En una investigación dirigida desde la Universidad Duke, se ha comprobado que unos pinos que crecieron durante 12 años en una parcela experimental sometidos a un nivel de CO2 mayor que el actual, han estado produciendo el doble de semillas que las producidas por pinos que crecen bajo condiciones normales. Además, esa duplicación en cantidad no ha estado acompañada por merma alguna en la calidad.

Para mediados de este siglo, se teme que los niveles de CO2 en la atmósfera sean considerablemente mayores que los actuales. Lo descubierto en este estudio recién concluido sugiere que algunas especies leñosas de árboles, incluyendo el pino, podrían, en el futuro, superar a las plantas herbáceas. Los científicos habían comprobado previamente que estas últimas también pueden producir más semillas, aunque de calidad inferior, cuando se las somete a niveles altos de CO2.

Si ambos grupos producen el doble de semillas, pero los árboles las producen de alta calidad y las especies herbáceas no, resulta obvio que tales árboles se adaptarán mejor al calentamiento global.

La investigadora Danielle Way (Universidad Duke) y sus colaboradores recolectaron, contaron y analizaron semillas producidas en unas instalaciones para la investigación del efecto en vegetales de niveles de CO2 mayores que los actuales. Tales instalaciones especiales están ubicadas en un terreno boscoso cerca del campus de la universidad. En ellas, hay parcelas de pinos que han vivido sometidas a un nivel alto de CO2 incesantemente desde 1997, en el marco de un proyecto financiado por el gobierno estadounidense y encaminado a simular las condiciones naturales de crecimiento que muy probablemente experimentará la vida vegetal en las décadas futuras.

El análisis ha revelado que las semillas de esos pinos cultivados con un alto nivel de CO2 son similares, en el contenido nutritivo, la germinación y el potencial de crecimiento, a las semillas de los árboles que crecen bajo las concentraciones actuales de CO2.

Fuente: NC&T