Aunque parece que esto no ha sucedido así, muchas otras soluciones que la ciencia todavía busca desesperadamente, ya hace tiempo que fueron desarrolladas por los seres vivos a lo largo de su evolución. Por tanto, ¿por qué no fijarse en cómo lo hacen y simplemente imitarlos?
Esto no es realmente tan sencillo como parece, pero sí ha dado pie al nacimiento de una ciencia llamada biomímesis, que se ocupa de analizar todos esos procesos naturales que pueden tener de algún modo aplicación útil en nuestro mundo humano, y que al hacerlo nos permitirá vivir de forma más ecológica y sostenible.
Janine M. Benyus, la autora de este libro, es una autoridad en la materia, y una de sus máximas impulsoras. En él describe con todo detalle los beneficios que la biomímesis puede proporcionarnos, dándonos numerosos ejemplos de cómo aprovechar la sabiduría de la naturaleza para llevar a cabo procesos, obtener materiales o sustancias, mejores que los que podamos idear por nosotros mismos en estos momentos.
La biomímesis abarca numerosos campos, desde la alimentación o la producción de energía, hasta la fabricación de compuestos, pasando por la producción de elementos químicos capaces de curarnos, sistemas de producción con optimización de recursos, etc.
Benyus define la palabra biomímesis como la utilización de la naturaleza como modelo, como medida y como mentor. La naturaleza ya ha resuelto algunos problemas, y además, tras 3.800 millones de años de evolución, sabe lo que funciona y lo que no, y de la forma más eficiente. Además, actúa como profesora que nos enseña, y no sólo como recurso que explotar.
Bajo este punto de vista, si buscamos una fibra novedosa extremadamente resistente, por ejemplo, ¿por qué no fijarnos en la seda de las arañas, que supera todo lo artificial desarrollado hasta la fecha? La biomímesis investigará cómo logran el milagro estos animales, y después tratará de reproducir el mecanismo por otros medios.
Benyus, además de explicarnos las excelencias de la biomímesis, argumenta razonablemente sobre que esta nueva forma de hacer ciencia no debería ser una alternativa más, sino convertirse en la principal manera de hacerlo. La razón es que el Hombre está llevando al límite su explotación de los recursos terrestres, y que si no cambiamos la forma en que obtenemos energía y materiales, nos acercamos al colapso.
A lo largo de más de 300 páginas, la autora nos descubre todo un mundo que antes parecía inalcanzable. La biomímesis puede, de hecho, convertirse en la nueva revolución científica, más productiva y ecológica. A pesar del corto camino realizado aún, son ya múltiples los ejemplos de que la estrategia funciona. Los lectores de este libro descubrirán asombrados que los materiales compuestos, casi recién inventados, fueron desarrollados por la naturaleza hace 380 millones de años. Deberíamos haber prestado más atención a nuestro entorno y a cómo funcionan las cosas.
Si les entusiasma la biología y la ecología desde enfoques nuevos, esta obra les atraerá. Después, una vez leída, probablemente se habrán pasado con entusiasmo a las facciones que creen que la biomímesis, la ciencia de innovar inspirándose en la naturaleza, transformará el mundo.
Fuente: NCyT
Artículos 
