La orca Mel no apareció esta temporada de caza de crías de lobos y elefantes marinos y los especialistas creen que pudo haber muerto. Mel es uno de los dos mamíferos marinos que permitió a los guardafaunas de Punta Norte, en Península Valdés, descubrir el varamiento intencional, una espectacular estrategia de caza para su alimentación. Y también es uno de los últimos grandes cazadores capaz de transmitir a otras orcas esa técnica que se ha hecho famosa en todo el mundo.
“Se la vio por última vez en diciembre de 2010, pero en la temporada de este año no apareció. Ya tiene 46 años y sobrepasó la expectativa de vida de las orcas macho, que no llegan a los 30”, dijo Roberto Bubas, un guardafauna especialista en orcas. “Lo más probable es que haya muerto aunque Mel siempre nos sorprende”, agregó Bubas. Estaba muy deteriorada: tiene una llaga roja en su maxilar inferior y su ojo derecho. Y sufre una afección ósea muy común en mamíferos marinos adultos. Mel y su hermano Bernardo aparecieron a mediados de la década del 70 mostrando su destreza en el arte de cazar crías de lobos y elefantes marinos. Al principio fue bautizada como Melanie porque por el tamaño de su aleta parecía una hembra. Pero a medida que la misma fue creciendo, se comprobó que no era así.
El varamiento intencional consiste en el encallamiento deliberado de sus cuerpos sobre la playa para capturar las crías.
Después se deslizan aprovechando la marea, vuelven al mar y comparten el alimento con el grupo de orcas que espera, más lejos, que la cacería tenga éxito. Esta técnica está considerada como una de la conductas predatorias más impresionantes de la vida salvaje del planeta.
"Sería una pérdida importante, es un animal simbólico."
"Desde el punto de vista biológico se perdería un macho adulto de la población local y desde el punto de vista de la alimentación se pierde el último macho varador, el último gran cazador", dijo Bubas.
El guardafauna perdería también un amigo ya que llegó a nadar junto a Mel en la reserva de Punta Norte donde estuvo 14 años estudiando el comportamiento de estos animales. Escribió 5 libros y protagonizó documentales que dieron la vuelta al mundo.
La técnica de varamiento intencional que desarrollan con gran destreza las orcas de Península Valdés para alimentarse corre peligro de extinción: sólo 5 (todas hembras) de las 7 que lo practican saben transmitirlo a otros ejemplares. Por eso es necesario reforzar la conservación de las que desarrollan esa actividad en Punta Norte y en Caleta Valdés 2 veces al año.
cargando el contenido