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de su uso culinario, el caracol está siendo explotado en el campo
cosmético, pues la sustancia en la que se desliza contiene helicina, un
elemento que tiene propiedades especiales para regenerar la piel.
Este cultivo duerme de día y por la noche acaricia lentamente la tierra que lo alberga.
Su paseo nocturno es la conquista de un milímetro tras otro, es una
clase magistral de paciencia y la muestra de que la existencia está
siempre llena de misterios.
Pequeñitos y mudos, los caracoles están abandonando los dibujos
infantiles para conquistar, con su ritmo pausado, rincones del suelo
del Valle del Cauca, Colombia.
Uno de los pocos sitios del departamento a los que ya llegó la cría de
este molusco es el corregimiento de Dapa, en Yumbo, donde la conjunción
de clima, paisaje y calma hace casi imposible que no brote la vida.
Allí, en una parcela que se enfrenta todos los días a la imponencia de
la cordillera, reside Berta Lucía Londoño, una mujer que hace quince
años decidió andar los primeros pasos de la helicicultura en Colombia.
En su finca, bautizada El Caracol, viven, además de su familia, por lo
menos 50.000 de estos animalitos, que conforman el cultivo que la sacó
del aburrimiento y la convirtió en toda una experta.
De acuerdo con la manizalita, la especie que cría se llama 'helix
aspersa' y es la más apetecida del mundo, a tal punto que compone por
lo menos el 70% del mercado gourmet.
"Esta especie viene de Europa y fue introducida al país a mediados del
siglo pasado. Lo difícil ha sido adaptarlos al trópico y a que vivan
sin las estaciones. Ahí ha radicado el secretico de mis
investigaciones", confiesa.
Pese a que Berta Lucía ha trasegado con su cultivo en La Cumbre, La
Buitrera y Manizales, encontró que Dapa es el lugar ideal para la
reproducción de estos moluscos, que se desarrollan de manera ideal
entre los 1.500 y 2.000 metros sobre el nivel del mar.
El módulo de engorde y crecimiento de estos moluscos es una especie de
'multifamiliar' compuesto de coles, acelgas y lechugas en las que se
aposentan cientos de caracoles, que de día parecen sólo conchas pegadas
a las plantas.
A pocos metros se encuentra la zona donde son ubicados los que están en etapa de apareamiento.
"Un caracol puede reproducirse a los seis meses. Ellos son
hermafroditas, por lo que todos pueden poner huevos", afirmó la
helicicultora.
En este sector está además la 'salacuna', donde se presta un cuidados
especial a huevos y recién nacidos, cuyas conchas apenas se ven como
cabezas de alfileres.
Un buen negocio. Pero el trabajo de Berta Lucía va más allá de
acompañar cada paso de la vida de estos animales, pues ya está metida
de lleno en su aprovechamiento para la culinaria.
Es así como este zoocriadero abastece a la mayoría de restaurantes y
hoteles cinco estrellas de Cali, los cuales tienen en los caracoles la
materia prima para uno de los platos más apetecidos de la cocina
gourmet.
"Bien preparados, son una entrada muy elegante llamada escargot a la
bouguignone, que además de ser deliciosa es bastante nutritiva",
precisó.
Y es que estas pequeñas figuritas están llenas de propiedades como
vitaminas y minerales y tienen la ventaja de ser la carne para consumo
más baja en grasa. Un plato de este tipo puede conseguirse desde
$12.000.
"Con ellos también se pueden hacer otras preparaciones como pesto con
caracoles, fricasé, atipasto y conejo con caracoles", manifestó la
experta.
Otra de las posibilidades que ofrecen estos minúsculos seres está en el
líquido sobre el que se deslizan, pues éstos se desplazan sobre una
baba espesa que va cargada de helicina, un elemento casi mágico que los
protege de las enfermedades.
Los milagros de esta sustancia en el cuidado de la belleza no son un
descubrimiento reciente, pues, según Ramiro Perea, gerente comercial de
una compañía dedicada a su explotación, en la antigüedad las mujeres se
ponían el caracol en el rostro para eliminar las manchas o cicatrices.
"Allí están presentes el colágeno; vitaminas A, B, C, D y E; ácido
glicólico natural; alatonina; somatomedina y antibióticos naturales,
todos componentes que ayudan a la regeneración de la piel", manifestó
el empresario.
Las virtudes del caracol en la sanación y cuidado de los tejidos se
demuestran en el hecho de que si pierde accidentalmente su propia
concha es capaz de volverla a producir.
Según Perea, al molusco puede extraérsele la helicina hasta tres veces
sin necesidad de sacrificarlo y para que ésta tenga uso cosmético debe
ser sometida a procesos de estabilización y purificación.
Además, indicó que en departamentos como Cundinamarca ya se está
promoviendo el cultivo de esta especie como una alternativa
alimentaria.
"Producir un kilo de esta carne vale aproximandamente $1.600 y es una opción saludable", aseguró Perea.
Aunque los pasos de la helicicultura en el Valle son pocos, han sido
suficientes para demostrar las bondades de una disciplina que se ofrece
como una nueva opción de desarrollo.
Exquisitez, nutrición y belleza son los argumentos que le abren camino a los caracoles para conquistar rincones de esta tierra.
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Helixmundial Escrito por Invitado el 2007-07-28 13:13:14 La empresa de la Sra. Bertha es Helixmundial, junto con sus socios han hecho la empresa más técnica y estructurada de Colombia, se necesita más apoyo de los entes gubernamentales pra un proyecto tan promisorio. Se vende participacion en la compañía. informes: James Arias 3114581545 Cali - Colombia. | |