La acidificación de los océanos pueden causar que los peces se vuelvan incapaces de "oler el peligro" y se acerquen fatalmente a sus depredadores, afirman científicos australianos.
Un grupo de investigadores que estudian los efectos de la acidificación -provocada por la disolución de CO2- en los arrecifes coralinos hallaron que ésta "pone en riesgo" la supervivencia de los peces.
Peces payaso criados en aguas con alto nivel de acidificación se acercaban en lugar de alejarse de las señales químicas liberadas por peces depredadores.
El estudio fue publicado en la revista especializada Ecology Letters, y lo dirigió Danielle Dixson, de la Universidad James Cook, en Queensland, Australia.
Océanos ácidos |
|
El aumento en las emisiones de dióxido de carbono está volviendo más ácidos los océanos y algunos organismos ya están sufriendo las consecuencias, dijo en una entrevista reciente el Dr. Roberto Iglesias Prieto.
Iglesias es jefe de la Unidad Académica Puerto Morelos, Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, de la Universidad Autónoma de México.
Según el experto la actividad humana ha coadyuvado a incrementar la cantidad de CO2 en la atmósfera y parte de ese gas que está en la atmósfera se disuelve en el océano. |
El factor humanoElla y sus colegas hicieron pruebas con larva de peces payaso naranja que crecieron en agua con el mismo nivel de pH que su hábitat en arrecifes de coral oceánicos y los compararon con peces que crecieron en agua más acidica.
El grupo puso a los peces dentro de una "cámara de flujo" con dos fuentes de agua corriendo en paralelo.
Una fuente de agua fue tomada de tanques en los que había depredadores naturales del pez payaso, y la otra fue extraída de tanques en los que no nadaba ningún pez depredador.
"Las corrientes de agua son idénticas, de forma que el agua no se mezcla", explicó Dixson. "Esto le permite al pez que se encuentra en la cámara elegir en cuál de los flujos prefiere nadar o cuál no le gusta".
Durante la prueba, los peces criados en agua normal evitaron pasar al flujo de agua en la que sus depredadores habían estado nadando. Habían detectado el olor de un depredador y nadaron dejos de éste.
Pero, dijo Dixson, los peces que fueron criados en aguas más acídicas se vieron fuertemente atraídos a ambos flujos.
Los investigadores dicen que su estudio muestra que los peces "podrían exhibir una atracción fatal hacia depredadores en niveles de CO2 y pH que podrían ocurrir en nuestros océanos en 2100 dentro de un escenario en el que no cambie la actual tasa de emisiones contaminantes en el mundo".
Oler el peligroEstudios anteriores han mostrado que los peces descansan en su sentido del olor para evitar ser comidos durante lo que se conoce como el proceso de establecimiento. Esto es cuando la larva recién incubada encuentra un lugar adecuado y seguro para vivir.
En esta etapa juvenil y frágil, apuntan los investigadores, "la habilidad para detectar y evitar a los depredadores es uno de los más importantes mecanimos para asegurar la supervivencia".
"La acidificación de los océanos tiene el potencial de convertirse en un porblema extendido y no se sabe bien cuántos organismos y ecosistemas podrán lidiar con el decremento en pH", dijo Dixson:
"Este estudio muestra que la acidificación de los océanos podría llevar a un incremento en la mortalidad de las larvas".