El proyecto Hywind quiere ser el primero en generalizar los aerogeneradores flotantes. Sus promotores tienen experiencia en tecnologías muy útiles para este objetivo. Hydro, filial de la petrolera noruega Statoil, es experta en un sistema que mantiene a flote las torres petrolíferas. La multinacional Siemens ha avanzado desde hace años en el sector de la eólica.
En junio, Hywind demostró que va por buen camino, con la instalación de un aerogenerador flotante piloto de 2,3 megavatios (MW). La turbina, a unos once kilómetros de las costas de la localidad noruega de Karmøy, está anclada con tres cables de acero al fondo marino. El prototipo se ha fijado a una profundidad de 220 metros, pero los técnicos de Hywind quieren demostrar que se podrá ubicar en aguas con profundidades de hasta 700 metros.
Los responsables de este proyecto planean desarrollar el sistema durante dos años más. En julio de 2010 prevén conectar el aerogenerador a la red eléctrica por medio de unos cables submarinos. Su objetivo final sería crear un parque eólico con 200 turbinas que podrían generar 400 teravatios/hora (TW/h), una capacidad para abastecer a 200.000 hogares.
A finales de 2007, la empresa alemana Blue H Technologies probó su prototipo de turbina flotante en la costa sur de Italia. Su tecnología también se basa en las plataformas petrolíferas flotantes, pero propone un diseño diferente. La turbina tiene dos aspas en lugar de las tres convencionales. Las ventajas son considerables. Aunque emite más ruido -en alta mar no es un problema-, logra más energía al rotar más rápido, pesa menos y se mantiene más estable pese al vaivén de las olas. Además, la plataforma y la turbina son más baratas. Este modelo puede ser ensamblado en tierra firme y remolcado a su posición en mar abierto. La empresa dispone de varias versiones de 2,5 y 3,5 MW.
La compañía noruega SWAY utiliza otro sistema. Su modelo se basa en una especie de boya que se alza o hunde en función de las olas. Gracias a este diseño, la estructura puede resistir mejor que otras los embistes de las aguas bravas de los mares del norte. Su objetivo es probar en su país un prototipo en 2010.
Aerogeneradores flotantes en España. El viento de alta mar en España también podría generar grandes cantidades de energía, como señala el atlas eólico publicado en fechas recientes por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Sin embargo, a diferencia de la costa noruega, la orografía marina española dificulta la expansión de esta modalidad: al poco de alejarse de tierra, el fondo gana mucha profundidad.
Por ello, España es una de las candidatas al desarrollo de los aerogeneradores flotantes. La empresa Iberdrola Renovables es consciente de ello y ya prueba un modelo experimental. El proyecto, denominado Emerge y financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, tiene previsto desarrollar un primer prototipo a escala real en 2012.
En estos momentos, los responsables de Emerge prueban una turbina de tres MW, con una plataforma flotante anclada al fondo. De su éxito depende la combinación de varios agentes científico-tecnológicos: además de la compañía eléctrica, participan Alstom-Ecotecnia, Robotiker, IREC, KV Consultores, Acciona y las Universidades de Cádiz y el País Vasco, entre otras. Si el proyecto funciona, se podrían instalar parques eólicos marinos en zonas con más de 50 metros de profundidad.
Ventajas e inconvenientes de los aerogeneradores flotantesLas ventajas de estas turbinas con respecto a sus hermanas de tierra son diversas. Al encontrarse alejadas de la costa, no ofrecen problemas de impacto acústico o visual, ni molestan a las aves o al trabajo de los pescadores.
En alta mar, en una distancia media de unos 30 kilómetros de la costa, los vientos son más poderosos y constantes. El viento en mar abierto de las costas de EE.UU. podría exceder a toda la generación eléctrica de la industria energética de este país. Así lo asegura un estudio del Departamento de Energía de EE.UU, General Electric y el Massachussets Technology Collaborative.
Entre los principales inconvenientes de las turbinas flotantes destacan las dificultades técnicas para su puesta en marcha, su mantenimiento o el transporte de la energía (harían falta largos cables submarinos). Todo ello encarece el resultado final. No obstante, sus defensores creen que en pocos años podrían ser competitivas, gracias al desarrollo de la tecnología y a la creciente necesidad de más fuentes de energía limpias.
Cometas submarinas para generar energía
El mar y el viento son dos poderosas fuentes energéticas cuya combinación puede dar lugar a curiosos prototipos. Minesto, una empresa surgida de la multinacional Saab, ha ideado una turbina que captura la energía de las corrientes submarinas como si fuera una cometa. Sus responsables aseguran que este sistema podría abastecer a casi cuatro millones de hogares en el Reino Unido.
La idea original de sus responsables era crear una turbina eólica, pero se percataron de que podría lograr más energía en el agua. Su puesta en marcha práctica depende también de los mismos desafíos que frenan a las turbinas flotantes.