Fuleco, la mascota de la Copa Mundial de Brasil 2014, es en realidad un armadillo bolita que lucha en contra de la extinción.
Los científicos piden que cada gol de la Copa que se celebra en 12 ciudades brasileñas del 12 de junio al 13 de julio, se transforme en protección para el armadillo.
El armadillo bolita es un animal de 50 centímetros que cuando se siente amenazado se resguarda en su caparazón como una "bolita", por ello fue elegido como la mascota para la Copa del Mundo.
Pese a ello, la caza y la destrucción de su hábitat, conocido como la 'Caatinga', una región semiárida del norte y noreste de Brasil, suponen la principal amenaza a su supervivencia.
Asociación Caatinga propuso a la FIFA que adoptara el "tatú bola" como mascota, convencida de que Brasil, un país caracterizado por la variedad de sus bosques y selvas, podría promocionar al armadillo para proteger a especies y ecosistemas en peligro.
Más de 1.7 millones de personas tomaron la decisión de nombrar al pequeño armadillo, con un peso menor al kilogramo "Fuleco" porque fusiona las palabras "fútbol" y "ecología".
Hasta el momento Fuleco no ha empleado ningún discurso ecologista y mucho menos ha dicho que otros como él, se encuentran en peligro de extinción. Aunque la FIFA ha autorizado a empresas para que vendan productos de la mascota brasileña, ninguna parte de ese dinero ha ido destinada a la protección de la especie.
Sin embargo, que el armadillo bola haya sido elegido como la mascota oficial ha incrementado la conciencia en Brasil sobre el estatus de esta especie como vulnerable, indica la FIFA.
Científicos vinculados al instituto de biodiversidad ICMBIO del gobierno han lanzado una campaña para solicitar a la FIFA y al gobierno, que cada gol del Mundial se transforme en mil hectáreas de protección de la Caatinga.
Pese a todo, existen buena noticias para el armadillo debido a que está por salir un plan con metas específicas para su conservación, señala el ministerio de Medio Ambiente.
La Caatinga es un área más extensa que Francia, Reino Unido y Suiza juntos, que conserva aproximadamente 50 por ciento de su cobertura vegetal y constituye el hábitat de otras especies emblemáticas y amenazadas que podrían beneficiarse de esa protección, como el puma y la jaguatirica.
El armadillo bolita, con nombre científico Tolypeutes Tricinctus, en referencia a los tres cinturones que permiten que su caparazón se acople en forma de balón, es "la única especie de armadillo endémica de Brasil", además de ser la menor y menos conocida, según el Libro Rojo de la Fauna Brasileña Amenazada de Extinción.