barrameda.com.ar - un puente hacia contenidos originales -
un puente hacia contenidos originales...
 
cargando el contenido
 
 
   
   
   

 
 
 

El cáncer emerge como enfermedad en los países en desarrollo

Entrevista a Miguel San Sebastián, doctor en epidemiología medioambiental, investigador del Instituto "Manuel Amunárriz" y cooperante de Medicus Mundi en Ecuador.

El Instituto “Manuel Amunárriz” procura la salud comunitaria de una población aproximada de 100.000 personas, una quinta parte de ellas indígenas, que viven al Oriente de Ecuador, en las provincias de Orellana y Sucumbíos, cabecera de la gran selva amazónica. Después de algunos estudios sobre el beriberi y otros problemas nutricionales, el Instituto investiga la relación entre las condiciones ambientales del medio y la salud humana. El negativo impacto de la incontrolada actividad de las petroleras quedó probado y medido en el Informe “Yana Curi”. Un estudio más reciente se refiere a la incidencia creciente del cáncer en la zona y otro trabajo, ahora en marcha, a los efectos de los pesticidas sobre agricultores que trabajan en plantaciones de palma africana. Miguel San Sebastián, doctor en epidemiología medioambiental y cooperante de Medicus Mundi, es el responsable de estas investigaciones.

Tras once años de experiencia, ¿cómo ve la Amazonia de Ecuador?

Tengo una visión contradictoria. Observo una gran biodiversidad y encuentro vivas formas culturales y tradiciones comunitarias apreciables, pero creo que la Amazonía está sufriendo un grave impacto, no sólo ambiental, sino también social, cultural y económico que hay que relacionar con la situación general que atraviesa todo Ecuador, pero que está haciendo retroceder a la zona en muchos sentidos. Predomina una visión triste y con perspectivas nada halagüeñas para los próximos años. Lo único que cuenta es sacar la mayor cantidad de dinero posible de la Amazonía sin que importen los costes. El presidente del país ha dicho con claridad que ese es el objetivo y que nadie lo va a parar. Hay una clase política atrapada en un sistema de corrupción general, y no aparecen líderes que propongan alternativas. El movimiento indígena, que presentó algunas, ahora no es fuerte y e incluso se ha debilitado porque algunos líderes han actuado en beneficio propio.

¿Qué suponen para la población de la Amazonia las explotaciones petroleras?

Muchos problemas y muy escaso beneficio. La presión popular de los últimos años ha conseguido que se construyan carreteras y algunos servicios muy básicos. Hay una elite que se está enriqueciendo, pero no hay mecanismos de redistribución de los recursos. Ahora se está construyendo un nuevo oleoducto desde la Amazonia hasta Esmeraldas, en la costa del Pacífico, donde está la refinería. Conduce, principalmente, el petróleo pesado de compañías extranjeras y los beneficios para el país son mínimos.

La mujer, ¿corre especiales riesgos ambientales para su propia salud?

Las mujeres que viven en esta zona de explotación petrolera, tienen un riesgo de padecer abortos muchísimo mayor que otras mujeres que residen en zonas alejadas de ellas. Hemos podido probar científicamente ese riesgo.

Ustedes ponen de relieve la emergencia del cáncer como una enfermedad propia de países en vías de desarrollo.

Hasta ahora se ha relacionado más la aparición del cáncer con la dieta o los estilos de vida, pero la cuestión ambiental ha sido menos atendida. En la Amazonía las tasas de cáncer en la población son muy bajas, pero crecen de manera muy apreciable en las poblaciones directamente expuestas a los impactos ambientales de las explotaciones petroleras. Por ejemplo el cáncer de cuello de útero ha crecido muchísimo nuestra región, subiendo a tasas casi iguales a las que se dan en zonas urbanas del propio país. Y Quito es la octava ciudad del mundo con mayor incidencia de cánceres de cuello de útero.

Encuentran relación probada entre la exposición a las consecuencias de la actividad petrolera y el crecimiento de casos ¿En qué condiciones?

Ese crecimiento se prueba cuando ha habido una exposición intensa. Todavía no podemos determinar durante cuánto tiempo, porque la explotación petrolera en Ecuador se inició hace treinta años en el Oriente del país y no se han hecho estudios desde el inicio. Pero consta que desde que la actividad se inició ha habido derrames y contaminación. Normalmente el cáncer, debido a exposiciones ambientales, no surge de un día para otro, necesita un proceso.

¿A qué sectores de población afecta más el problema?

Eso tiene que ver con la proximidad de las instalaciones. Como hay más explotaciones en su territorio, hay más campesinos colonos afectados que indígenas. Pero donde existe actividad en zona indígena las comunidades están igualmente afectadas. No sabemos si la componente genética juega algún papel, porque los datos que hemos recogido, tomados del registro nacional de tumores, no hacen distinción por etnias.

A la vista de sus hallazgos, ¿qué recomendaciones han hecho a las autoridades sanitarias?

