Sencilla, práctica y con un toque de estilo, así es la cristalería que la diseñadora australiana Ruth Allen ha fabricado a partir de simples cascos de botella inservibles. Los consigue gratis en los bares, restaurantes o del mismo consumo doméstico, y logra estos estupendos resultados trabajando el vidrio con gracia, pero siempre respetando al máximo la forma original de las diferentes botellas.

La artista, que se autodefine como una escultora del vidrio, ha bautizado a sus diversas creaciones salidas de cascos de botella recuperados con el divertido nombre de Sustainable Stubbies, que ella misma vende de forma directa a través de su tienda online, en la que también se incluye una especie de portfolio de sus distintas obras.



Su manera de vender es, lógicamente, tirar de concienciación ambiental, y nadie niega que estas botellas reconvertidas son una manera de rodearse de objetos que reflejan la conciencia de la sostenibilidad de nuestro planeta, como ella misma afirma.

También hay que tener en cuenta la nada despreciable huella de carbono que suponen los envíos, algo que ni menciona su tan sensibilizada página. Sería mucho más ecológico, obviamente, realizar uno mismo la transformación, aunque ello supone conocer las técnicas tradicionales de la creación del vidrio, algo complicado.

 

En fin, sea como fuere, lo cierto es que estas bonitas cristalerías están fabricadas con una materia prima recuperada y que tras ser manipulada se convierten en pequeños-grandes tesoros artesanos del arte del reciclaje.

No olvidemos que cada año se desechan millones de botellas usadas en todo el mundo, y que sólo una pequeña parte se reciclan. Por contra, esta artista las salva de un modo sencillo y artístico, transformándolas en objetos prácticos, bellos y reciclados. Además, intenta que cada creación sea única, algo realmente meritorio, pues parte de materias primas industriales fabricadas en serie. Una idea genial, sin duda.