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El cambio climático: entre lo apocalíptico y la negación
Artículos - Cultura eco
Publicado por Administrador   
jueves, 17 de abril de 2014
Basílica de Luján inundada ¿Es posible comprender los cambios climáticos en Argentina separado del contexto global? El impacto ambiental contemporáneo en el planeta mostró claros indicios de que la mudanza del clima no sólo parece haber llegado para quedarse, sino también para acentuarse.

Miguel Grinberg, escritor, poeta y periodista especializado en medio ambiente, explicó que resulta imposible hablar sobre el calentamiento terrestre sin colocarlo estrictamente dentro del contexto global. “Durante los últimos veinte años, el tema climático se ha impregnado de interpretaciones varias, entre lo apocalíptico y la negación. Desde la órbita científica, preanuncian catástrofes cada vez más graves y responsabilizan a la emisión industrial de gases carbónicos. Sin embargo, desde el ámbito político-empresarial, son escépticos y atribuyen los actuales fenómenos atmosféricos a ciclos naturales de nuestro planeta.

El especialista agregó que, en ese contexto, el gobierno de Estados Unidos emitió una “orden ejecutiva” el 1º de noviembre de 2013, resaltando la prioridad política de preparar a su país para los impactos del cambio climático. “Estableció la creación de un Consejo Nacional de Preparación y Resiliencia (que significa la capacidad de anticipar, prepararse y adaptarse a condiciones cambiantes, y resistir, responder y recuperarse velozmente de los desequilibrios padecidos) para el Clima y el documento respectivo fue publicado en la página oficial de la Casa Blanca. La red satelital de la NASA aportó los estudios atmosféricos que fundamentaron la iniciativa, encuadrada en el marco de las medidas de seguridad nacional”.
 
¿Las grandes ciudades del mundo están al tanto de todo esto y están tomando medidas al respecto?
 
Sí, algunas lo están haciendo. Las agencias espaciales europeas manejan probablemente más información atmosférica que los países en vías de desarrollo. No es casual que el Municipio de Londres –ante un eventual ascenso del nivel del mar– haya determinado el éxodo de toda la infraestructura informática del gobierno británico y del sistema bancario a la ciudad de Birmingham, situada a 165 km de distancia y con una altitud media de 140 metros. Asimismo, los edificios de la capital están mudando las calderas de calefacción a los pisos superiores, así como los medidores de los servicios públicos, habitualmente anidados en los sótanos.

¿Cuál es el papel que están jugando los medios en el tema del cambio climático?
 
La polémica mediática sobre la existencia o no de cambios climáticos peligrosos ha tenido diferentes adherentes y detractores. Recientemente, el diario londinense The Guardian, dio a conocer un estudio del sociólogo Robert Brulle, en el cual se expone una lista de 91 grupos conservadores de presión que niegan la existencia de tales fenómenos. Numerosos billonarios ligados a la industria petrolera y carbonífera, al comercio de combustibles, al transporte, refinerías y otras actividades industriales emisoras de gases carbónicos, habrían aportado mil millones de dólares anuales para descalificar el concepto de “cambio climático” en los medios de comunicación masiva. Entretanto, la prensa mundial no cesa de informar acerca de olas de calor, olas de frío, tifones, tornados, inundaciones, sequías, erosión, desertificación, acidificación de los mares, deshielo de glaciares y polos, y demás episodios espectaculares de destrucción por parte de las energías de la naturaleza.

Cabe resaltar que todo este tema trae consigo una larga cadena de infecundos debates al respecto. El cambio climático comenzó a resonar como un problema mundial en 1992, en el seno de las Naciones Unidas, durante la Cumbre de la Tierra celebrada ese año en Río de Janeiro (Brasil), también conocida como ECO 92.
 
Exactamente. En esos días se caratulaba al problema como Efecto Invernadero, o sea, emisión masiva de gases carbónicos (o CO2) que a nivel mundial sumaban en la atmósfera 287 partes por millón (ppm). Aquella conferencia desembocó en la firma de un Convenio Marco sobre Cambio Climático, donde los países ricos se comprometían a reducir sus emisiones. No sucedió. En mayo de 2013, según registros de la Organización Meteorológica Mundial, el índice superó la marca de 400 ppm, Hoy, para funcionar a todo vapor, en nuestro planeta se queman diariamente 90 millones de barriles de petróleo.

