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simple vista, recorriendo las rutas misioneras, se observa la
destrucción acelerada de los bosques naturales sobre el tramo de las
rutas 17 hasta la 20, en propiedades privadas -entre ellas Colonizadora
Misionera SA, Los Paraísos, Puente Alto e Intercontinental - que desde
hace años enfrentan la intrusión en Pozo Azul, en el departamento de
San Pedro.
En los últimos meses, la situación sobre la explotación de los recursos
avanzó en forma progresiva, y es alarmante como los desmontes y
rosados, realizados en gran medida por intrusos que preparan los suelos
para plantar tabaco, se observan a pocos metros de las rutas
mencionadas.
Como se trata de prácticas realizadas por intrusos, así como no se
respeta el derecho de la propiedad privada, tampoco respetan las
normativas provinciales vigentes (Nº854 y Nº3426), desmontan sitios que
están prohibidos por ley o en un margen de arroyo, sin respetar la
permanencia de los bosques protectores, y nada se puede hacer. “La
irregularidad de la ocupación impide sanción y todo es tierra de nadie.
La ley y la prohibición se aplica sólo a quien es propietario, y no hay
solución para resolver el gravísimo problema de la intrusión”, se
quejaron los empresarios.
Desde la ruta se observa también un tramo donde se eliminó el
sotobosque, se desmontó la masa arbórea y se pasó fuego. Se destruyó el
hábitat para plantar tabaco, en una zona donde los recursos naturales
no se recuperarán en menos de 50 años.
El problema de intrusión en Misiones es un tema sensible, que involucra
un conflicto social importante y demanda una solución de fondo, tanto
para los propietarios como para los ocupantes, dado que el Estado debe
hacer frente a la pobreza extrema de las miles de familias que viven en
la zona de Pozo Azul y que desde hace décadas no ingresan al sistema:
carecen de agua potable, luz eléctrica, y como alternativa productiva
-con un mínimo margen de rentabilidad- plantan tabaco. Según datos
oficiales, son alrededor de 6 mil familias las asentadas en la zona.
Hace unos meses atrás también publicamos una investigación de la
Facultad de Ciencias Forestales de la UNAM sobre la contaminación y la
degradación de la cuenca del Arroyo Piray Miní, generada por la
ausencia de los bosques protectores sobre el curso de los arroyos, la
erosión del suelo, y el avanzado proceso de reconversión al reemplazar
el bosque nativo por cultivos agrícolas, principalmente el tabaco. Este
escenario se extiende hasta Pozo Azul, y en gran parte de la Zona
Norte. Los cursos De agua están cada vez más contaminados, y esto se
convierte en una amenaza para el Municipio de El Dorado, dado que el
abastecimiento de agua potable de la ciudad, y otros municipios,
depende de la mencionada cuenca del Piray Miní.
Organización delictiva
En Misiones la intrusión tiene un agravante, dado que se evidencia la
existencia de una “organización ilícita”, podría decirse, de gente que
avanza sobre las propiedades y sobre los bosques con recursos que
evidentemente un colono o productor rural no tiene, como medios de
movilidad, motosierras, herramientas, etcétera.
Esta situación fue admitida por el Director de Control Forestal del
Ministerio de Ecología, RNRyT, Jaime Ledesma, quien al ser consultado
por este medio exhibió imágenes de zonas detectadas por el organismo,
“donde en las precarias viviendas de asentamientos detectados se
encuentran estacionados vehículos, hay operarios y herramientas de gran
valor”, dijo el funcionario.
“La ley de Expropiación dio luz verde a este avance. Las actas de
infracción no son a los propietarios en esta zona, sino de los
pobladores. Desde el Ministerio del Agro y Producción se trabaja en la
problemática de la intrusión y se realizan relevamientos satelitales
donde se registra el grado de avance y se detecta la superficie real
ocupada, plantada, y cuál fue su evolución en los últimos años”,
explicó el funcionario.
