Aunque el calamar gigante, por su gran tamaño, cuenta con órganos que también pueden merecer el calificativo de “gigantes”, sus ojos sobrepasan de manera llamativa las dimensiones que cabría esperar que tuvieran, y ello ha intrigado durante mucho tiempo a la comunidad científica. Evolutivamente, no tendría sentido que un animal desarrollase ojos tan grandes sin un buen motivo práctico.
Ahora, un nuevo estudio parece haber dado con la explicación para este enigma.
En principio, para ver en un entorno con bajo nivel de luz, como el de las profundidades marinas, tener ojos grandes es mejor que tener ojos pequeños, simplemente porque los grandes captan más luz. Sin embargo, las propiedades ópticas del agua restringirán severamente la distancia máxima a la que se pueden distinguir las cosas.
Usando cálculos complejos, el equipo de Dan-Eric Nilsson de la Universidad de Lund en Suecia, ha descubierto que para los animales que viven en el agua, no vale la pena tener ojos mucho más grandes que una naranja. Para ver a las presas potenciales es suficiente con ojos de ese tamaño. Tener ojos más grandes sólo mejoraría un poquito la visión, pero, en términos de costo metabólico, construir y mantener los ojos tiene un alto precio.
Los ojos de las enormes ballenas no tienen mucho más de 9 centímetros de diámetro, lo que concuerda con esa tendencia. ¿Por qué entonces los calamares gigantes tienen ojos de 25 centímetros?
Usando un modelo matemático de visión subacuática, los investigadores pusieron a prueba los beneficios de tener ojos muy grandes para una amplia gama de tareas bajo varias condiciones de iluminación. Estos análisis mostraron que los ojos muy grandes no son mucho mejores que los pequeños a menos que uno quiera ver algo que de por sí es muy grande, como una ballena… Ese es el motivo del gran tamaño de los ojos del calamar gigante. A la bestia marina le son de utilidad, porque es lo bastante fornida como para evitar ser cazada por un cachalote si lo divisa a tiempo. Para otros animales, todo intento de escapar puede ser inútil, aunque lograsen detectar a la ballena desde la misma distancia que logra hacerlo el calamar gigante.
Ahora bien, ¿cómo exactamente el calamar puede vislumbrar a una ballena a gran distancia y con la escasa luz reinante en las profundidades oceánicas?
La respuesta es la luz bioluminiscente producida por pequeños animales gelatinosos cuando son perturbados por una ballena que se mueve a través del agua. Un cuerpo voluminoso que se acerca, como el de una ballena, perturba el patrón de bioluminiscencia de la zona de un modo delatador, como la polvareda que se levanta en la lejanía de una llanura arenosa revela que se acerca un automóvil. De hecho, la alteración de la bioluminiscencia les ha servido a veces a los marineros expertos para detectar de noche la presencia de un submarino.
El último comentario se muestra en esta página, los anteriores podrás leerlos en las páginas subsiguientes. Todos los comentarios requieren de la aprobación del administrador. No se publicarán consultas, las que sugerimos realizar a través del formulario de contacto.Sólo los usuarios registrados pueden escribir comentarios. Por favor valídate o regístrate. Powered by AkoComment 2.0! |