¿Tuvo algún resultado positivo aquella reunión?
 
La ECO 92 condujo a la formación en la ONU de un Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (PICC) que desde entonces emite periódicamente informes técnicos cada vez más sombríos. Año tras año se han venido efectuando asambleas de los países implicados por el Convenio Marco, sin que se pudiera avanzar en dirección de políticas resilientes.

Lo único que cambió fue la retórica. No se habla más sobre Efecto Invernadero, Cambio Climático o Calentamiento Global y todo se remite a consignar la existencia de “Eventos Extremos”, ante los cuales la emisión de gases pasó a segundo plano, y sólo se bocetan medidas de adaptación y mitigación de los impactos atmosféricos.
 
Y más adelante llegó el infructuoso Protocolo de Kyoto.
 
Sí, fue 1997, y allí se logró aprobar un Protocolo para instrumentar el Convenio Marco, pero caducará en 2015 sin que haya habido consenso para revertir los temas allí puestos en foco.

¿Cómo debieran interpretarse estas extremas temperaturas, según tu experiencia en el tema?
 
Existe un segmento de climatólogos que no avalan el diagnóstico que culpa de todo el problema a la emisión de CO2, y remiten al accionar cíclico de las corrientes oceánicas llamadas como El Niño y La Niña, a la acción de las llamaradas solares, a cambios en la Jet Stream atmosférica (flujo de aire rápido y estrecho que se encuentra en las atmósferas de algunos planetas, como la Tierra, y que son aprovechadas por las empresas aéreas del mundo para volar más rápido).
 
Algo es real: este verano, en el hemisferio sur, las olas de calor sin precedentes castigaron y siguen castigando, tanto a la Argentina como a Australia; con temperaturas récord y grandes incendios de masas forestales. La tropicalización regional en nuestro país es más que evidente: la presencia endémica del dengue es una señal inequívoca de las tendencias reinantes. Si nos preguntamos cómo será aquí el invierno próximo, analicemos cómo fueron los veranos en el hemisferio norte el año pasado: EEUU, Europa y Rusia atravesaron olas de calor tremendas con miles de víctimas. ¿Cómo será nuestro próximo invierno? El frío récord que acaba de padecer EEUU en estos días (-50º C) podría ser un telegrama de preaviso.

¿Cómo vislumbrás el futuro mediato e inmediato con respecto al calentamiento global?
 
Si todo este gran problema mundial se debe a los gases de invernadero, entonces estamos en un rumbo de colisión. Porque las grandes potencias implicadas en el Protocolo de Kyoto de 1997, han aumentado  sus emisiones en un 48%. Por su parte, las potencias emergentes surgidas en los últimos años, como China e India, aspiran a promover su desarrollo industrial sin dar marcha atrás.
 
¿Y respecto a los problemas energéticos locales?
 
Parte importante de nuestra energía eléctrica diaria proviene de usinas térmicas. Sólo estos puntos de referencia exigirían un debate nacional, no sólo sobre medidas prioritarias de adaptación, mitigación y resiliencia, sino también sobre un modelo de desarrollo que no ponga en peligro a las generaciones futuras. No es un terreno exclusivo de los funcionarios públicos, sino un desafío a los medios de comunicación, al sector industrial privado, a las universidades, a las entidades sindicales, a los sectores productores de alimentos y a la sociedad civil. Ni más ni menos.

Fuente: Infonews

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Comentario[s]
Cambio climático y calidad de vida
Escrito por Benito A. de la Morena el 2014-04-19 11:17:42
Coincido con el autor en la premisa de que no se puede hablar sobre el calentamiento terrestre sin colocarlo estrictamente dentro del contexto global. Las medidas que se dicen estar tomando son lógicas y consecuentes con una situación cuyo desenlace se espera, lo que no se puede concretar en cuando, por muchos escenarios que se dispongan, pues las fuerzas de la Naturaleza son imprevisibles. No obstante, el cambio climático llegará dentro de un ciclo astronómico natural, más o menos influenciado por las degradaciones sistemáticas de nuestro medio ambiente que afectan al calentamiento global, pero antes, mucho antes, sufriéremos sus consecuencias en la pérdida de la calidad de vida, salvo que nuestros nietos tomen la decisión de cambiar los sistemas socio políticos económicos que actualmente dirigen nuestra vida. Saludos

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