Unas son capaces de sacrificar partes de su cuerpo por sus crías, otras los mantienen bien cerquita durante años.
Y semejante esfuerzo es fundamental para la supervivencia de sus hijos en el mundo natural, que también puede ser muy hostil.
Grandes y pequeñas, cada una con su estilo, aquí te contamos las costumbres y las hazañas de las mamás animales que forman esta particular selección.
PulpoLa mamá pulpo puede poner entre 50 y 200 mil huevos, y los cuida durante unos cuarenta días hasta que se abren.
En ese tiempo, nunca abandona su puesto de guardia, ni siquiera para buscar comida.
Para mantener el hambre a raya, es capaz de comerse uno de sus tentáculos.
Al final del proceso la hembra está tan débil, que a menudo muere.
Araña loboLas hembras de la familia de los licósidos, también conocidas como arañas lobo, fabrican un saco esférico para sus huevos que transportan colgando del extremo posterior e inferior del abdomen, como una guardería portátil.
Cuando los huevos eclosionan, cargan a las crías sobre el abdomen hasta que los pequeños realizan su primera muda.
Oso polarLa mamá osa polar suele parir en medio del invierno. Para cuidar al recién nacido, se queda dentro de la madriguera las primeras semanas y le da leche.
Pero en todos esos meses, ella no puede alimentarse, así que debe sacrificar su propia reserva de energía para dar de comer a su pequeño.
ElefanteLos elefantes no son solo los animales terrestres vivos más grandes del mundo, también tienen el embarazo más largo entre todos los mamíferos: dura 22 meses.
Generalmente dan a luz una sola cría, que puede pesar alrededor de 100 kilos.
Durante los primeros meses, el bebé elefante depende únicamente de la leche materna para alimentarse, hasta que aprende a usar su trompa para beber y traer hojas a su boca.
Sin embargo, y aunque ya pueda alimentarse solo, continua mamando hasta los 3-5 años.
El aligátor americanoLas hembras aligátor americano, también conocido como caimán del Mississippi, vigilan de cerca sus nidos hasta que los huevos hacen eclosión.
Muchos animales, incluyendo los propios caimanes, se harían un festín con los huevos.
Una vez que nacen, la mamá los carga en su boca y se los lleva al agua, donde continuará cuidándolos durante tres o cuatro años.
GacelaCuando una gacela deja a su cría sola en medio de la sabana africana, puede no parecer el gesto más amoroso del mundo, pero sin embargo, lo que está haciendo es llamando la atención de cualquier predador sobre sí misma para alejarlo de su retoño.
Estos ágiles animales pueden alcanzar velocidades de hasta 97 km/h, viven en grandes rebaños y son hervíboros.
Pero para sobrevivir en campo abierto, deben estar muy atentos todo el tiempo y no duermen más de una hora al día, en cortas siestas de pocos minutos.
GorilaLos bebés gorilas necesitan mamar al menos cada hora hasta que tiene cuatro o cinco meses.
Incluso después del año, las mamás nunca dejan que los pequeños se alejen a más de cinco metros.
Se quedan con su mamá hasta que tiene tres o cuatro años, e incluso pueden compartir el nido hasta que tienen 6 años.
Foca de GroenlandiaPara sobrevivir las heladas temperaturas, las focas recién nacidas deben cubrirse rápidamente con una capa de grasa.
Por eso, las mamás producen leche con un porcentaje de 60% de grasa.
La madre amamanta a su cría durante 12 días sin comer, y la leche es tan nutritiva que ella pierde hasta 3 kilos de peso por día.
Dermápteros o tijeretasLa mayoría de los insectos no destacan por sus cuidados maternales.
Pero la hembra tijereta es una excepción muy notable: ella cuida y da calor a sus huevos, los protege de los predadores y los limpia de hongos.
Pero también se ocupan de los pequeños después de que nacen, alimentándolos con partes de su propio cuerpo si es necesario y cuidándolos hasta que hayan mudado por segunda vez.
La mamá orangután prácticamente no se separa de su bebé durante sus primeros cuatro meses de vida.
Las crías continúan siendo dependientes y mamando hasta los cinco años, y se mantienen cerca de sus mamás hasta que tiene 6 o 7 años.