Lo que define al escarabajo es… bueno, que no sé por qué toda la fauna animal, incluido nosotros mismos, no escoge ser escarabajo. El escarabajo es el insecto por antonomasia, el animal universal.
● Y es que la diversidad y adaptabilidad del escarabajo es extraordinaria: hay 350.000 especies de escarabajo catalogadas, y 8 millones de especies aún esperando ser bautizadas: se descubre una nueva especie de escarabajo cada hora.
Hay tantos escarabajos que se puede afirmas que 1 de cada 5 especies de animales y plantas de la Tierra son escarabajos.
La razón de que haya tantos escarabajos hay que atribuírsela a las flores, la comida favorita de los escarabajos. Cuando hace 120 millones de años, las plantas de flor empezaron a diversificarse, los escarabajos las siguieron por todo el planeta en su adaptación a nuevos entornos.
● Además, los escarabajos son capaces de alimentarse de las cosas más insólitas. Desde toda clase de comida hasta papel, alfombras, animales disecados, estricnina o madera. Por ejemplo, el escarabajo “cortocircuito” muerde el revestimiento de plomo de los cables del telégrafo para degustar su sabroso aislante de fibra que rodea los alambres de cobre.
O el escarabajo Zonocopris gibbicolis: sólo come deposiciones de caracoles terrestres.
● También desarrollan toda clase de estrategias para sobrevivir. Tal es su carrera armamentística por la supervivencia que, gracias a ellos, podríamos desarrollar en muchos aspectos nuestra propia tecnología.
Así lo explica John Lloyd:
Los escarabajos bombarderos, que disparan un aerosol químico desde el ano a 300 pulsos por segundo, podrían ayudarnos a reiniciar motores de aviones parados en pleno vuelo. Los escarabajos tenebrioides del desierto de Namibia, capaces de canalizar el rocío de la mañana hasta sus bocas utilizando las protuberancias y los huesos microscópicos de sus cuerpos, se están utilizando en el desarrollo de nuevas tecnologías para la cosecha de niebla. El escarabajo Melanophila acuminata podría guardar el secreto de un sistema de detección precoz de incendios forestales. Posee un sensor infrarrojo bajo una de las patas que es capaz de detectar un fuego a más de 80 kilómetros de distancia. ¿Por qué? Para poder volar hacia la llama. Sabe que los troncos que arden lentamente ofrecen una oportunidad única de aparearse sin descanso y poner huevos sin la amenaza de depredadores.