El diputado Miguel Bonasso, autor de la ley de bosques sancionada en noviembre de 2007 por el Congreso, realizó duras críticas al gobierno de Cristina Kirchner por la demora en la reglamentación de la normativa.

"El gobierno violó la ley, porque la misma normativa establece que debe ser reglamentada en un plazo máximo de 90 días", acusó Bonasso.

El diputado, actualmente distanciado con la gestión kirchnerista, agregó: "El Ejecutivo tiene responsabilidad por haber demorado. Tiene responsabilidad el señor Sergio Massa -jefe de Gabinete-, porque no me dijo la verdad cuando le pregunté por el tema en la interpelación que se realizó en el Congreso".

Minutos después del anuncio de Cristina Kirchner, Bonasso criticó a la Presidenta: "No se puede abusar de la credibilidad de la opinión pública. Primero dijeron que lo de Tartagal no tiene nada que ver con la deforestación ¿Por qué casualmente después de la tragedia se reglamenta la ley de bosques?"

El diputado, presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara baja, se quejó del manejo del Gobierno sobre con esta normativa. "En el presupuesto 2009 no se habían incluido los fondos de compensación para las provincias que requiere la ley de bosques que ahora están anunciando.

Pero la sociedad no es tonta", dijo, irónico.

El diputado del bloque Diálogo por Buenos Aires se distanció del Gobierno después de que Néstor Kirchner se hiciera cargo de la presidencia del Partido Justicialista y criticó al ex presidente por "su pragmatismo". La relación terminó de quebrarse cuando la Presidenta vetó la ley de glaciares, que impulsaba Bonasso.

La nueva ley

Las críticas del secretario de Ambiente y Desarrollo, Homero Bibiloni, a su antecesora en el cargo, Romina Picolotti, tampoco pasaron desapercibidas para Bonasso. "No se le puede echar la culpa a una secretaria de gobierno que ya está fuera del gobierno", sostuvo.

Ante las acusaciones lanzadas por organizaciones no gubernamentales y especialistas en medio ambiente, Bonasso dijo que el desmonte fue una de las causas del alud que azotó el lunes a Tartagal.

"Los bosques constituyen una suerte de muralla natural, y la falta de esta cortina vegetal permite, entre otras cosas, que el escurrimiento de las aguas se produzca a mayor velocidad". Y agregó: "Estamos jugando con fuego".

Fuente: lanacion.com

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