Página 1 de 2  Bolivia
se encuentra entre los países llamados mega-diversos del mundo, el
ritmo de deforestación en los últimos 18 años fue de 168.012 has por
año las principalmente actividades que esta implica son la agricultura
mecanizada, ganadería intensiva, minería, sísmicas petroleras,
urbanización y forestal.
La extracción de madera tiene presencia en siete departamentos, con una
superficie total de 4.075.423,93 has. patentadas, el departamento del
Beni ocupa el tercer lugar del ranking nacional con una superficie
total de 74.119,78 ha (16,2%), la provincia Mojos, tiene una superficie
patentada de 25.428,79 has, actualmente en la región las concesiones
forestales registradas son Monte Grande S.R.L. y Herbas S.R.L. con una
superficie de 153.038 has y tienen una superposición de 9.375,9 has.
dentro de las TCOs del municipio de San Ignacio de Mojos
(Superintendencia forestal, 2003).
La producción forestal maderable aporta 11.9% al ingreso de las
familias. El valor bruto de la producción forestal es de 4.756 Bs y el
valor neto de 4.630 Bs, de las cuales el 71% es para el consumo de las
familias, destinadas para la construcción de viviendas, canoas,
carretones, ruedas carretillas, muebles para implementar sus viviendas,
construcción de cabildos, las escuela y postras sanitarias, muy
provechoso para cada una de las familias, el resto de la producción es
destinada para la venta (29%), que normalmente lo comercializan en San
Ignacio de Mojos y San Borja, el ingreso neto por cada familia indígena
es de 856 Bs. ( Castedo, 2003, inédito)
Swietenia macrophylla (mara; gijogi y kijaki) en adelante mara, es un
árbol de hasta 45 metros que habita en bosques amazónicos entre 250 y
850 msnm, florece entre septiembre y noviembre y frutea de mayo hasta
agosto; por ser una madera blanda, su destino es principalmente para
mueblería, carpintería y construcción. Los lugares donde se han
registrado esta especie en Bolivia son: Beni (Ballivián, al SE de San
Borja, del Río Maniquí 46 km al SE, La PAZ, Sud Yungas), La Paz (Alto
Beni); Santa Cruz (A. Ibáñez, Ciudad de Santa Cruz, Campus
Universitario) y reportado para Pando (Killeen, et al, 2003), y en
nuevamente reportado para el Beni (en comunidades de la TCO TIM y plaza
del municipio de San Ignacio de Mojos) (Agreda, 2005 inédito).
La mara es una especie que está en vía de extinción, la categoría
asignada es el apéndice III después del 15/11/2003 (CITES, 2003), ésta
preocupante realidad es confirmada por los registros de exportación,
que para el año 1998 data de un total de 37.958 m³r, después de 5 años
(año 2003) la producción bajó a 5.707 m³r, (Cámara Forestal de Bolivia,
2004), significando solo un 15% con relación al año 1998 y una
tendencia negativa.
El auge de la madera en el municipio de mojos data entre los 80 y 90,
en aquella época se detectaron grandes manchas de mara en zonas de
bosque alto en la inmensas llanuras de Mojos, que fueron explotados
indiscriminadamente por "piratas" de madera con vinculación a las
empresas concesionarias, ahora sólo quedan algunos remanentes de esta
especie, que se encuentran dispersas en las riveras de los ríos de las
comunidades que forman el Territorio Indígena Multiétnico-TIM.
Frente a los nuevos desafíos que enfrentan los pueblos indígenas,
especialmente la preocupación por la disminución de sus recursos
naturales, las comunidades del TIM desde hace varios años han
emprendido una valiosa labor para la implementación de los sistemas
agroforestales, cuya iniciativa es apoyada desde hace unos seis años
por el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA)
regional Beni que en la actualidad muestra resultados alentadores para
los comunarios y comunarias de la TCO, ha alcanzado promover el cultivo
de esta especie en una superficie próxima a las 100 has. de mara en
asociación con cacao criollo y en algunos casos con el plátano con la
idea de diversificar su producción, disminuir la presión al bosque y
que la mara sea la herencia para sus hijos e hijas, y puedan tener
mejores días. Al margen de esta iniciativa por demás positiva valdría
la pena que el Estado a través de sus diferentes instancias tome cartas
en el asunto planteando a) una política nacional para especies en
extinción, b) lograr acuerdos regionales (sean departamentales,
municipales o distritales) entre los diferentes actores que permitan
acciones coordinadas para el repoblamiento de la mara, c) la aplicación
de los mecanismos legales establecidos para quienes están al margen de
la ley en la explotación de esta especie y d) el apoyo a las TCOs en el
repoblamiento y manejo de esta especie.
El último comentario se muestra en esta página, los anteriores podrás leerlos en las páginas subsiguientes:
Sólo los usuarios registrados pueden escribir comentarios. Por favor valídate o regístrate. |
Me gustó el artículo Escrito por Invitado el 2008-09-22 23:08:22 Muy interesante, quiero propagar esta especie y contribuir para que la misma no se extinga; ¿pueden enviarme algún dato sobre la mara y su propagacion? , al siguiente correo leo_hams@hotmail.com | |