Página 1 de 2 Durante
décadas, los científicos y exploradores organizaron costosas
expediciones para perseguir y fotografiar al calamar gigante, un
legendario monstruo con ojos del tamaño de platos y un pesadillesco
enredo de tentáculos con líneas de ventosas.
La meta fue siempre aprender más sobre una extraña y célebre criatura
-el de Julio Verne atacó a un submarino y el de Peter Benchley se comía
a los niños- que en la vida real se rehusó tercamente a revelar sus
secretos. Pero mientras los calamares gigantes se enredaban en redes de
pesca y eran arrastrados por la marea hacia la costa, los
expedicionarios fallaron repetidamente en sus intentos de fotografiar
uno vivo en su hábitat natural, las profundidades del mar. Sin embargo,
ayer dos científicos japoneses, Tsunemi Kubodera y Kyoichi Mori,
informaron en la revista Proceedings of the Royal Society B, donde la B
indica "biología", que habían logrado las primeras observaciones.
Trabajando a unos 960 kilómetros al sur de Tokio, en las islas
Ogasawara, fotografiaron a la criatura con una cámara robótica a una
profundidad de unos mil metros. Durante una lucha que duró más de
cuatro horas, el animal, de alrededor de ocho metros, tomó la carnada y
luego se liberó, dejando atrás un tentáculo de seis metros de longitud.
El calamar gigante, concluyen los investigadores, "parece ser un
predador mucho más activo de lo que se creía, utilizando sus largos
tentáculos para golpear y enganchar a su presa".
Aparentemente, los tentáculos pueden enrollarse, del mismo modo en que
la pitón envuelve a sus víctimas. "Esto ha sido un misterio por mil
años", dijo Richard Ellis, autor de Monsters of the Sea (Knopf, 1994).
"Nadie sabía qué aspecto tenían en su medio. Sólo los veíamos muertos.
Estas imágenes abrirán la puerta a un estudio más detallado de su
vida."
Los cazadores de calamares están atónitos. "¡Oh!", dijo Emory Kristof,
fotógrafo de National Geographic que dos veces se aventuró a Nueva
Zelanda con la esperanza de capturar imágenes del calamar gigante.
"Siempre es presuntuoso decir que uno está cazando al calamar gigante
cuando sabemos tan poco. Es fantástico que lo hayan logrado."
Los científicos japoneses trabajan para el Museo Nacional de Ciencia de
Tokio y la Asociación de Observación de Ballenas de Ogasawara. Crearon
un sistema acuático con una larga línea de la que suspendieron una
cámara robótica y luz estroboscópica. La cámara estaba orientada hacia
abajo, donde había ganchos con carnada, y tomaba fotos cada 30
segundos. Una bolsa de camarones aplastados actuaba como una atracción
odorífera.
Los calamares gigantes tienen ocho brazos cortos y dos tentáculos
largos. Uno de éstos se enredó en la carnada y la criatura se movió
violentamente durante cuatro horas y 13 minutos para liberarse. Después
se alejó dejando el tentáculo detrás de sí.
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Buen artículo Escrito por Invitado el 2005-10-03 14:12:35 Creo que la información es espectacular. Lo que no comparto es que para conseguir una foto o primicia se le haga daño al animal. No debemos destruir lo que recién conocemos o no conoceremos nada nuevo. | |