el
desarrollo creciente de la agricultura, donde se incluyen plantaciones
de arroz y soja. Todo esto tiene un gran efecto perjudicial sobre los
ambientes naturales, por eso es muy importante mantener zonas que no
sean alteradas por el hombre y donde la flora y la fauna puedan
desarrollarse sin agresiones”, explicó Lorena López, la responsable de
Prensa de Aves Argentinas —ONG que coordina el programa AICAs en
nuestro país—.
El hecho de que se hayan identificado ocho áreas importantes para la
conservación aviar en Entre Ríos “es un gran paso en favor del cuidado
de la vida silvestre, pues aunque la provincia posee un sistema de
áreas protegidas, aún se encuentra en estado de desarrollo”, agregó.
En un reciente estudio realizado por las organizaciones de conservación
más importantes del mundo, se reconoció a las AICAs del sur de Entre
Ríos como uno de los sitios de la Tierra que requieren urgente
protección. Algunas de las aves presentes son el capuchino pecho
blanco, el capuchino corona gris, la pajonalera pico curvo y el tordo
amarillo.
La historia
Para convertirse en AICA, un área debe tener aves amenazadas de
extinción, contener especies con rango de distribución restringida,
tener especies representativas de un bioma o poseer concentraciones
numerosas de aves en sitios de reproducción, durante su migración, o en
sus sitios de hibernación.
El primer programa de AICAs (IBAs por sus siglas en inglés) fue
iniciado por la ONG BirdLife International en 1985 en Europa, como
respuesta a una petición de la Comunidad Económica Europea (CEE) de
producir una lista de sitios prioritarios por proteger en ese
continente.
Al reconocer las oportunidades de conservación que posibilita el
programa, los socios de BirdLife iniciaron planes de AICAs en todo el
mundo. Hoy en día el programa se ha extendido a 90 países en seis
continentes.
Los objetivos del programa de AICAs son: identificar una red de áreas
que conserven la diversidad natural de las especies de aves y que sean
críticas para la viabilidad a largo plazo de las poblaciones naturales
de las aves; reconocer las acciones necesarias para la conservación de
cada sitio identificado y promover y apoyar proyectos de conservación
para la protección y monitoreo de esas áreas. El éxito del plan
depende, en parte, de la participación y colaboración de corporaciones
autónomas, asociaciones de ornitología, científicos, naturalistas y de
personas o instituciones involucradas en la protección de la naturaleza.
El dato
9.800 especies. Es la cantidad de especies de aves que existen en todo
el mundo. De ellas, 1.186 —es decir el 12%— se encuentran en serio
riesgo de extinción.
Acerca de Aves Argentinas
Aves Argentinas —organización no gubernamental nacida en 1916, que
trabaja para la conservación de las aves silvestres y sus ambientes
naturales— es la entidad encargada de la coordinación nacional del
programa de Areas de Importancia para la Conservación de las Aves.
Esta ONG publicó el primer inventario nacional, titulado Areas
Importantes para la Conservación de las Aves en la Argentina, sitios
prioritarios para la conservación de la biodiversidad.
Para contactarse con Aves Argentinas, hay que concurrir a la sede en la
ciudad de Buenos Aires (25 de Mayo 749, 2º 6) o comunicarse con los
teléfonos (011) 43121015/ 2284/ 8958. También se puede escribir a
aicas@avesargentinas.org.ar; o ingresar a www.avesargentinas.org.ar.
Puntos clave en la provincia
• Parque Nacional El Palmar: Ubicado en el departamento Colón, tiene
una superficie de 8.500 hectáreas. Descripción: propiedad estatal con
protección total. Amenazas: introducción de especies exóticas,
forestación e incendios, recreación y turismo no regulados, caza,
erosión, construcción e impacto de represas. Especies: halcón
peregrino, pava de monte común y esparvero variado.
• Selva de Montiel: Se extiende por los departamentos Federal, La Paz y
Feliciano. Cuenta con una superficie de 70 mil hectáreas.
Descripción: propiedad privada sin protección. Amenazas: deforestación,
intensificación agrícola, comercio de palmeras y aves, caza. Especies:
cardenal amarillo, ñandú, chimachinas y charatas.
