Un grupo de científicos ilustres dedicados al estudio de la Antártida ha publicado recientemente un informe en el que se indica que el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero y la reducción del agujero en la capa de ozono podrían provocar durante los próximos cien años un aumento de 3 °C en la temperatura de la Antártida, lo que causaría a su vez una subida del nivel del mar. El Comité Científico sobre Investigación Antártica (SCAR) ha elaborado el primer informe exhaustivo sobre el estado del clima en la Antártida y sus relaciones con el sistema climático de todo el planeta.
El informe se basa en el trabajo de cien científicos eminentes de trece países. Además de presentar los descubrimientos más recientes sobre el continente antártico, señala prioridades científicas para el futuro de la investigación antártica y responde a cuestiones urgentes planteadas por responsables políticos sobre el deshielo de enormes extensiones de la Antártida, el aumento del nivel del mar y la biodiversidad.
Un grupo de científicos ilustres dedicados al estudio de la Antártida ha publicado recientemente un informe en el que se indica que el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero y la reducción del agujero en la capa de ozono podrían provocar durante los próximos cien años un aumento de 3 °C en la temperatura de la Antártida, lo que causaría a su vez una subida del nivel del mar. El Comité Científico sobre Investigación Antártica (SCAR) ha elaborado el primer informe exhaustivo sobre el estado del clima en la Antártida y sus relaciones con el sistema climático de todo el planeta.
El informe se basa en el trabajo de cien científicos eminentes de trece países. Además de presentar los descubrimientos más recientes sobre el continente antártico, señala prioridades científicas para el futuro de la investigación antártica y responde a cuestiones urgentes planteadas por responsables políticos sobre el deshielo de enormes extensiones de la Antártida, el aumento del nivel del mar y la biodiversidad.
"La Antártida es una fuente incomparable de información sobre nuestro planeta. Este informe describe lo que sabemos en este momento e ilustra el efecto que producen los humanos en el cambio climático abrupto", explicó el Dr. Colin Summerhayes, director ejecutivo de SCAR y perteneciente al Instituto Scott de Investigación Polar (Reino Unido).
"Al integrar indicios multidisciplinares en una misma fuente, ayudaremos a científicos y políticos a distinguir los cambios medioambientales relacionados con los ciclos naturales de la Tierra de los inducidos por el ser humano", indicó el Dr. Summerhayes. "Este trabajo reviste especial importancia ya que pone en contexto el cambio climático antártico y muestra su impacto en el resto del planeta."
Uno de los descubrimientos más destacados de los últimos años fue la interacción que se da entre el agujero de la capa de ozono sobre la Antártida y el cambio climático. Mediante estudios se ha descubierto que el agujero de la capa de ozono en realidad ha impedido que el cambio climático influyera más en la región polar. Su tamaño se ha estabilizado gracias a tratados internacionales que han logrado reducir la concentración atmosférica de sustancias químicas que agotan el ozono.
A medida que el agujero de la capa de ozono se recupere durante las próximas décadas, dejará de proteger a la Antártida frente a los efectos del cambio climático. Entretanto, los niveles de dióxido de carbono aumentan más rápido ahora que en los últimos 800.000 años.
Por todo ello, se calcula que en la Antártida las temperaturas subirán 3 °C durante los próximos cien años. A pesar de este cambio, las temperaturas seguirán estando muy por debajo del punto de congelación del agua en la mayor parte del continente. No obstante, se calcula que el deshielo del manto antártico en su zona occidental contribuirá "algunas decenas de centímetros" al aumento del nivel del mar previsto, de hasta 1,4 metros, para el 2100.
En lo relativo a la biodiversidad, el cambio en el clima antártico se ha caracterizado por lluvias en la zona occidental de la península antártica durante el verano, lo que a su vez ha supuesto una rápida proliferación de plantas, animales y poblaciones de microbios. En los mares que rodean el continente, la pérdida de hielo en varias zonas ha provocado cambios en el crecimiento de las algas y un descenso de las poblaciones de krill (Euphausiacea), unos crustáceos semejantes a camarones de los que se alimenta gran cantidad de criaturas.
Con la vista puesta en el futuro, los científicos subrayan la necesidad de obtener más datos de las regiones polares remotas así como un mejor conocimiento de los cambios climáticos del pasado.
"En mi opinión, el descubrimiento más impresionante es que un impacto climático antropogénico (el agujero de la capa de ozono) ha protegido la mayor parte de la Antártida frente a otro, el calentamiento global. Comprender los entresijos de estas cuestiones supone un verdadero reto para los científicos, como también lo es el comunicar los conocimientos a la sociedad y los responsables políticos de forma comprensible", concluyó el autor principal del artículo, el profesor John Turner del British Antarctic Survey (BAS).
"No hay duda de que nuestro planeta está cambiando y la actividad humana está acelerando este proceso", apostilló. "Este informe es un gran adelanto, al recopilar en una fuente única las evidencias más importantes y actualizadas. Establece un marco para nuevas investigaciones antárticas y aporta el conocimiento necesario para vivir con un cambio medioambiental."
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