Si 300 millones de toneladas de dióxido de carbono te parece muchísimo, tenemos malas noticias porque sólo es el 2% del total de lo que se libera a la atmósfera por causas antrópicas en un año. Esta cifra corresponde a lo que emite Internet en este periodo de tiempo según el Centro de Eficiencia Energética de las Telecomunicaciones (CEET) de Australia.

El estudio realizado en 2013 por el Centro de Eficiencia Energética de las Telecomunicaciones (CEET) de Australia indica que empresas como Google emiten al año 1,68 millones de toneladas de carbono.

La investigación reveló además, que  toda la industria de telecomunicaciones produce 830 millones de toneladas de CO2 al año, donde sólo Google estaría liberando 1,68 millones de toneladas, a pesar de sus esfuerzos por la sustentabilidad como la adquisición de una planta eólica.

Los data centers serían la razón de este consumo de energía.  Facebook por ejemplo está construyendo un centro de datos capaz de abastecer a 64 mil hogares.

Si a esto le sumamos la guerra del coltán, materia prima para crear los dispositivos inteligentes, tenemos un problema medio ambiental que escapa del mundo virtual.

Por si fuera poco, un reciente estudio comprobó que a mayor actividad ecologista en redes sociales, menor es la participación real en temas de conflicto. Y si agregamos que el abuso de este medio de comunicación causa cuadros depresivos, insomnio y alteraciones en la personalidad, tenemos un escenario bastante desventajoso.

La clave está en no perder la perspectiva y conectarse con nuestras "cavernarias" formas de interacción fuera de la red para mantener un equilibrio y una conciencia de lo que nos rodea, o inclusive optar por empresas de Internet con un fuerte compromiso con la ecología, como el buscador Ecosia. No hay que olvidar las ventajas  que da la tecnología; nos hace prescindir del papel que se consigue talando bosques.