Hay dos recomendaciones básicas. Primera, que se le preste más atención a esta enfermedad, porque las cifras son elevadas y creemos que debería existir un sistema serio de vigilancia epidemiológica en la zona. Y, segunda, que el Gobierno exija a todas las compañías petroleras, a la nacional y a todas las extranjeras, un control riguroso de las emisiones ambientales que hacen.

¿Es posible en Ecuador una detección precoz de cánceres? ¿Es costosa?

Es posible y muy sencillo un programa de control de cánceres de cuello de útero, y lo hemos iniciado en la provincia de Orellana, con ayuda del Ministerio de Salud y del Fondo la las Naciones Unidas para la Población. Para otros tipos de tumores la cuestión es más difícil. Hay que tener buena infraestructura y los medios de control son más complejos

Ahora están llevando a cabo un estudio a cerca de los efectos de los pesticidas sobre los agricultores en algunas plantaciones de palma africana.

Hay dos grandes plantaciones que tienen entre ocho mil y diez mil hectáreas de cultivo, cada una. La palma africana, al ser un monocultivo, necesita gran cantidad de productos químicos. Estas plantaciones llevan cerca de 15 años en la zona, un tiempo suficientemente largo para que la población haya podido verse afectada. Nuestro estudio atiende a cómo se hace el manejo de esos productos y si ese manejo tiene algún impacto sobre la gente que los aplica.

¿Es compatible el desarrollo con el cuidado del medio? ¿Es costosa la factura?

Creo que es bien posible. Y eso se ha demostrado en varios países. La factura no es tan cara. Pero hace falta optar por una serie de compromisos que no veo que muchos gobiernos estén dispuestos a asumir. La prioridad ahora, en el norte y en el sur, parece ser el crecimiento económico a cualquier coste.

¿En qué medida han innovado ustedes con estas investigaciones?

Esta es una apuesta a largo plazo. Nuestro pequeño Instituto hace más publicaciones sobre medicina comunitaria que cualquier universidad en Ecuador. Toda la actividad de investigación en el país, incluso la de las universidades, se financia con recursos que llegan del exterior. Nosotros no hubiéramos podido hacer esta tarea sin el apoyo de Medicus Mundi. También es muy importante el apoyo institucional de la Universidad de Londres. Ahora algunas fundaciones van a respaldar con su publicación las investigaciones que hacemos de epidemiología comunitarias o cuestiones que importan a la gente de la Amazonía.

Nuestra sociedad suele medir mucho la relación entre coste y beneficio. Pero en este caso estamos hablando de la salud humana. ¿Qué piensa de eso?

Depende. Hay muchas investigaciones costosas, que luego no sirven para gran cosa. Yo creo que la investigación, en un marco comunitario, no es nada costosa y puede aportar datos muy útiles. Nosotros sólo investigamos a demanda de la comunidad y con su respaldo, y la comunidad nos ayuda. La condición es que la investigación sirva para la gente, y no sirve para nada si no existe conciencia en la gente de que algo está pasando.

¿Cree que están razonablemente bien equipados? ¿Hay algo que les sería necesario?

Yo creo que lo que más echamos en falta es el respaldo universitario, un vínculo entre Universidades y ONG, de Ecuador y de España, para poder investigar. Las universidades son, a menudo, un territorio de elites. Las ONG tienen más capacidad para llegar a lugares muy apartados y para encontrar una infraestructura local que abarata mucho los costos. Las Universidades nos podrían ayudar muchísimo en la formación del personal sanitario rural, médico y de enfermería. Muy buena cosa sería ligar todo el trabajo de nuestro Instituto a una universidad ecuatoriana que ofreciera tutoría y posibilidades a estudiantes de hacer sus maestrías y doctorados con trabajos prácticos en la Amazonia.

Javier Pagola
Director de la revista "El Sur" de la ONG Medicus Mundi
Agencia de Información Solidaria
navarra@medicusmundi.es
Los comentarios son editados con el fin de preservar la integridad del idioma. Se procede a la correción ortográfica y gramatical respetándose los conceptos volcados.

Búsqueda personalizada
Puedes encontrarnos en
Facebook
Twitter
Ning
puedes Compartir o recomendarnos en Google
El universo | Geografía Argentina | La biología | La botánica | La zoología | La ecología | What is ecology? | O que é ecologia?
 
 
 

  Principal Secciones


¿Qué es la ecología?

Versión en español
English version
Portuguese version

Entorno conceptual

El universo
Geografía argentina
La biología
La botánica
La zoología


Ultimas novedades

Noticias
Artículos
Colaboraciones
Correo de visitantes
Secretos del mar
Peces del Paraná
Puente verde
Foros
Foro Melodysoft

Argentina

Bolivia
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Cuba
Ecuador
El Salvador
España
Guatemala

Honduras

México

Nicaragua
Panamá
Paraguay
Perú
Puerto Rico
República Dominicana
Uruguay
Venezuela
Contacto Acerca de barrameda.com.ar Sitios amigos Aviso Legal