• Perdices: En Gualeguaychú, el área se extiende en 50 mil hectáreas.
Descripción: propiedad privada sin protección. Amenazas:
intensificación de la agricultura, tala y extracción de leña, quemas y
captura de aves. Especies: monjita dominica, tordo amarillo,
esportillero pampeano y monterita canela.
• Pastizales de Ibicuy: En el departamento Islas de Ibicuy, cuenta con
una superficie de 10 mil hectáreas. Descripción: propiedad privada sin
protección. Amenazas: agricultura, ganadería y forestación. Especies:
ñandú, pajonalera pico recto, capuchino garganta café y playerito
canela.
• Parque Nacional Diamante: En Diamante, se extiende en 2.458
hectáreas. Descripción: propiedad estatal con protección total.
Amenazas: caza, tala, ganadería y quemas. Especies: atajacaminos ala
negra, capuchino castaño y pato real.
• Ñandubaysal-El Potrero: En el departamento Gualeguaychú, cuenta con 55 mil hectáreas de superficie.
• Islas de Victoria: En Victoria, se extiende a lo largo de 50 mil hectáreas.
• Ceibas: En el departamento Ibicuy, cuenta con una superficie de 10 mil hectáreas.
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Declaran reserva de uso múltiple a selva Escrito por Marcela Lossada el 2006-06-09 08:11:15 La selva de Montiel fue declarada reserva de uso múltiple provincial por el gobierno de la provincia de entre ríos El miércoles 10 de mayo de 2006, la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos sancionó con fuerza de Ley un proyecto que declara Reserva de Uso Múltiple Provincial a 70.000 hectáreas que se encuentran en buen estado de conservación, de la mítica "Selva de Montiel". Ahora resta que la Ley, cuyo texto, entre otras cosas, alienta a realizar actividades relacionadas al ecoturismo y la convivencia armónica entre el hombre y el medio ambiente; sea reglamentada para que dichas medidas se implementen en el corto plazo y se cumplan de forma efectiva. Con esta medida, que es el resultado conjunto del esfuerzo de diferentes actores políticos, funcionarios del Municipio de Federal y voluntarios de la Gestión “Selva de Montiel” perteneciente a la Fundación de Historia Natural Félix de Azara, queda concretado un viejo anhelo conservacionista y saldada una enorme deuda pendiente que se tenía hasta el momento con la mítica selva a la que le cantaron poetas como Atahualpa Yupanqui, José Larralde, Linares Cardozo, Martiniano Leguizamón y Jorge Luis Borges, entre otros, es la zona de mayor biodiversidad de todo el espinal entrerriano. La riqueza natural de Montiel Este maravilloso ambiente es en realidad un bosque seco, que conforma el distrito más septentrional de la ecorregión del Espinal. Se trata del distrito del ñandubay, una leguminosa pariente de los algarrobos, de tronco retorcido y bella copa aparasolada. El ñandubay es acompañado en estos pagos por dos bonitas palmeras: la yatay, que es la que encontramos en el Parque Nacional el Palmar y la característica caranday, más pequeña y que exhibe sus hojas secas en forma de pollera y se defiende de los herbívoros armándose de unas hojas largas y punzantes. Este bosque se caracteriza por la abundancia de especies tanto vegetales como animales que lo pueblan y llenan de color el entorno, especialmente en las épocas más húmedas del año. Esto fue lo que generó su denominación popular de "selva". De esta manera, podemos encontrar coloridas enredaderas, orquídeas, culebras arborícolas, yacarés, gran diversidad de anfibios en los humedales y muchas aves, entre las que se cuentan algunas muy raras o en peligro de extinción, como el cardenal amarillo, la charata, el pato real, la bandurria mora, capuchinos o corbatitas (extraños habitantes de los pastizales húmedos), monteritas, dormilones, etc. Entre los mamíferos, hay carpinchos, gatos monteses, zorrinos, armadillos, comadrejas, corzuelas o "virachos", zorros y varias especies de murciélagos. Existe además la posibilidad de que algunos ejemplares de aguará guazú (en serio peligro de extinción) aún recorran ese hermoso territorio, resistiendo valientemente el irresponsable avance de las actividades humanas. Para más información contactarse con: lossadamar@hotmail.com 03/06/2006 |
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