Según explicó Natalia Bonilla, experta de la ONG Acción Ecológica, en la Reserva Nacional Yasuní, amenzada por la deforestación, existen dos especies de árboles muy cotizados en la industria: el cedro y la caoba, maderas que, actualmente, casi solo se pueden ver en muebles y puertas antiguas porque, en estado salvaje, están en un grave peligro de extinción.

Se supone que el Parque Yasuní tiene una tutela especial del Gobierno del presidente Rafael Correa que, incluso, trasladó ante la Asamblea General de las Naciones Unidas una propuesta para no explotar las reservar petrolíferas que se encontraron dentro de sus límites a cambio de recibir una compensación económica de la comunidad internacional por la pérdida de ingresos.

Sin embargo, hace algunos años hubo "una invasión de madereros ilegales en Yasuní, que llegaron a convertirse en mafias muy poderosas", señaló la ecologista y añadió que esas empresas "invadieron el territorio de los pueblos indígenas y empezaron a presionarlos con dinero o tratando de enemistarlos unos con otros para facilitar la explotación".

Además de perturbar y amenazar la subsistencia de los pueblos autóctonos, la deforestación acaba con el hábitat y la vida de infinidad de especies de plantas y animales que viven asociadas a los árboles, y deja tras de sí un panorama desolador y vacío donde antes la naturaleza palpitaba en cada centímetro.

Bonilla indicó que la tierra amazónica es muy pobre en humus, que "se mantiene viva gracias a la existencia de árboles y plantas y, muy poco tiempo después de ser talado el bosque, la tierra en la que se sustentaba se endurece. Sirve un par de años para la agricultura y en menos de 5 años comienza a convertirse en un desierto".
 
Larga vida para el Jardín de Orquídeas

La amarga perspectiva que presenta la deforestación se endulza cuando se encuentran experiencias como la de Omar Tello y su Jardín de las Orquídeas, un centro de recuperación de la flora amazónica.

En 1980, Tello, acompañado de su esposa, Lupe Rivadeneira, emprendió un reto de conservación e investigación de la naturaleza.

El Jardín de las Orquídeas es un edén en lo que antes fue un terreno destruido por la deforestación; un observatorio de especies de flora amazónica que, fuera del paraje, están amenazadas y que, dentro de sus lindes, han encontrado un espacio en el que vivir lejos del rugir de las sierras mecánicas. Un verdadero ejemplo, resultado del amor de una pareja por la naturaleza.

Fuente: PORTAFOLIO.com.co

El último comentario se muestra en esta página, los anteriores podrás leerlos en las páginas subsiguientes. Todos los comentarios requieren de la aprobación del administrador.
No se publicarán consultas, las que sugerimos realizar a través del formulario de contacto.

Sólo los usuarios registrados pueden escribir comentarios.
Por favor valídate o regístrate.

Powered by AkoComment 2.0!