La belleza de esa cuenca, y el hecho de tener sus aguas unas tres veces
la salinidad del mar la hacen muy atractiva para un segmento turístico,
aún por explotar. Pero, su existencia misma está amenazada de extinción.
Ante ese desafío, el secretario de Estado de Medio Ambiente y Recursos
Naturales en este país, Max Puig, accedió a conversar sobre el tema con
Prensa Latina.
El Lago Enriquillo forma parte de un conjunto de ecosistemas,
particularmente significativos para República Dominicana, al punto que
forman parte de la única Reserva de la Biosfera en el país
(Jaragua-Bahoruco-Enriquillo).
Sus características, agregó, le han permitido desarrollar una fauna
también peculiar, como es el caso de los cocodrilos de agua salada.
Es el cuerpo interior de agua más importante de La Hispaniola
(Dominicana y Haití) en extensión. Cuando está plenamente lleno alcanza
unos 260 kilómetros cuadrados de superficie, lo cual lo convierte en el
mayor de Las Antillas.
Recientemente, comentó Puig, presentamos ante la comunidad del sur del
país el certificado internacional que declara al conjunto del sistema
del Lago Enriquillo un humedal de importancia internacional, en el
marco de la Convención Ramsar, para la protección de los mismos.
El nivel de las aguas de este depósito singular ha venido disminuyendo
de manera visible a través de los años, producto de la intensa
evaporación, en una zona donde las temperaturas superan los 38 grados
Celsius, y del desvío de sus afluentes.
Es interés del Gobierno dominicano, a través de esta secretaría de
Estado, respondió el funcionario, mejorar los niveles de atención y
protección de esa y otras áreas protegidas del país.

Luis
Carvajal, biólogo especializado en fisiología vegetal y profesor de la
Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), fue categórico al
explicar los atentados ecológicos.
En el Lago Enriquillo el principal problema es la disminución de las
entradas de agua por la deforestación en las alturas que lo rodean,
afirmó Carvajal.
Se nutre de 11 ríos fundamentalmente, cinco de los cuales son
intermitentes y todos están bastante deteriorados por la deforestación
y la depredación en torno al propio embalse, explicó el investigador.
Hay tres provincias que lo rodean, y un área donde se estableció una
explotación minera para extracción de caliza en una zona de drenaje de
aguas subterráneas, denunció.
Los ríos llegan con escaso volumen y sales en sus aguas. Las mismas se
evaporan a un nivel superior a la pluviometría y eso hace aumentar la
salinización y disminuye progresivamente el área del embalse, dijo
Carvajal.
Frente a esos problemas, acotó Puig, estamos desarrollando un proceso
de calificación del personal y nos interesan sobremanera los
intercambios científicos con ministerios similares e instituciones
especializadas de países amigos interesadas en conocer estos espacios
particulares.
Al mismo tiempo, agregó, eso nos daría oportunidad a los académicos,
científicos y funcionarios dominicanos, de aprender de otras
experiencias y fortalecer lazos.
Quiero destacar la importancia que ha tenido el trabajo conjunto de
científicos y funcionarios cubanos y dominicanos sobre el tema de la
desertificación en ambos países, dijo el secretario de Estado de Medio
Ambiente y Recursos Naturales.
Los estudios realizados, enfatizó, demuestran hasta que punto es
importante realizar acciones para frenar un proceso que, de no ser
atendido de manera adecuada, podría provocar daños irreversibles.
Debemos recordar, insistió en el tema, que los sistemas insulares son
por lo general mucho más frágiles respecto a los continentales, y sus
peligros también mayores.
Especialmente ahora, dijo, cuando se confirman los temores sobre el incremento de los niveles del calentamiento global.
Entre las consecuencias negativas de ese fenómeno, citó, está la subida
del nivel de las aguas, lo cual afecta particularmente a las islas del
Caribe.
De ahí la importancia que le damos al trabajo en el Plan de Acción
acordado en Barbados, en defensa de los pequeños Estados insulares en
desarrollo.
Desde ese punto de vista, concluyó Puig, pensamos que Cuba y República Dominicana tenemos muchas cosas conjuntas por hacer.