Y es que a Cundinamarca le queda sólo el 12 por ciento de su cobertura original, incluyendo bosques, páramos, humedales y zonas áridas. Lo demás ha ido cambiando por la acción humana, lo cual está poniendo en riesgo la diversidad de las especies emplumadas.
"Todo se ha transformado en ciudades, cultivos y pastos, y esto ha impactado la llegada de pájaros, porque las aves buscan lugares donde encuentren alimento y refugio y para eso la diversidad es importante", dice Byron Calvachi, investigador del instituto Alexander von Humboldt.
Incluso, afirma, hay un impacto grande al cambiar la complejidad del bosque nativo por la siembra de árboles, porque con los monocultivos no se logra la misma diversidad de especies vegetales, que es la que atrae a los distintos animales.
Seguimiento continental a la 'reinita alidorada'
Hoy, son muchas las aves a punto de desaparecer. Entre ellas, un pájaro conocido como 'reinita alidorada', que migra desde Norteamérica, entre marzo y septiembre, pero que desde hace años ha visto su población notoriamente disminuida.
"Cada vez están llegando menos, porque no están soportando la intervención humana en su hábitat, el bosque andino", asegura Calvachi.
Ante esta situación, 16 organizaciones de Norteamérica, Centroamérica, Colombia y Venezuela se unieron desde el 2003 para monitorearlas y hacer seguimiento a la evolución de los hábitat en distintos lugares.
"Gracias a este programa, se ha detectado que, aunque Colombia es el primer sitio donde se quedan a residir en su migración de invierno, muchas poblaciones no están regresando debido a las amenazas por el aumento de urbanizaciones en ecosistemas montañosos, la expansión de la frontera agrícola y el comercio ilegal de madera", explica Carlos Andrés Páez, subdirector de investigaciones de la fundación Proaves.
Este año se reunirán las 16 organizaciones para sacar las conclusiones de los datos recogidos desde el 2004 y crear un plan de conservación de la especie. "La 'alidorada' está en categoría de amenaza y requiere acciones inmediatas", enfatiza Páez.
Trece familias de aves están amenazadas En Cundinamarca, Proaves también está trabajando con la 'cotorrita aliamarilla' (ave de migración local que viaja por distintas alturas en busca de alimento, no entre continentes), que anida en troncos de árboles muertos y que está amenazada porque estos troncos se utilizan para leña.
Por eso la fundación Proaves ha creado nidos artificiales para que se reproduzcan ahí. "Ha sido exitoso; hemos empezado a repoblar", asegura Páez.
Alerta en los humedalesTambién se ha visto una disminución preocupante de las especies migratorias acuáticas que llegan a los humedales, como el pato cucharo (ave migratoria local). Los registros indican que era muy abundante en los años 50. Ahora, se ve volar cada vez menos.
En Cundinamarca hay 13 familias de aves amenazadas y de ellas 10 son acuáticas. "Quiere decir que los humedales están muy mal", dice Calvachi. Especies como el pato colorado, el careto, el negro, el carretero, el brasileño y el encapuchado, cuyas vidas dependen de estos ecosistemas, hoy están en alto riesgo de extinción. Eso indica que las aguas han disminuido mucho desde los años 60, cuando empezaron a expandirse las ciudades.
También están amenazadas las tinguas, el gallito de ciénaga y la garcita del ganado, entre tantas otras.
Se cree que en Cundinamarca hay más de 150 humedales, pero no se sabe la cifra exacta porque, según Calvachi, no se ha hecho un inventario de los humedales que existen en el departamento. No se sabe la extensión ni el estado en el que se encuentran "y menos tenemos planes de manejo", enfatiza.
De los que existen en el centro del país, los más protegidos son los de Bogotá. Sobre los demás hay mucho desconocimiento.
Aguas residuales amenazanRecientemente, el humedal El Gualí, en el municipio de Funza, fue declarado en emergencia ambiental por los malos olores. Por eso la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) tuvo que instalar un Puesto de Mando Unificado (PMU) para emprender medidas preventivas y obras ambientales que evitaran más contaminación de este cuerpo de agua.
Entre las acciones, se dictó la suspensión inmediata de dos vertimientos de aguas lluvias y aguas residuales, que ilegalmente se hacían desde el Parque Industrial San Antonio sobre el humedal.
También se determinó el sellamiento físico del tubo de descarga de las aguas negras de este complejo industrial.
La entidad se comprometió a continuar actividades a corto, mediano y largo plazo para garantizar la eliminación definitiva de los malos olores provenientes de la contaminación de este humedal, que estaban afectando a los habitantes del sector.
Por otro lado, los estudios del Humboldt han detectado que en municipios como Anapoima y la Vega la 'chaletización' está impactando a estas reservas hídricas.
Esto se refiere al uso de terrenos, como fincas de recreo que conectan sus aguas residuales a los humedales circundantes, lo cual genera un desorden ecológico.
"Con esto crece mucha vegetación y se reducen los espejos de agua, con lo cual desaparecen aves acuáticas como patos y zambullidores", explica Calvachi. Así, los cielos de Cundinamarca parecen condenados a verse cada vez más despoblados.
Ricos en avesColombia alberga la mayor diversidad de aves del mundo con 1.865 especies, incluyendo 193 especies únicas de este territorio (endémicas). Aproximadamente una cuarta parte de las aves de Norteamérica dependen de bosques en Colombia, así como 179 especies de migratorias neotropicales pasan a través de ella o son residentes de invierno.
María Clara Valencia