La historia de la humanidad es la historia de la utilización de los diversos bosques del planeta, afirma el “Informe de Bosques del Mundo 2012”, realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El organismo internacional reconoce que el hombre tiene su parte oscura desde que pisó la Tierra: "La historia de la humanidad es también la historia de la deforestación y las graves consecuencias ambientales que esta puede tener, siendo causa, en ocasiones, del colapso de una sociedad".
Se estima que a lo largo de 5.000 años la desaparición total de terreno forestal en todo el mundo fue de 1.800 millones de hectáreas. Es decir, se perdieron unas 360.000 canchas de fútbol cada año en los últimos 5.000 años.
Hasta principios del siglo XX la mayor tasa de deforestación se registraba en bosques de las zonas templadas de América del Norte, Asia y Europa. Posteriormente la tala se trasladó hacia las zonas tropicales del mundo, situación que se mantiene hasta nuestros días. "El desmonte de zonas forestales se debía, en su mayor parte, a la expansión de la producción agrícola, pero también contribuían a él el desarrollo económico y el consiguiente uso, a menudo insostenible, de los bosques con fines de extracción de materias primas y combustible".
Crecimiento demográfico y deforestación van de la mano, dice la FAO, aunque reconoce que el auge de la demanda de alimentos, fibra y combustible "han acelerado el ritmo de desmonte hasta el punto de que en los últimos 10 años el promedio anual neto de desaparición de bosques llegó a los 5,2 millones de hectáreas" (unas 520.000 canchas de fútbol por año).
Regla común"La deforestación es una pauta común", reconoce la FAO y señala que la mayor parte de la tala "es intencionada, no irracional".
"Se han desmontado zonas boscosas para dejar sitio a ciudades y explotaciones agrícolas y producir madera, alimentos y combustible destinados a los mercados nacionales y de exportación con el objetivo, aunque no siempre el resultado, de elevar el nivel de vida del ser humano".
Se pierden 5,2 millones de hectáreas por año (Más de 1.400 canchas de futbol por día, casi 60 por hora) pero la FAO es optimista: "Deberán pasar 775 años para que desaparezcan todos los bosques del mundo, plazo que parece suficiente para adoptar medidas dirigidas a aminorar o detener la deforestación mundial".
América y más al sur
En América había entre 65 y 100 millones de personas cuando llegaron los europeos, a fines del siglo XV. Desde el 1500 y en tan sólo 150 años "las poblaciones autóctonas disminuyeron a cerca de 1 millón de personas en América del Norte y 4 millones de personas en América central y del Sur (Williams, 2002)".
"Es probable que cerca del 75 % de América Latina estuviera ocupado por bosques antes de los asentamientos europeos (…) Al día de hoy, alrededor del 50 % del territorio está ocupado por bosques."
En los siglos XVIII y XIX se produjo un nivel de deforestación importante, pero fue en el siglo XX cuando el ritmo se multiplicó.
"En América Latina se registró una pérdida neta de 88 millones de hectáreas de bosques (el 9 % de la superficie forestal total) durante los 20 años transcurridos desde 1990 hasta 2010. Estos datos no consideran la deforestación real ocurrida durante dicho período porque tienen en cuenta la forestación. La principal causa de la deforestación fue la conversión de los bosques a tierras de pastoreo y cultivables.
Por primera vez en la historia la superficie forestal de la región se redujo a menos del 50 % de la superficie terrestre total. Si se mantuviese este ritmo de desaparición de los bosques, América Latina se quedaría sin ellos en unos 220 años."