Página 1 de 2 La
extinción masiva más importante que enfrenta el planeta está bajo
nuestras narices: miles de especies de insectos desaparecen a un ritmo
impactante, 44 mil de ellos en los últimos 600 años, y es probable que
el cambio climático y la depredación de los ecosistemas tenga a otros
tantos en el umbral de la extinción.
Sin embargo, pasa desapercibido porque los estudios al respecto son muy
pocos, y sólo se han documentado 70 extinciones desde el siglo XV,
afirman investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte.
El término “especies en peligro” típicamente nos lleva a evocar
imágenes de animales carismáticos, como los tigres, pandas,
orangutanes, ballenas y cóndores.
Robert Dunn, entomólogo del campus Raleigh de la Universidad
estadounidense afirma categórico que la mayoría de las extinciones
ocurridas en el pasado, y las que van a ocurrir en el futuro, son de
insectos.
“Cientos de miles de especies de insectos están por desaparecer en los
próximos 50 años, y a muchos ni siquiera los habremos conocido”,
explica el científico.
El estudio estima que este fenómeno, hasta ahora inadvertido, provocará
cambios en los ecosistemas “dado el papel vital que juegan los insectos
en las cadenas de alimentación, el control de poblaciones de plantas y
animales y los procesos de regeneración de las tierras”.
Una oruga en un pajar. La mayoría de los entomólogos del mundo sabe de
alguna especie que no ha visto en años, afirma Dunn, pero no hay dinero
o tiempo suficiente para buscarla.
En su artículo publicado en la revista Conservation Biology, Dunn
explica que es “extremadamente difícil hacer una lista. Hay, por
ejemplo, 50 especies de hormigas en América desaparecidas desde hace
seis décadas, la mayoría perdidas en áreas urbanas en crecimiento”.
Los insectos representan 80 por ciento de todas las especies animales
conocidas. Sólo se han identificado 900 mil de ellas, y todos los
expertos coinciden en que es mayor aún el número que no se ha
documentado.
Aunque no hay consenso, los científicos estiman que podrían existir
hasta 100 millones de especies de insectos en el planeta. Encontrar y
clasificarlos es arduo, saber cuántos se están extinguiendo es todavía
más difícil. Para estimar cuántos insectos se han extinguido en
la historia reciente, Dunn usó modelos bien documentados de procesos
similares en aves y mamíferos.
Encontró que, en los últimos 600 años, han desaparecido 129 especies de
aves, 1.3 por ciento del total de todas las que existen.
Dunn, bajo la premisa de que viven en la Tierra 3.4 millones de
especies, si se extinguen a una tasa similar, aproximadamente habrán
desaparecido 44 mil especies en el mismo periodo.
“Muy pocas de estas extinciones se han documentado ya que los insectos
en general son pobremente estudiados. Además, son pequeños y difíciles
de encontrar, por lo que resulta aventurado saber si alguna ha
desaparecido para siempre”. A veces, aun en especies grandes, como
aves, es difícil demostrar su total extinción. Gran revuelo causó en
Estados Unidos la reciente reaparición de un pájaro carpintero
emblemático, el Pico de Marfil, declarado extinto desde hace 30 años.
“La mayoría, si no es que todos los insectos cuya extinción fue
registrada, son especies carismáticas, como mariposas, o aquellos cuyo
hábitat es tan restringido que se puede buscar exhaustivamente”, dijo
Dunn. Es el caso de algunos insectos en las islas hawaianas, o de
ecosistemas estudiados a profundidad, como algunos grandes bosques en
EU.
Chicos y delicados. Los insectos enfrentan retos de supervivencia a los que no sufren las especies grandes de otros animales.
Por ejemplo, muchos insectos son tan especializados que viven en rangos
geográficos tan reducidos que su sola perturbación, sin necesidad de
que se obliteren, causa gran presión ecológica y desaparecen.
Una langosta de las Montañas Rocosas en EU era tan numerosa en 1800 que
se consideraba una barrera natural contra las malashierbas. Sin
embargo, la necesidad de los vaqueros por sembrar pastos adecuados para
su ganado, desplazó las especies que constituían su alimento. La
presión la hizo desaparecer para siempre a inicios del siglo XX.
“Nunca desaparece una especie sin que tenga consecuencias en otras.
Nadie sabe qué pequeña oruga puede desencadenar algo parecido a un
efecto dominó”.
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