
La ciudad de Belém, en el corazón de la Amazonía, se prepara para ser el centro de la atención mundial albergando la 30ª Conferencia de las Partes (COP30) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Del 6 al 21 de noviembre de 2025, líderes mundiales, negociadores, científicos, activistas y pueblos indígenas se reunirán con un objetivo claro: revitalizar los compromisos del Acuerdo de París y asegurar un futuro más seguro para el planeta.
El evento se inicia con una Cumbre de Líderes los días 6 y 7 de noviembre, donde se espera la presencia de Jefes de Estado para establecer el tono político de las negociaciones. El resto del mes, la agenda estará marcada por debates cruciales en torno a la ambición climática, el financiamiento para los países en desarrollo y la transición energética global.
El rol de la Amazonía
El hecho de que la COP30 se celebre en Belém no es una coincidencia, sino una declaración de intenciones. La cumbre pondrá un foco sin precedentes en la protección de los bosques tropicales, reconociendo su papel vital en la absorción de carbono y la regulación del clima global.
La presencia de pueblos indígenas y comunidades locales será fundamental. A lo largo de los días temáticos de la conferencia, se les dará una voz destacada, reconociéndolos no solo como víctimas del cambio climático, sino como guardianes esenciales de la biodiversidad y los ecosistemas forestales. Se espera que sus conocimientos ancestrales y sus demandas por la protección de sus territorios sean elementos centrales de las negociaciones.
Una Agenda Compleja y Crucial
La agenda de la COP30 es vasta y se centra en los siguientes puntos clave:
Aumento de la ambición: Los países están bajo presión para presentar contribuciones nacionales mejoradas (NDC) que reflejen compromisos más audaces para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La cumbre será un momento crucial para evaluar si el mundo está en camino de limitar el calentamiento global a 1,5 °C.
Financiamiento climático: El acceso a la financiación para la adaptación y la mitigación en los países en desarrollo será un punto de negociación. Se buscarán nuevos acuerdos para garantizar que haya recursos suficientes para que las economías más vulnerables puedan implementar sus planes climáticos y hacer frente a los impactos del cambio.
Transición energética: Tras los acuerdos previos para alejarse de los combustibles fósiles, la COP30 se centrará en los pasos concretos para lograr una transición energética justa y equitativa. Los debates abordarán cómo apoyar a los países que dependen económicamente de estos recursos para que puedan diversificar sus economías sin sacrificar su desarrollo.
El Gobierno brasileño, anfitrión del evento, ha manifestado su intención de que la COP30 no sea una cumbre más. Con una inversión millonaria para adecuar la infraestructura de Belém, Brasil busca mostrar un modelo de sostenibilidad y posicionar la bioeconomía como un pilar del desarrollo sostenible. El evento, por tanto, se presenta como una oportunidad para demostrar que la protección del medio ambiente y el crecimiento económico pueden ir de la mano, con la Amazonía como el mejor ejemplo de esta sinergia.
1. Calendario y eventos temáticos
La COP30 no es solo un evento de negociaciones, sino un festival de la acción climática con eventos temáticos diarios que buscan involucrar a la sociedad civil, las empresas y las comunidades locales. El calendario de la conferencia, que va del 10 al 21 de noviembre de 2025, incluye días dedicados a temas específicos:
10-11 de noviembre: Adaptación, Ciudades, Infraestructura, Agua, Residuos, Bioeconomía y Turismo.
12-13 de noviembre: Salud, Empleo, Educación, Cultura, Justicia y Derechos Humanos, y el «Balance Ético Global», una iniciativa brasileña para reforzar la equidad en la gobernanza climática.
14-15 de noviembre: Energía, Industria, Transporte, Comercio, Finanzas y el Mercado de Carbono.
17-18 de noviembre: Bosques, Océanos, Biodiversidad, y la participación de los Pueblos Indígenas, Comunidades Locales y Tradicionales.
19-20 de noviembre: Agricultura, Sistemas Alimentarios, Seguridad Alimentaria, Pesca, y temas de género.
21 de noviembre: Cierre de la cumbre.
2. Cumbre de Líderes y eventos previos
Se espera que la COP30 comience con una Cumbre de Líderes el 6 y 7 de noviembre en Belém, un evento que reunirá a Jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo. Este encuentro buscará establecer el tono político para las negociaciones y generar un fuerte compromiso de alto nivel.
Antes de la cumbre principal, también se llevará a cabo la pre-COP los días 13 y 14 de octubre en Brasilia. Esta reunión preparatoria reúne a ministros y negociadores de diferentes países para avanzar en el consenso sobre los temas clave.
3. El Desafío logístico y la visión de Brasil
El Gobierno de Brasil está realizando una inversión significativa de miles de millones de reales para transformar la infraestructura de Belém. Aunque se ha expresado preocupación por la capacidad de la ciudad para albergar a decenas de miles de asistentes, la organización ha enfatizado que el evento busca ser un modelo de sostenibilidad y mostrar la realidad de la Amazonía. Se están construyendo y renovando hoteles, así como mejorando la red de transporte.
Para Brasil, la COP30 es una oportunidad para mostrar su liderazgo en la agenda climática global, especialmente en temas de protección de la naturaleza y el papel de los países en desarrollo. El país ha propuesto el concepto del Balance Ético Global y ha creado «círculos» de trabajo temáticos para ampliar la participación de la sociedad civil y los actores locales en las negociaciones. El enfoque es dejar atrás la mentalidad de «barreras» en las negociaciones y buscar la cooperación.
4. Protagonismo de la Amazonía y sus pueblos
El lugar de la cumbre en el corazón de la Amazonía no es un accidente. La COP30 se centrará en la protección de los ecosistemas forestales y la bioeconomía, un modelo que busca generar prosperidad a través del uso sostenible de los recursos de la biodiversidad. El rol de los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales será central, no solo como observadores sino como actores clave en la conservación de los bosques. Se espera que sus voces y conocimientos ancestrales sean incorporados en las discusiones y las soluciones climáticas.
“Este artículo fue elaborado con el apoyo de herramientas de redacción asistida por inteligencia artificial.”