Ledesma manifestó su preocupación y calificó de “grave” la situación
por la intrusión, dado que “se trata de la extracción de bosques que
esta creciendo y regenerándose (capuera), y que no se puede tocar.
Desde el Ministerio de Ecología realizamos controles, confiscando
madera, pero es difícil porque la gente entiende que la capuera no
sirve, y corta, no tienen en cuenta que se debe conservar la fuente
agua de más de 800 cursos que tiene la provincia, y que se va convertir
en una zona árida. La Ley provincial Nº 3426 de Bosques Protectores
establece limitaciones, pero no se cumplen, y se produce la degradación
de suelos, perdida de cursos de agua, de la fauna, y de recursos
boscosos hasta maderables, sumado a que el lugar se transforma en suelo
improductivo en poco tiempo”, remarcó.
Para revertir esta situación, Director de Control Forestal afirmó que
desde el Ministerio impulsan una serie de políticas para fortalecer el
rol de control ambiental, fiscalizar además la ocupación ilegal de
tierras y la tala ilegal; realizando tareas de gestión, control y
delimitaciòn del uso maderable. Esto permitirá también un ordenamiento
territorial y la restauración de bosques protectores”, aseguró Jaime
Ledesma.
Los equipos móviles de la Dirección de Control Forestal del Ministerio
de Ecología, realizan operativos todas las semanas para verificar el
cumplimiento de la Ley 854, y el Decreto 1713 y la Resolución 529 sobre
el transporte de madera nativa, rollo y leña en horario nocturno.
También, a partir de una denuncia del Cacique Mariano Benítez, en un
lote correspondiente a la Comunidad Aborigen de Pozo Azul se constató
la realización de tres rozados, en distintos sectores de la parte sur.
En el lugar fueron hallados 138 rollos de diversas especies, entre
ellas Guayubira, Anchico, Grapia, Marmelero, Azota caballo, por un
volumen total de 118 metros cúbicos. En la actualidad los lotes tienen
plantaciones anuales.
El impacto de la deforestación
El avance de la deforestación en el mundo es un problema de primer
orden, no es una causa de la pobreza sino un efecto, como también lo es
el aumento de la presión sobre los bosques para su explotación
comercial, o el mal uso de los recursos. Y también es un resultado de
políticas públicas mal formuladas o mal aplicadas.
Según la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2005 (FRA
2005), el estudio más completo realizado hasta la fecha sobre el
patrimonio forestal mundial, su uso y valoración, cubriendo un total de
229 países y territorios entre 1990 y 2005; durante el período de
2000-2005 la pérdida fue de 7,3 millones de hectáreas anuales, frente a
una estimación de 8,9 millones de hectáreas entre 1990 y 2000. Es decir
que el ritmo de pérdida de superficie forestal disminuyó.
Pero la región de América del Sur sigue siendo la más afectada del
planeta por la deforestación, con una pérdida de 4,3 millones de
hectáreas al año. En el sur del continente americano se concentra el
65% de la pérdida anual de bosques, y la deforestación ocurre sobre
todo en la región amazónica, donde según Carlos Carneiro, Oficial
Principal Forestal de la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés), “se
pierden 3,1 millones de hectáreas al año, es decir que ahí está más del
40% de la deforestación del mundo”.
El informe FRA2005 hace hincapié, por ejemplo, en la relación que estos
datos tienen con la biodiversidad, que “en América del Sur es la más
grande de la tierra, y la deforestación no sólo perjudica esta
biodiversidad, sino que afecta las cuencas hidrográficas y la riqueza
del suelo”, explicó el especialista.
Para Carneiro, el problema de la deforestación “no es una causa, sino
un efecto de la pobreza, del aumento de la presión sobre los bosques,
del mal uso de los recursos. Y también es un resultado de políticas
públicas mal formuladas o mal aplicadas”.
Es por eso que los países deben lograr “políticas forestales más
integradas a las demás políticas públicas en áreas como agricultura,
minería y turismo. Es así que los datos de este informe de FAO son
indispensables, para que los gobiernos puedan elaborar programas
nacionales forestales”.
