Un grupo de empresarios portugueses está a estudiar la construcción de una central solar gigante en el Alentejo, de 2.000 megawatts, destinada a la exportación de electricidad verde para Europa del Norte y la creación de un nuevo cluster industrial en el país, una inversión que podría rondar los 6.000 millones de euros.

Del núcleo promotor del proyecto, diseñado por Luz.On , forman parte Mário Baptista Coelho, el hombre que levantó la central de Moura, la fundación Calouste Gulbenkian, la Efacec y la EIP - Electricidade Industrial Portuguesa, estas últimas dos entidades como partícipes tecnológicas.

La mega central fotovoltaica de concentración, de tecnología norteamericana y alemana, es un proyecto que lleva varios meses preparándose. Su instalación debería ocupar cerca de 5.000 hectáreas en una zona no especificada del Alentejo, y es del conocimiento del Gobierno y de la Comisión Europea, que ya dieron su apoyo, por considerarla de interés europeo.

Con inicio estimado para la mega central en 2011 y 7 años de ejecución, la Luz.On quiere continuar con la estrategia que impulsó la energía eólica en el país, a través de la creación de una zona industrial, juntando parte de las empresas situadas en el sector, para de la capacidad hoy está volcada para el sector automóvil, en la metalomecánica y los moldes, y la instalación industrial de los fabricantes de células solares.

La cercanía geográfica de los fabricantes en torno a la central está considerado como prioritario, para la producción de células fotovoltaicas. Las centrales solares de este tipo en funcionamiento hasta ahora fueron construidas con paneles importados de China y uno de los proyectos de Qimonda Solar, entretanto fallido, era trazar en Portugal la fabricación de los componentes de mayor intensidad tecnológica, o sea, de mayor valor. La Efacec, por su lado, está unida a este proyecto, bien con la EIP, especializada en la instalación de subestaciones y redes de alta tensión.

El proyecto, volcado para la era que se avecina y que los especialistas designan como las ”autopistas de la energía”, presenta varios puntos innovadores en relación al pasado. El Primero pensado en la exportación de energía verde, viendo país que necesitan, acelerar la reducción de sus emisiones de CO2 para cumplir las metas europeas de 2020. No está, por eso, candidato a tarifas subsidiadas en el mercado nacional, ni depende del consumo del mercado portugués.

Es uno de los primeros proyectos a encuadrar en la nueva directiva europea de renovables, que abre la puerta a un nuevo modelo de transacciones de créditos de emisiones de CO2 entre los estados miembros, a través de los certificados verdes y de las garantías de origen. Las nuevas reglas permiten que los países desarrollen proyectos y negocien electricidad, sin estar siempre obligados a una transferencia física bilateral, para el cumplimiento de los valores globales en el espacio europeo.

Portugal-España-Francia

Punto innovador, pero también crítico para desarrollar esta iniciativa, es el hecho de implicar, aún así, a una capacidad de interconexión entre Portugal y España y entre ésta y Francia, que no está íntegramente garantizada por estos dos últimos países.

El lanzamiento de este proyecto, va hacia un entendimiento entre Francia y España, que va durar más de dos décadas, en tanto al paso de la interconexión eléctrica por los Pirineos y que tiene sido uno de los “agujeros negros” en la construcción de una red eléctrica verdaderamente europea.

El refuerzo de las interrelaciones eléctricas entre Portugal y España y entre los dos países ibéricos y Francia es uma de las medidas que se reivindican históricamente como de las más importantes para el desarrollo del propio mercado ibérico de electricidad (Mibel) y que no ha sido fácil. Los mapas de aumento de la capacidad de interrelación indican que de la parte portuguesa no habría impedimentos al paso de los 2.000 megawatts.

Con la perspectiva del precio de la energía fotovoltaica que tiende a descender, con proyectos de gran escala, es considerado aceptable que llegue a los 3 euros por watt (actualmente está en 5 euros), lo que totalizaría cerca de 6.000 millones de euros, según cálculos de PÚBLICO. El consorcio evita hablar sobre la cifra.

La central de Moura aún hoy es la tercera mayor del mundo, pero la unidad que el grupo proyecta ahora, tendrá una dimensión de 45 veces la potencia instalada. Hace dos días, China firmó con los norteamericanos de Intersolar un memorando de entendimiento para la construcción de una central con la misma potencia de 2.000 megawatts.

Gigante

La ola de proyectos para las megacentrales, en una escala desconocida para los patrones de hoy, está agitando a europeos, americanos y chinos y promete mover el mercado de las tecnologías de la energía en los próximos años, especialmente por causa de los compromisos internacionales en el terreno de las emisiones con el efecto del cambio climático y de la presión en un nuevo marco regulatorio que sucederá al Protocolo de Kyoto.

Hace casi tres meses, fue lanzado Desertec, por una consorcio de la industria alemana, y apuesta porque dentro de 30 años en la importación de energía del desierto del Sáhara para Europa y así satisfacer el 15% del consumo europeo. Es el megaproyecto más grande y se prevé que lo será durante muchos años.


China tendrá la planta solar más grande del mundo que abastecerá a 3 millones de hogares

El gobierno chino acaba de firmar acuerdo con la empresa norteamericana First Solar (el productor de paneles solares más importante del globo) para construir la que será la mayor planta solar del mundo y lo que les colocará en el segundo puesto de países que más energía solar fotovoltaica usan.

Este proyecto de proporciones épicas comenzará su andadura en el 2010, será la primera fase a la que le seguirán otras tres, la última está prevista para el 2019 cuando se espera tener totalmente terminada la planta. En ese momento la mentada planta solar generará 2.000 megavatios, energía suficiente para abastecer a 3 millones de hogares.

No será nada fácil llegar hasta el final, estamos hablando de unas instalaciones que ocuparán 24 kilometros cuadrados, costarán muchos millones de dólares y además China tiene poca experiencia en este tipo de proyecto (muestra inequívoca de ello es que lo hará una empresa externa).

Espero que se empiece y con suerte se finalice. China es el país que más contamina del mundo y que tengan prisa por cambiar eso (sea cual sea la razón) es una estupenda noticia para nuestra verdadera casa, popularmente conocida como Tierra.