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| En
el zoológico de San
Rafael salvaron dos huevos
de cóndor. |
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La gente de la Fundación
Bioandina Argentina llegó a
Mendoza con un objetivo concreto:
relevar los datos satelitales de los
ejemplares que se liberaron en Chile
en 2001, dos de los cuales están
volando ahora en la zona del Valle
de Uco. Así se podrá
saber con certeza su comportamiento
tras la liberación, sus hábitos
y los lugares que habitan.
La principal causa de extinción
del cóndor es el hombre y si
bien en Mendoza la situación
aún no es grave, de no tomarse
las medidas necesarias puede correr
serios riesgos en el futuro. Se estima
que en la cordillera argentina y chilena
habitan cerca de 2.500 ejemplares
de cóndor.
La Fundación Bioandina trabaja
desde Buenos Aires con parejas de
cóndores de distintos zoológicos
del país. Luego los incuban
y hacen el proceso de crianza para
liberarlos en su ambiente natural.
El paso siguiente es hacer un seguimiento
satelital de las aves liberadas con
información que aporta la Nasa.
En San Rafael, en sólo un
par de meses, el año pasado
se salvaron dos huevos que puso una
pareja en cautiverio en el zoológico
municipal. Al sacar el primero se
estimuló la segunda reproducción.
Por eso la Fundación ahora
planea hacer una campaña de
concientización en el norte
y sur de Mendoza.
Además, entre el año
pasado y éste se han rescatado
seis animales (dos en Catamarca, dos
en Salta y dos en San Luis). El primer
ejemplar con el que se trabajó
en el Centro de Rescate fue una hembra
joven que se encontró herida
en Catamarca.
El ave se rehabilitó durante
ocho meses y ahora vuela entre esa
provincia y Tucumán, según
el seguimiento satelital que están
haciendo de ella. Esto también
permite que, por primera vez, se conozca
la distribución de esta especie
en el área norte del país.
A la par se hizo una campaña
educativa en las escuelas de Catamarca,
ya que este ejemplar fue encontrado
fracturado por una trampa que se había
puesto a otro animal.
El cóndor tiene una distribución
desde el sur de Tierra del Fuego hasta
el norte de Venezuela. En el área
norte (Venezuela, Colombia y Ecuador)
está en peligro de extinción.
Su futuro es incierto en esta zona
porque tienen una baja tasa reproductiva
y recién a los nueve años
está maduro para hacerlo. La
hembra sólo pone un huevo cada
dos o tres años y vive alrededor
de 60 a 70 años.
4 de mayo de 2003
Fuente:
PÁGINAS
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