Un estudio minucioso de los lagartos cornudos de California, que tienen un millón de años de evolución a sus espaldas, y que a veces son llamados "sapos cornudos", muestra que cuando se trata de distinguir entre especies que se han bifurcado recientemente, el método más eficaz integra información genética, anatómica y ecológica. La Universidad de California en Berkeley, y el U.S. Geological Survey (Servicio Estadounidense de Prospección Geológica), utilizan todos estos criterios para mostrar que cuando el lagarto cornudo costero (Phrynosoma coronatum) se movió hacia el norte desde Baja California y se expandió por el estado, se bifurcó en al menos dos nuevas especies.
"Cuando se comparan todos los conjuntos de datos, estos apuntan a tres especies", explica el autor principal del estudio, Adam Leaché. Limitándose a un único conjunto de datos de los varios usados, el resultado aparente sería de un número distinto de especies. Algo que ha quedado bien demostrado en este estudio, es que para analizar de modo fiable el proceso de especiación no hay que basarse en un solo tipo de datos. Además de la especie original más antigua, la P. coronatum, presente sólo en el sur de Baja California, los investigadores identificaron una nueva especie en la parte central de Baja, P. cerroense, y una tercera, P. blainvillii, cuya zona de distribución geográfica se extiende desde el norte de Baja California hasta California del Norte. Dentro de la tercera, con una mayor área de distribución geográfica, los autores del estudio han encontrado suficientes diferencias genéticas y ecológicas como para creer que hay al menos tres poblaciones distintas del P. blainvillii, requiriendo cada una cuidados y protección específicos. Lo desvelado por el nuevo estudio atañe de manera muy directa a los proyectos de conservación, debido a que las poblaciones del lagarto cornudo costero están en declive desde el sur de Baja California hasta California del Norte debido a varios factores. Entre estos, se encuentran la pérdida de las tierras bajas que son su hábitat, por culpa de la agricultura y la urbanización. Y también la introducción de hormigas argentinas, que han expulsado de sus territorios naturales a hormigas autóctonas que son más nutritivas para los lagartos y su fuente favorita de alimentación. El lagarto se encuentra en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. El lagarto cornudo costero tiene una zona de distribución geográfica que va desde la punta sur de Baja California hasta la costa norte de California. El nuevo análisis divide estos animales en tres especies separadas, entre las cuales está el Phrynosoma cerroense, y aporta datos bastante esclarecedores sobre cuáles deben ser las acciones de protección a seguir. Durante más de cien años, los científicos han estado intentando distinguir especies entre los lagartos cornudos costeros, y, dependiendo del autor de cada estudio, este número oscila entre 1 y 6. Estos estudios anteriores estuvieron basados casi por completo en la morfología, y eso explica que tengan tantas contradicciones. Fuente: NC&T El último comentario se muestra en esta página, los anteriores podrás leerlos en las páginas subsiguientes. Todos los comentarios requieren de la aprobación del administrador. No se publicarán consultas, las que sugerimos realizar a través del formulario de contacto. Sólo los usuarios registrados pueden escribir comentarios. Por favor valídate o regístrate. Powered by AkoComment 2.0! |