En el caso de Misiones, para la Ingeniera Beatriz Eibl, Investigadora
de la Facultad de Ciencias Forestales de la UNAM, “nadie en estos
momentos tiene la solución de lo que está ocurriendo en la provincia,
pero sabemos la importancia de perder la fuente de agua. La degradación
de altas cuencas avanza, el cambio climático tiene que ver con la
deforestación, y las consecuencias de la pérdida de biodiversidad son
irreversibles. Uno tendría que marcar los sitios estratégicos donde no
se debería desmontar, empezando por proteger el agua, el suelo,
ambiente”, indicó la especialista.
La reconversión necesaria
En Misiones hay 17.111 productores de tabaco registrados, en su mayoría
minifundista y como economía de subsistencia. La mayoría de ellos son
propietarios de sus tierras (casi un 70%). Su condición social y
cultural puede traer consecuencias graves para el ambiente y la salud,
a raíz de la utilización de insumos (agroquímicos).
Alrededor de 4.900 productores son ocupantes de tierras fiscales, 6.500
colonos figuran con propiedad, pero 4.400 plantan en tierras ajenas, y
1.000 fueron detectados como intrusos en tierras privadas, según datos
oficiales.
La intrusión es un tema prioritario en la agenda del Ministerio del
Agro y la Producción, pero según manifiestan algunos de los pobladores
asentados en Pozo Azul “desde hace dos años estamos a la espera de
avanzar en la negociación, con la intervención del Estado. Vinieron
para hacer la mensura al terreno pero después no vinieron más y nada
sabemos”, dijo Don Francisco, un humilde colono con más de 8 hijos y
con nietos, todos asentados en el mismo terreno que pertenece a
Colonizadora Misionera. Por su situación de intrusión no pueden acceder
a la luz eléctrica, al agua potable, y sus chicos abandonan la escuela
para ayudar en la chacra. Esta situación en Pozo Azul se multiplica por
miles de familias.
“¿Por qué cultiva tabaco?”, le preguntó la periodista a Don Francisco.
“Porque es lo más seguro que tenemos, crece bien y lo podemos vender
todos los años. En esta tierra no anda el maíz, poroto, soja, nada
prende. No sé si es por la caída del terreno, pero sólo el tabaco sale
bien. Ahora estamos preocupados porque escuchamos por la radio que
dicen que no vamos a poder plantar más tabaco, y si es así, no sé que
vamos a hacer”, manifestó con gran preocupación. "A mí me dan las
semillas, los insumos, y después saco platita”, agregó.
Ante este escenario, es muy difícil encontrar soluciones. Pero la
riqueza natural que tienen las propiedades de Pozo Azul debieran tener
otro destino productivo; con el tabaco se pierde la fertilidad del
suelo, se degrada toda la cuenca, las pendientes, se destruye la
biodiversidad. Los bosques tienen múltiples funciones, incluidas la
conservación de la diversidad biológica, del suelo y los recursos
hídricos, el suministro de madera y de otros productos no forestales,
además de servir como áreas de esparcimiento y sumideros de carbono.
El desafío de la provincia está actualmente en fortalecer estrategias
que permitan un equilibrio entre el desarrollo económico, social, y
ambiental.
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El saber no ocupa lugar... Escrito por Isaías el 2005-12-11 16:59:02 Estoy completamente de acuerdo con el planteo que hace hacer de la repercución de la falta de educación en el medio ambiente. Considero que si se reforzara la educación para todas las edades (especialmente educación sexual), y se establecieran centros de control de la natalidad en la zona habría un notable mejoría ambiental y cultural. Con una mayor apertura mental esa gente sería lo suficientemente idónea en su planificaón laboral y familiar. El ingrediente: algún dinerillo que le sobre al estado y mucho optimísmo. Soy de la provincia de Misiones (de Eldorado) y tengo entendido que esa gente es muy trabajadora, son buena gente y podrían ser muy dóciles a una propuesta de cambio. Excelente nota, felicitaciones.i5aias@hotmail.com | |