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Los vertebrados

Los vertebrados

De los tres grandes grupos que comprenden los cordados, el único que cuenta con formas acuáticas y terrestres es el de los vertebrados. La evolución, operando durante muchos millones de años, dio origen a modificaciones que permitieron el notable éxito biológico de los vertebrados.

Los vertebrados se dividen en peces (agnatos, osteictios, condrictios), anfibios, reptiles, aves y mamíferos.

Los agnatos son animales de vida marina. Aunque son vertebrados no tienen huesos, extremidades, escamas ni aletas. Poseen una boca chupadora, sin mandíbulas, y por su forma recuerdan a las anguilas. Se conocen unas 60 especies.

Los condrictios son peces de esqueleto cartilaginoso. A diferencia de otros más evolucionados, carecen de vejiga natatoria. Pertenecen a esta clase los distintos grupos de tiburones, torpedos y rayas. Todas las especies conocidas, unas 625, viven en ambiente marino.

Los osteíctios, o peces óseos, viven en mares, ríos, lagos y lagunas. Poseen vejiga natatoria que les permite graduar la profundidad, escamas y aletas. Respiran por branquias, y algunas raras especies tienen un solo pulmón. Se conocen más de 19.000.

Los anfibios tienen una etapa larvaria en la que respiran por branquias, y otra adulta de respiración pulmonar. Cuentan con cuatro patas, y ponen huevos no protegidos por cáscaras. Fueron los primeros vertebrados que habitaron la tierra. Entre ellos se encuentran los sapos, ranas, escuerzos y salamandras; se conocen unas 2.500 especies.

Los reptiles, de los que hay unas 6.000 especies, cuentan con muchos representantes fósiles y especies extinguidas, como los dinosaurios. Tienen cuatro extremidades -salvo las serpientes y culebras-, respiración pulmonar y, por lo general, el cuerpo cubierto de escamas. Los huevos poseen cáscara protectora.

Las aves son homeotermas, es decir que conservan su temperatura corporal independientemente de la temperatura ambiente. Tienen el cuerpo cubierto de plumas y las dos extremidades superiores en forma de alas. Muchas especies son voladoras. Ponen huevos con cáscara; se conocen unas 9.000 especies.

Los mamíferos son homeotermos, de piel habitualmente cubierta de pelo. Tienen cuatro extremidades y son vivíparos, ya que el huevo se desarrolla en el útero materno, y las crías son alimentadas con leche de la madre. Existen, aproximadamente, 4.500 especies.

Funciones vitales

Desde la sencilla lamprea hasta los mamíferos placentarios, en los vertebrados se observa un progresivo perfeccionamiento en las funciones vitales.

La locomoción

La locomoción es la función por la que el animal se traslada en busca de alimento, refugio, defensa o apareamiento. Los vertebrados acuáticos poseen, en general, buena estructura hidrodinámica (es decir, adecuada para movilizarse en el medio líquido). Las clases más importantes de vertebrados acuáticos, los peces (condrictios y osteíctios) se trasladan en el agua por medio de aletas pares o impares. Las aletas son pliegues de la piel; surgen del cuerpo como láminas, en número variable, y se mueven accionadas por músculos. La aleta caudal es la cola del pez, que puede ser muy larga como en la raya, o eventualmente no existir.

Flamencos

Tres distintas formas de desplazarse para un mismo grupo: los mamíferos. El delfín nada en el agua gracias a su cola gruesa y musculosa terminada en una aleta horizontal; el canguro, de extremidades posteriores más desarrolladas, incorpora a su andar el salto; y el rinoceronte camina y corre cómodamente sobre sus cuatro patas perfectamente adaptadas.

Los anfibios viven su etapa larval (renacuajos) como verdaderos peces, ya que carecen de patas y respiran por medio de branquias. En la etapa adulta adoptan el medio terrestre, pero siempre en zonas húmedas, y su respiración se transforma en pulmonar.

Pasaron 300 millones de años y los anfibios derivaron en los reptiles. La palabra reptil sugiere la idea de reptar, es decir, arrastrarse por tierra. Las serpientes y ciertos tipos de lagartos se movilizan realmente así, pero todos los demás -tortugas, cocodrilos, camaleones y muchos otros- poseen cuatro patas. De la clase de los reptiles evolucionó una rama colateral, que dio origen por un lado a las aves y por otro a los mamíferos.

En las aves es evidente la adaptación de los miembros anteriores, las alas, al mecanismo de vuelo. En ellas crecen plumas muy distintas de las que cubren el resto del cuerpo: las remeras, que sirven para batir el aire con eficacia. En realidad, todo el organismo de un ave parece estar diseñado para el vuelo: huesos huecos, temperatura constante y el esternón muy desarrollado donde se insertan los músculos de las alas.

Por otra parte, no todas las aves vuelan. Avestruces y ñandúes tienen patas largas y vigorosas, adaptadas para correr a gran velocidad. Los pingüinos son eximios nadadores y buceadores, y ciertas aves acuáticas, como el pato, el pelícano, el alcatraz o el cormorán, vuelan más o menos torpemente pero nadan muy bien, por tener patas palmeadas, con los huesos de los dedos unidos por una membrana. Las aves nadadoras suelen ser torpes en tierra. Algunas trepadoras usan sus uñas y picos para escalar árboles, y hay especies con alas pequeñas pero de movimiento muy rápido como el colibrí, que ni siquiera pueden posarse.

Cuando en algunos reptiles surgieron cambios que hicieron que sus patas, hasta entonces de implante lateral en el tronco, crecieran en forma perpendicular al suelo, la innovación evolutiva dio origen a los terápsidos.

Estos animales necesitaron más fuerza en sus extremidades para estar de pie, andar y correr, ya que los músculos de las patas y el tronco se tensaban y relajaban de continuo. Además, desarrollaron un metabolismo de sangre caliente, que dio lugar a los mamíferos primitivos.

Derivados de los anfibios, los reptiles deben su nombre a la forma de traslado, per no todos reptan: algunos más evolucionados, como tortugas, camaleones y lagartos, poseen cuatro patas laterales para desplazarse.

Los mamíferos también son tetrápodos (de cuatro patas), con las extremidades adap-tadas a su modo de vida y locomoción. Algunos, como los monos, pueden ca-minar, correr y trepar utilizando dos patas o las extremidades, y hasta la cola. Los cetáceos (ballenas y delfines) se despla-zan en el agua por medio de movi-mientos de su cola gruesa y musculosa, terminada en una aleta que, a dife-rencia de la de los peces, es horizontal; y los quirópteros (vampiros y murciélagos) también presentan adaptaciones para el vuelo.

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Rinoceronte