A Brasil se le viene encima la organización de dos eventos de talla mundial. En 2014 el país organizará el Mundial de Fútbol y en 2016 tendrán el plato estrella con los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro. Para estos dos eventos se están construyendo multitud de equipamientos pero hoy nos queremos centrar en uno que será un poco especial.

Es el Estadio Nacional de Brasília, que será el primer estadio de fútbol del mundo con energía cero.

Para entender la importancia de este hecho primero tenemos que saber que es el concepto de energía cero. Un edificio energía cero (EEC) es un edificio que produce la misma energía que requiere y además, esta energía producida tiene que provenir de energías renovables. El edificio no requiere de energía externa y es totalmente autónomo en este sentido.

Así que en Brasil han encargado esta remodelación al estudio de arquitectos Castro Mello Arquitetos y cuando esté acabado el edificio debería recibir la certificación LEED Platinum, la certificación más alta posible para proyectos sostenibles.

Esta certificación se pretende conseguir mediante una serie de elementos de diseño algunos de los cuales son:

Un anillo de paneles fotovoltáicos en el techo que proveen de energía al estadio. Gracias a una nueva legislación brasileña, el estadio será capaz de intercambiar energía entre los paneles y la red eléctrica cuando sea necesario.

Habrá un aparcamiento VIP para hasta 1.000 bicicletas dentro del estadio. En total habrá 3.500 espacios para dejar las bicicletas.

Una membrana fotovoltáica en el techo capturará la polución cuando descienda y romperá los compuestos químicos de ésta para así limpiar la atmósfera. Esto es importante ya que el 50% de las emisiones de CO2 relacionadas con el estadio provienen del transporte desde y hacia el mismo.

Un sistema de recogida de agua de lluvia y de reciclaje para uso en las zonas verdes.

Mucha luz natural, aunque potenciando las zonas de sombra para el sol de Brasilia.

El nuevo diseño reutiliza materiales de la antigua construcción.

El proyecto no será barato ya que está presupuestado en $400 millones pero se estima que los paneles solares estarán amortizados en unos 10 años mientras que éstos tienen una vida útil de 25.