Un equipo de científicos británicos determinó que es mucho más práctico
y efectivo vacunar a sólo parte de la población de lobos para prevenir
un brote de rabia como el que diezmó a la especie en la década de los
años 90.
Luego de ese brote que acabó con tres cuartas partes de esos animales, sólo quedaron unos 500 ejemplares en estado salvaje.
El lobo etíope sólo se encuentra por encima de los 3000 metros de
altitud en áreas remotas de las montañas de Bale, en el sur de Etiopía.
Peligro crítico
Considerado en peligro crítico por la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales, el Canis
simensis enfrenta, además de la rabia, peligros como la destrucción de
su hábitat y la persecución por parte de los ganaderos.
Dan
Haydon, especialista de la Universidad de Glasgow, en Escocia, dijo:
"En el campo teórico se ha dedicado mucho esfuerzo a determinar cómo
vacunar a una población entera de animales para prevenir brotes
epidémicos, pero eso requiere una cobertura que no es práctica en
estado salvaje".
Los investigadores, que publican los resultados de su estudio en la
revista Nature, dicen que un programa de vacunación selectiva, junto
con un monitoreo regular, ayudaría a eliminar el riesgo de extinción de
esos lobos.
Entretanto, Claudio Sillero-Zubiri, de la Unidad para la Conservación
de la Vida Salvaje, perteneciente a la Universidad de Oxford, opinó que
"la vacunación selectiva es una medida útil que nos permitirá evitar
que los lobos se extingan".