Se registró un importante incremento en la cantidad de caracoles de jardín que se exportan al exterior. Suelen comercializarse como alimento, especialmente en Europa. Secretos y verdades de una producción no tradicional.

La producción de caracoles se convirtió en un verdadero boom exportador en la Argentina, dado que las ventas de este producto al exterior, en el último año, se incrementaron en casi un 50 por ciento.

Pese a las auspiciosas oportunidades que actualmente ofrece el mercado internacional, en nuestra región sólo algunas familias lograron afianzarse en esta actividad pecuaria.

Se trata de una producción económica no tradicional, que está en pleno crecimiento, pero que a su vez requiere la adopción de ciertos recaudos para que pueda ser desarrollada con éxito. Principalmente, es indispensable contar con capital para invertir y un campo de, al menos, una hectárea.

“No la puede hacer cualquiera con unos pocos pesos. Requiere que, al principio, sea una actividad secundaria. Es decir, la persona debe tener una actividad primaria que genere ingresos para sustentarla”, explicó Luis Bernardo Lagrifa, un licenciado en zoología que trabaja en la helicicultura (cría de caracoles) desde el año 1987.

Para tener en cuenta

“Para empezar se requiere una inversión fuerte, de 10 a 15 mil dólares, y tener una hectárea de terreno como mínimo. Pero, sobre todo, se necesitan recursos humanos”, agregó Lagrifa, que fue contratado por los gobiernos de Uruguay, Perú y El Salvador para brindar asesoramiento a los productores sobre la helicicultura.

Igualmente, el especialista reconoce que existe un “mercado fabuloso” para el desarrollo de esta actividad. Y los números parece que le dan la razón. Sin ir más lejos, el Senasa informó que la fiscalización de exportaciones de caracoles entre enero-mayo de este año sumaron 59 toneladas por 200.000 dólares, superando a los envíos de todo 2004, que alcanzó a las 40 toneladas y 84.000 dólares.

El principal mercado para los caracoles fue Estados Unidos, hacia donde se registraron envíos por 21 toneladas y 103.000 dólares. Otro de los destinos para este producto fue España, con envíos por 31 toneladas y 75.000 dólares.

En varios países de Europa consideran que los caracoles son un plato delicioso y nutritivo, ya que su carne tiene un valor proteico considerable, superior al de los huevos de aves y un contenido en sales minerales que prácticamente es el doble al de las carnes de vaca. Otro de los beneficios alimenticios que tienen estos moluscos son su “escasísimo” porcentaje de grasa (0,8%)

“Es un alimento fabuloso: en Europa fue la comida ideal en momentos de crisis, especialmente durante las épocas de guerra”, finalizó Lagrifa.

Dicen que queda poca ganancia

“En Europa se está pagando entre 4 y 4,5 euros por kilo, pero en realidad eso no llega directamente al productor. A este número hay que descontar todo lo que es la parte impositiva. En realidad, la ganancia neta es entre 70 y 80 centavos de dólar”, afirma Luis Bernardo Lagrifa que, además de incursionar en la helicicultura, es licenciado en zoología y técnico en saneamiento ambiental.

Lagrifa también sostuvo que, hasta hace un año y medio, había muchos platenses que criaban caracoles en el fondo de la casa. “En muchos casos, este método no es económicamente sustentable”, comentó Lagrifa. Y puntualizó que, en su criadero, llegó a producir -en media hectárea- una cosecha de una tonelada de caracoles.

“Lo que ocurre es que los precios internacionales varían mucho, y uno recién se entera de lo que le van a pagar un mes antes de que se haga la venta. Con los 72 centavos de dólar que obtuvimos como ganancia, nosotros tenemos que pagar al personal y costear insumos como la electricidad”, explicó

Un productor recién puede realizar su primera “cosecha” de caracoles recién entre los 8 meses y el año de comenzada la explotación. Además, existen diferentes sistemas de cría que van desde la modalidad extensiva a campo (ciclo biológico completo) hasta la cría intensiva en confinamiento y recinto acondicionado durante todas las etapas de vida del molusco.

Fuente: Diario Hoy