En
las tortugas y otros reptiles, la diferenciación sexual está
determinada por la temperatura. Los ambientes cálidos favorecen el
desarrollo de las hembras, mientras los más fríos son propicios para el
surgimiento de los machos. La expresión de los genes que determinan una
u otra modalidad sexual depende de una diferencia muy sutil, de entre 2
y 4 grados centígrados. Cuando se habla del cambio climático muy pocas
veces se piensa en estas cosas.
Las modificaciones globales en el clima afectan a todas las formas de
vida en el planeta. La temperatura aumenta. Apenas el miércoles de la
semana pasada, investigadores del Programa Satelital de Defensa
Meteorológica de la NASA dieron a conocer sus resultados. En ellos se
muestra que ha disminuido la extensión de hielo en el Artico a 5.33
millones de kilómetros cuadrados, la cifra más baja registrada desde
1978, cuando comenzaron a hacerse los monitoreos sobre esta región. Las
estimaciones de este grupo, revelan que el hielo en el mar en esa zona
disminuye a razón de 8.5 por ciento cada década. El planeta se derrite.
Un día después, el 29 de septiembre, científicos del Instituto Max
Planck en Alemania informaron que el cambio climático no solamente es
grave, sino además hay modificaciones en su velocidad. Hoy es más
rápido que nunca. En conferencia de prensa, una modalidad que expresa
la intención de unir a la ciencia con la sociedad, los expertos de esa
institución dieron a conocer sus estimaciones para los próximos cien
años: el hielo en el mar en la región del Polo Norte se licuará al
finalizar el siglo XXI, la temperatura se incrementará en 4 grados y el
nivel del mar aumentará 30 centímetros.
Las consecuencias del calentamiento las podemos percibir desde ahora.
El clima es un desastre. Podemos notarlo en las lluvias. Un estudio
realizado por Mohammed Dore, publicado en el número de octubre de 2005
de Environment International, muestra que hay variaciones en las
lluvias en todas partes: a) un aumento de las precipitaciones en el
hemisferio norte; b) reducción de las lluvias en China, Australia y
algunas islas en el Pacífico, y c) variaciones incrementadas en las
regiones ecuatoriales. Por eso la temporada de lluvias en México ya
nadie la entiende.
Los cambios en el clima afectan desde ahora a todos los seres vivos. En
las plantas tienen efectos notables. Algunos trabajos publicados este
año, como el de Terry Chapin, de la Universidad de Alaska, muestran que
al desaparecer la nieve en el verano diversos vegetales ocupan esos
espacios. Pero en otras regiones algunas especies son muy vulnerables a
estos cambios. Expertos franceses como Thuiller y sus colaboradores, al
estudiar mil 350 especies de plantas europeas, encuentran que
aproximadamente la mitad pueden resultar afectadas hacia 2080 y algunas
se extinguirán.
Se está produciendo también una modificación en la distribución de los
animales en el planeta. Las especies marinas de la región antártica,
por ejemplo, se desplazan hacia otras partes, mientras las que habitan
regiones de más bajas latitudes se colocan más hacia el norte, lo que
constituye una invasión, de acuerdo con Lloyd S. Peck, con
consecuencias que todavía no conocemos. Otros investigadores han
advertido sobre los efectos del cambio climático en aves y en
mamíferos, en la mayoría de los casos con consecuencias adversas.
En los humanos, uno de los efectos menos difundidos son las
enfermedades consecutivas al cambio climático. Destacan la reaparición
de enfermedades parasitarias trasmitidas por artrópodos y roedores en
países como España, la amibiasis en Holanda, las epidemias de malaria
en el este de Africa, o el aumento de las alergias en el mundo, entre
otras. Consecuencias no menos importantes ocurren sobre la producción
de alimentos y la nutrición humana. El aumento de la mortalidad
asociada a los cambios en el clima está bien documentado, desde Beirut
hasta Estados Unidos, como señalan El-Zein y Tewtel-Salem en un estudio
publicado en mayo de este año (Sci. Tot. Env. 343: 273-5). Los veranos
en Europa se están volviendo mortales, especialmente para los sectores
más vulnerables, como los ancianos y los menores de 5 años.
No hay duda de que la actividad humana es el factor más importante en
el cambio del clima. La incesante acumulación de gases en la atmósfera,
producto del consumo de energía, y la falta de disposición del poder
económico y militar para alcanzar acuerdos globales que limiten el
deterioro del planeta, dañan palpablemente el presente y ensombrecen
todavía más nuestro futuro.
Por lo pronto, las tortugas avanzan cada vez más rápido hacia una
crisis en su identidad sexual. Bastan 3 grados para definir si nace una
hembra o un macho. Variaciones menores pueden dar lugar a diferentes
estados intersexuales y al hermafroditismo. El sexo de las tortugas
ilustra la maravillosa fragilidad de los mecanismos biológicos que al
parecer estamos empeñados en destruir.
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No me quedo claro Escrito por Ana Laura el 2006-03-14 09:50:26 no me quedó claro lo de la clase de parásitos que tienen las tortugas y por lo tanto el grado de patogenidad que provoca al humano.Gracias. Atentamente. Ana Laura |
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